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A la izquierda Potosí y a la derecha Cochabamba, el río Caine es la frontera entre ambos departamentos...

21.5.12

Emilio Uquillas: ‘Turismo es economía ... debería ser la niña mimada de Bolivia’

La Razón / El Financiero
Svetlana Salvatierra
20 de mayo de 2012

— ¿Por qué el turismo es importante para la CAF?
— El turismo es economía. Creo que debería ser la niña mimada de Bolivia. La CAF, en 2003, en Caracas diseñó una Estrategia de Desarrollo de la Competitividad en el Sector Turismo. Ahí empezamos, definiendo destinos estelares en la región andina para que un turista entre por el norte y salga por el sur. Una empresa española se reunió con actores públicos y privados, paseó por los países, identificó fortalezas y debilidades de un circuito espectacular. Sin embargo, había que tomar muchísimas decisiones públicas y privadas, y lastimosamente no es fácil encontrar consensos. Lo beneficioso es que quedó un manual para toda comunidad que desee ser un destino turístico.
— ¿Podemos recordar cuáles eran y cuándo empezaron a impulsar la calidad del turismo en el salar de Uyuni?
— En Venezuela estaba Mérida, en Colombia la isla de San Andrés, en Ecuador la ciudad de Cuenca, en Perú era Machu Picchu y en Bolivia era Copacabana. Con iniciativa de la CAF se continuó trabajando en el salar de Uyuni. Empezamos a fines de 2008 con recursos de cooperación no reembolsable, teníamos un fondo español. Se licitó un estudio que mostró que era un lugar interesantísimo. Identificó que el 30% de todas las maravillas turísticas que tiene, se estaba explotando. También identificó que no es rentable. Hay depredadores de precios.
— ¿Qué implica que son depredadores de precios?
— La norma es que cuando llegan regatean el precio. Los que tienen vagonetas para llevar a los turistas bajan y bajan hasta el precio límite, incluso algunos pierden y no lo saben. Ahí empieza el problema. No hay una oferta segura de servicios turísticos. Las empresas venden una cosa, los turistas llegan y encuentran otra, regresan a la agencia y se arma el problema; el operador ya no quiere ofrecer el destino. ¿Para quién queda? Para jóvenes aventureros que no dejan recursos suficientes para constituir un destino turístico.
— ¿Hubo recomendaciones?
— Con el diagnóstico se elaboró un Plan de Desarrollo del salar. Fue presentado en 2010.
— ¿Y esas actividades generaban desarrollo y más ingresos?
— Claro, había actividades que podían triplicar los ingresos. Actualmente, están en unos $us 6 millones y podían pasar a $us 19 millones. Así de rapidito. Entre ellas está el rehabilitar una vía férrea en el salar; ofrecimos un préstamo de $us 10 millones. Está en pie el ofrecimiento. Para desarrollar la infraestructura básica, usando fondos italianos, hicimos otro diagnóstico que estableció las necesidades de manejo de agua, saneamiento y residuos sólidos.
— ¿Y lograron avanzar?
— Empezamos involucrando a las 18 comunidades de Los Lípez. Con ellos se analizó el plan y decidieron las actividades; se están elaborando 47 proyectos que se presentarán en junio. Al llegar a Uyuni se encuentra con un mar de bolsas antes del mar de sal; trabajamos con Fundare y el municipio en la recolección de residuos sólidos. Tengo un sueño: el salar de Uyuni tiene que ser el Machu Picchu de Bolivia.
— La CAF está financiando la construcción de carreteras en esa zona, ¿en qué estado están?
— Tenemos Potosí-Uyuni, Uyuni -Huacarani y estamos palabreando  (sonríe) para la carretera Uyuni-Tupiza. Pero hay carreteras de Chile y Argentina que llegan al borde del salar y operadores del exterior están vendiendo el destino en el doble, con mejores servicios de los que ofrecen en Bolivia.
— Aprovechan mejor...
— Así es. Hay paisajes únicos. Bolivia puede aprovechar de mejor manera el área de influencia de la carretera entre Sucre y Potosí. Con otro programa de CAF y Swiss Contact, 25 empresas interesadas en mejorar su competitividad accedieron a una certificación ISO, un compromiso de excelencia en sus procesos como en la inocuidad de los alimentos que ofrecen. Quimsa Warmis, un café en Potosí, recibió a Mägo de Oz (grupo de rock español); Chocolates Para Ti, el restaurante Ingenio San Marcos, los artesanos de cuero y las demás empresas  transformaron sus vidas.
— Sembraron la semilla, ¿qué viene ahora?
— Que se convierta en ejemplo. La calidad conlleva una mejora en la remuneración de los empleados.  Es parte de la excelencia.
— ¿De quién depende que estos resultados se repliquen?
— El sector privado debería seguir promoviendo este tipo de acciones. Eran empresas pequeñas y se convierten en medianas; ya tienen más musculatura para acceder a servicios financieros. Y también jalar a sus proveedores hacia la calidad. Ese es su rol.
— ¿Qué significa para usted este proyecto de turismo?
—Dicen que el que viene a Bolivia es llamado... Si pudiera ver el salar de Uyuni encaminado a transformarse en un destino que le ofrezca ingresos abundantes al país, me sentiría feliz. Creo que el turismo fácilmente se podría convertir en el primer ingreso nacional. Si le metemos ganas al destino turístico, Bolivia puede lograr muchísimo. Estoy seguro.

Perfil
Nombre: Emilio Uquillas
Nació: 1962
Profesión: Economista
Cargo: Director Representante de CAF en Bolivia
Experto en macroeconomía
Nació en Quito. Se educó en una escuela de Hermanos Maristas y estudió Economía en la Universidad Católica del Ecuador. A sus 19 años ingresó a trabajar en el Banco Central de Ecuador como oficinista bancario auxiliar uno. “Era el cargo más bajo”. Asumió varias direcciones de desarrollo de política fiscal, monetaria y de investigación económica. Su carrera en el banco concluyó en 2000. Tiene una maestría en Macroeconomía del Instituto Autónomo de México. Recuerda que no estaba de acuerdo con la dolarización, hoy opina que trajo mucha estabilidad a Ecuador. “La política fiscal relacionada a la política genera muchos descalabros”. En 2001 ingresó a la CAF.

59 millones no acceden a una vivienda digna en Latinoamérica

La Razón / El Financiero
Svetlana Salvatierra
20 de mayo de 2012

En su sitio www.iadb.org, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó el informe Un espacio para el desarrollo: los mercados de vivienda en América Latina y el Caribe, que analiza la capacidad de las familias urbanas para adquirir una vivienda. Confirma que el sueño de ser propietario aún es inalcanzable para la mayoría de la población en la región.
“En la actualidad, una de cada tres familias de América Latina y el Caribe —un total de 59 millones de personas— habita en una vivienda inadecuada o construida con materiales precarios o carente de servicios básicos. Casi dos millones de las tres millones de familias que se forman cada año en estas ciudades se ven obligadas a instalarse en viviendas informales, como en las zonas marginales, a causa de una oferta insuficiente de viviendas adecuadas y asequibles”.
El estudio también señala que “más de la mitad de las familias residentes en las 41 principales ciudades latinoamericanas carecen de medios para comprar una vivienda adecuada” y la situación es “más aguda” en las ciudades ya citadas.
En la mayoría de los casos, la principal limitación es “la insuficiencia de ingresos” y ante las entidades de préstamo aparecen barreras como la imposibilidad de comprobar ingresos. También hay una escasa oferta de viviendas de buena calidad a bajo costo.
“Un número importante de familias está marginado del mercado de la vivienda formal por causas como bajos ingresos, insuficiente oferta de terrenos adecuados, ausencia de crédito o escasa inversión en viviendas asequibles”, comentó César Bouillon, economista del BID y coordinador del estudio. “Hay una tremenda demanda de viviendas formales y asequibles para familias en la base de la pirámide, un sector mal atendido por el mercado de la vivienda y los programas de gobierno.”
Este trabajo es parte de la serie Desarrollo en las Américas, una publicación académica del BID. En este caso, analiza en profundidad “los mercados de vivienda de más de 18 países en América Latina y el Caribe, evaluando el papel que juegan regulaciones y políticas de vivienda en resolver o agravar las brechas habitacionales en la región”.
En base a los datos más recientes de las encuestas de hogares en la región, el estudio mide la capacidad de los hogares en 41 ciudades para “comprar directamente o cumplir los requisitos para postular a un crédito hipotecario para una vivienda construida según los códigos de construcción en terrenos legalmente parcelados y urbanizados”.
En ese marco, calculan “la brecha de asequibilidad”, según el porcentaje de hogares en cada ciudad que destinarían más de 30% al pago de una hipoteca a 20 años, con un pago inicial de 10%, para comprar una vivienda.
En el caso de Bolivia, en La Paz el 71% de las familias no les alcanza el dinero para tener casa propia. En Santa Cruz el porcentaje sube a 72%. En Venezuela, en Caracas, sube al 80%. En el resto de los paises del estudio se mantienen entre el 60% y el 30%. La ciudad que parece haber una situación más favorable para acceder a una vivienda de calidad es San José (29%).
Frente a esta situación, el BID señala que “para aumentar la oferta de viviendas adecuadas y asequibles, los países deben mejorar normativa de tenencia de tierra, ampliar medios de financiamiento y movilizar recursos privados”.
¿Qué hacer? En el estudio plantean que “los gobiernos de la región deben incrementar la inversión en obras básicas de infraestructura y modernizar la normativa legal a fin de acrecentar la oferta de lotes con servicios básicos y seguridad en términos de posesión legal para familias de bajos ingresos”.
También recomiendan “facilitar una mayor participación del sector privado en la oferta de financiamiento hipotecario para tales familias”, con leyes y entidades públicas que brinden mayor protección a los derechos de los acreedores.

Hay déficit en la calidad de las viviendas
En el estudio Un espacio para el desarrollo: los mercados de vivienda en América Latina y el Caribe se señala también que la región sufre tanto de una escasez de viviendas como de problemas de calidad, que comprenden desde la falta de títulos de propiedad a paredes hechas de materiales de desecho como el cartón, pisos de tierra y la ausencia de acceso a redes de agua potable y saneamiento. Datos de 18 países de la región indican que más de dos tercios de las familias de Nicaragua, Bolivia, Perú y Guatemala habitan en viviendas deficientes. En términos absolutos, Brasil y México son los países con los mayores déficits de vivienda. A pesar del progreso registrado en los últimos años, la falta de acceso a servicios de infraestructura básica sigue aquejando a muchas familias de la región, 21% de las cuales carece de electricidad e instalaciones sanitarias. 12% de las viviendas es de materiales de construcción inadecuados, mientras que 6% tiene piso de tierra o condiciones de hacinamiento.

Los recursos públicos son insuficientes
El estudio Un espacio para el desarrollo: los mercados de vivienda en América Latina y el Caribe evidencia que en América Latina y el Caribe los mercados de vivienda locales no están cubriendo la demanda de vivienda formal, especialmente para la población de bajos ingresos.
Se calcula que para que América Latina y el Caribe puedan reducir el actual déficit habitacional “exclusivamente con viviendas construidas por los gobiernos” en el marco de programas de desarrollo urbano, “se debería más que septuplicar la inversión en programas de vivienda pública, implicando un gasto de $us 310.000 millones o 7,8% del producto bruto de la región”.
Afirma que “los recursos públicos son insuficientes y la inversión privada es crucial para poder cerrar la brecha”. Para captar inversiones del sector privado y ampliar la oferta de viviendas asequibles los gobiernos de la región “deben generar incentivos para el uso mixto de la tierra, mejorar las normativa de registro de propiedades, aumentar el financiamiento hipotecario y explorar opciones como el alquiler y técnicas más modernas y eficientes de construcción de viviendas”.

Bolivia compra 3.229 productos de Brasil y le vende sólo 122

La Razón / El Financiero
Svetlana Salvatierra
13 de mayo de 2012


No es novedad que el principal producto que exporta Bolivia a Brasil es gas natural. ¿Qué importan los bolivianos? Gasolina, muebles de madera, zapatos y más de 3.000 productos. ¿Qué compran los brasileños? Un centenar de productos, materia prima en general.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la relación comercial entre ambos países está “gasificada”. Es decir que el principal producto comercial es el gas natural, de beneficio para Bolivia porque es parte de uno de los cuatro sectores estratégicos para generar excedente económico.
El gas natural es uno de los 122 productos que se exporta al mercado brasileño. El año pasado se exportó más de $us 2.897 millones. Muy lejos de ese valor está el segundo producto de exportación: estaño en bruto. En 2011, el valor de venta de más de un millón de kilos alcanzó a $us 34,4 millones.
En comparación, el principal producto de importación fueron las barras de hierro o acero por un valor de $us 110,2 millones. Hay que recordar que el sector de la construcción en Bolivia continúa en desarrollo y se incrementó en los últimos años. El segundo producto más comprado de Brasil es la gasolina (sin tetraetilo de plomo para vehículos se detalla en la clasificación Nandina de comercio exterior). $us 55,6 millones de este producto se adquirieron el año pasado para satisfacer al consumidor boliviano.
En este tipo de productos importados, el diésel también se importa. $us 46,2 millones le costó al Tesoro General de la Nación comprar este producto de Brasil. El Gobierno boliviano espera que con la construcción de las plantas de Río Grande y Gran Chaco se elimine totalmente la importación de gasolina y GLP (gas licuado de petróleo). Respectivamente, una estará lista en 2013 y la otra en 2015.
En tercer lugar, los bolivianos compran tractores agrícolas del vecino país. El año pasado gastaron $us 48,2 millones en la adquisición de esta maquinaria para atender las necesidades de sus cultivos. Cabe señalar que la soya y la quinua (real y otras variedades) están entre los principales cultivos de exportación de Bolivia a Brasil y el mundo.
De los 3.229 productos importados de Brasil, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) elaboró  para La Razón un listado de los 20 principales. Y después de los productos señalados, aparece la importación de muebles de madera.
La importación de este producto llama la atención porque la exportación de madera y muebles bolivianos se ha reducido notablemente en los últimos años. Sin embargo, el año pasado se importaron $us 13,7 millones en “muebles de madera del tipo de los utilizados en dormitorios”, registra el INE. Otro llamativo producto de importación es el calzado. 514 kilos de zapatos se importaron el año pasado, por un valor de $us 10,4 millones.
En Bolivia, un estudio sobre la cadena de cueros y calzados estima que en la ciudad de El Alto existen unos 700 artesanos confeccionistas de zapatos de cuero y en Cochabamba hay otros 900. Sus dirigentes lograron hace un par de años que el Gobierno logre la importación de pegamento a más bajos costos para que sus precios puedan ser más competitivos, dentro y fuera del país. Según el INE, hay unas 30 empresas registradas que producen calzados.Oportunidad. Los frejoles o frijoles son de interés para el mercado brasileño. El año pasado se exportaron $us 7,6 millones por 12 millones de kilos de esta legumbre.  La quinua también está en la lista. 389 mil kilos se vendieron en $us 1,2 millones. En restaurantes de Sao Paulo se utiliza este delicioso grano andino en la elaboración de exóticas ensaladas. Ambos productos tienen oportunidad de mayor venta.

El sector agrícola
-En 2011 se importaron $us 20,2 millones en  fungicidas para eliminar enfermedades, moho y hongos de las plantas en los cultivos.
-El año pasado también se importaron cosechadoras y trilladoras por $us 14,2 millones. Específicamente, para la industria azucarera se adquirieron máquinas   y aparatos por un valor de $us 11,4 millones.

Sin gas natural, el saldo comercial es deficitario
Si se quita la exportación de gas natural a Brasil para conocer cuánto es el valor de lo que Bolivia vende en otros productos, se observa que el año pasado casi se duplicó el saldo comercial de Bolivia, deficitario en más de mil millones de dólares. Según datos del INE, las exportaciones bolivianas alcanzaron a los $us 132,5 millones, mientras que las importaciones sumaron $us 1.387 millones. Entonces, Bolivia compró $us 1.254 millones más en productos brasileños.
Si se incluye la exportación de gas natural, el valor de los otros productos bolivianos equivale al 4% del total vendido. El 96% corresponde a la venta del gas natural al vecino país. Una tendencia que se mantiene desde que empezó a funcionar el gasoducto Bolivia-Brasil. Si se incluye el valor de la venta de gas natural al total exportado, el saldo comercial con ese país varía y es positivo. Bolivia exportó más de $us 2.897 millones en gas natural el año pasado.
La tendencia de comprar más productos elaborados brasileños se mantiene desde el inicio del Siglo XXI. Los productos no tradicionales bolivianos no han logrado tener mayor demanda en ese mercado, frente a la exportación de materias primas (gas y minerales), necesarias para la actividad industrial brasileña.
En 2000, se exportaba $us 38 millones a Brasil y se importaba $us 284 millones. Seis años después, esas cifras se duplicaron. En 2007, se vendían productos bolivianos por $us 170 millones y se compraban artículos brasileños por más de $us 718 millones. Lo positivo es que el valor de los productos bolivianos también tiene una tendencia a subir.
En el último boletín sobre comercio exterior del INE, en el primer trimestre de este año el saldo comercial de Bolivia con Brasil es positivo en $us 481 millones (se incluye el gas y otros productos). Las exportaciones en este periodo fueron de $us 842 millones y las importaciones alcanzaron a $us 361 millones.
Según las cifras difundidas por el Ministerio de Economía y Finanzas, en su Boletín de Ingresos Tributarios 2011 N° 2 Abril 2012, el departamento de Santa Cruz incrementó sus recaudaciones tributarias a Bs 4.682 millones (unos $us 672 millones). Este departamento, junto a Beni y Pando, comparten 3.423 kilómetros de la frontera con Brasil. Comienza en el norte, en Bolpebra y culmina, por el curso del río Paraguay (Bahía Negra), hasta el límite tripartito con Paraguay.

Microfinancieras logran un millón de empleos

La Razón / El Financiero
Svetlana Salvatierra
13 de mayo de 2012

“Los créditos que proporcionaron las entidades microfinancieras a un público principalmente compuesto de micro y pequeños empresarios y comerciantes, hasta diciembre de 2011, son responsables de un millón 56 mil em- pleos”, de acuerdo con un cálculo realizado por la Asociación de Entidades Especializadas en Microfinanzas (Asofin).
Esto significa que las microfinanzas contribuyen a emplear a un 24% de la población económicamente activa (no jubilada ni retirada de las actividades laborales) que, según puede estimarse, tiene el país en este momento. Casi 802 mil de estos trabajos se realizan en las ciudades y los restantes 254 mil ocurren en el área rural.
La cantidad de empleos asociados a las microfinanzas en cada departamento es proporcional al tamaño de la cartera y cobertura crediticia. La Paz es el departamento con más empleos financiados con microcréditos; le siguen Santa Cruz y Cochabamba. “Esta es la primera vez que Asofin realiza y difunde esta medición”, indicó el secretario ejecutivo, Reynaldo Marconi.
“La innovación es parte del esfuerzo del gremio por cuantificar y trasparentar sus indicadores de desempeño social, a fin de visibilizar el aporte de las microfinanzas a la vida económica y social del país, en un momento en que se encuentra en proceso de reelaboración la nueva Ley de Bancos y entidades financieras”, precisó.

Asofin crece 13,7% al otorgar créditos al sector agropecuario

La Razón / El Financiero
Svetlana Salvatierra
15 de abril de 2012


En 2006, la cartera de créditos para el sector agropecuario llegaba a $us 256,5 millones, 8%, en relación a la cartera total del sistema financiero nacional que sumaba $us 3,2 mil millones. Cinco años después, se observa un incremento de los préstamos a $us 459,1 millones, pero sólo es el 6% de los préstamos otorgados el año pasado el que alcanzó los  $us 7,9 mil millones.
“Existen 6,1 puntos de diferencia. También puede observarse que, aunque en términos absolutos el financiamiento al sector aumenta, su participación en la cartera total muestra una tendencia decreciente, pues baja de 8% en 2006 a 5% y 6% en los años siguientes”, subraya el secretario ejecutivo de Asofin, Reynaldo Marconi, en el boletín publicado en www.asofinbolivia.com.
“Surgen, entonces, las siguientes preguntas: ¿Por qué la cartera del sector agropecuario crece más lentamente que la cartera general? ¿Es un problema de inadecuación de la oferta, un problema de demanda o un problema estructural del sector?”, se cuestiona Marconi en el editorial del boletín correspondiente a febrero.
En ese sentido, trata de explicar los motivos y empieza por analizar las críticas. “El año pasado, en los meses en que el país vivió una ola de desabastecimiento de alimentos, se escuchó con frecuencia la siguiente declaración: “No existe producción suficiente, porque el financiamiento crediticio no fluye al sector agropecuario”.
Precisa que “la verdad es que existe una amplia gama de productos para los diferentes tipos de requerimientos del sector agropecuario. Por supuesto, la gran empresa agropecuaria cuenta con sus propios sistemas de financiamiento: generalmente recurre a la banca comercial. Los pequeños productores acceden al financiamiento de las entidades de microfinanzas, o al que se origina en las ofertas del Estado (BDP, Banco de la Unión) e inclusive, en ciertos casos, también de los bancos. Este acceso se da en condiciones cada vez más competitivas y a tasas de interés decrecientes, una tendencia que continuará, dada la decisión estratégica de las instituciones microfinancieras de apoyar al sector productivo”.
Sin embargo, Marconi enfatiza que “esto no ha incrementado la importancia de la cartera agropecuaria, y, en opinión de Asofin, no lo hará. La disminución de tasas no puede garantizar el aumento de crédito al sector agropecuario y consiguientemente el aumento de la producción agropecuaria”.
Y sostiene que “el bajo nivel de las colocaciones tampoco es un problema de demanda. Ha existido, existe y existirá una demanda de crédito agropecuario. El problema está en que no puede realizarse, y no porque las tasas sean altas, sino por otros factores de orden estructural, como tecnología, mercado, riego, caminos, seguridad jurídica, todos los cuales vuelven imprescindible la articulación de políticas públicas y la reorientación de la inversión pública nacional y regional, de modo que ellas respalden los requerimientos del sector productivo, y acompañen su inserción en los mercados nacionales y externos”.
En ese sentido, pide que el Estado se dedique a “crear infraestructura productiva, a ofrecer seguridad jurídica para las inversiones en gran y pequeña escala, a adoptar políticas públicas que respondan a una visión estratégica de largo plazo”. Especialmente, para que los productores agrícolas tengan mejor acceso a los centros de comercio del país.
Es enfático al señalar que el Estado “debe evitar dar, al mercado y a los actores, señales coyunturales, contradictorias, etc., como aconteció por ejemplo en materia de comercialización y autorizaciones de exportación. Otro campo en el que Estado puede y debe intervenir proactivamente es el constituido por los instrumentos de apoyo al desarrollo sostenido del sector agropecuario, como seguros, fondos de garantía, mecanismos de compensación, etc”.
Marconi insiste que a pesar de existir un mayor acceso a los recursos de crédito y mejoras en las intervenciones públicas “podrían resultar infructuosos si no se producen cambios en la productividad primaria, en los procesos de transformación y comercialización, y si no se ejecutan soluciones agroindustriales sostenibles y de gran escala”.
El acceso a préstamos permitirá desarrollar el sector agropecuario y alcanzar la seguridad alimentaria del país, señala Marconi y precisa que es “un objetivo de política pública con el que Asofin se identifica plenamente, y a cuyo cumplimiento intenta contribuir”. Sin embargo, asegura que hay un falso debate entre quienes argumentan la necesidad de bajar las tasas de interés y los que contraargumentan en sentido contrario. “La disminución de la tasa de interés de los préstamos al sector agropecuario no funcionará como un ‘milagro’, es decir, no incrementará automáticamente la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria”, asegura el secretario ejecutivo de Asofin.
“Lo cierto es que para avanzar hacia la seguridad alimentaria, para mejorar cuantitativamente y cualitativamente la producción agropecuaria, es preciso superar el falso debate sobre las tasas de interés. Por el contrario, se necesita un trabajo conjunto entre el sector productivo, el sector financiero y el Estado, que genere una agenda pública/privada, estratégica y de largo plazo, que sea seguida por todos los bolivianos”, manifiesta Marconi.
Mejoras. Según el Microscopio global sobre el entorno de negocios para las microfinanzas 2011, establece un parámetro de referencia de las condiciones regulatorias y operativas de las microfinanzas en los países en desarrollo del mundo, señala que a pesar de la crisis financiera mundial, las entidades de este sector iniciaron una fase de crecimiento más maduro y sostenible.
“Después de años de rápida expansión, se ha puesto énfasis en acelerar las mejoras que ya se estaban implementando en temas de gobierno corporativo, capacidad de regulación y la gestión de riesgos. Esta última es esencial en un sector con servicios financieros innovadores para los pobres”, señala el informe.

Pablo Bedoya:'La Ley de Bancos va a exigir mayor transparencia en la economía’

La Razón / El Financiero
Svetlana Salvatierra
Sucre, 15 de abril de 2012
— En su segunda presidencia en el Directorio del BNB, ¿cuál es el hecho que marca diferencia?
— Es especial encabezar una institución con 140 años de vida del país. Los altibajos del país los ha vivido el BNB y seguro que no hay muchos bancos en América Latina que sean de capitales nacionales, pocos quedan.
— ¿Qué significa especial?
— Un desafío para lo que viene y el desafío de estar actualizados tecnológicamente, atender a nuestros clientes que confían en el BNB. Ellos son nuestra gran fortaleza y eso no se gana en uno o dos años; eso es tradición. Hoy contamos con unos 350 mil clientes. Nuestra visión es seguir creciendo con una bancarización (más ahorristas y prestamistas de todos los segmentos económicos) diferente mirando al sector pyme (pequeña y mediana empresa). Quizá algún momento entremos al microcrédito. Estamos concentrados en un crecimiento de pymes en los últimos diez años.
— ¿Más pyme y bancarización nace de las necesidades del banco o de los gobiernos?
— El sistema financiero en los últimos diez años da un vuelco muy grande. Hoy la banca está súper bien capitalizada, tiene un buen patrimonio, hay flujos, hay liquidez y las grandes empresas están atendidas. Había un segmento en el que teníamos que pensar poner esa liquidez; buscar no en el negocio tradicional de una banca corporativa, sino en la banca personas, banca pymes. En el BNB tenemos programas de pymes donde enseñamos al productor, al pequeño y mediano (pyme) empresario a que puede acceder a la banca, sorprendentemente son muy buenos clientes. El hecho de que accedan a la banca está transparentando la economía.
— ¿Qué falta?
— Estamos en un tema de cuál es primero: el huevo o la gallina. Hoy tenemos grandes recursos a través de la banca; el mismo Gobierno pide una mayor bancarización, pero las normas nos exigen el tema transparencia. Estamos en un país que tiene un alto grado de economía no transparentada. Y tenemos que enseñarles y constatar sus ingresos y capacidad de pago. Estamos en transición para poder blanquear la economía, pero siempre va a haber un margen que no va a ser bancarizado por transparencia. Es un proceso que va a tardar en adaptarse a las reglas del juego. Hoy se pueden sacar créditos con balances no fiscales, pero hay un tiempo de adaptación para que se dejen estos balances.
— ¿La banca está lista, pero no los potenciales clientes?
— La banca está lista. Captar clientes pymes es muy complicado. Si falta una gaseosa, la pyme saca de su empresa. Entonces, tenemos que validar los datos a través de estudios que ni ellos hacen y habituarlos a analizar cada día lo que depositan. 
— La banca nacional pasó por cierres y grandes quiebras, vino la Ley de Bancos y ahora habrá una nueva legislación, haciendo la comparación ¿qué opinan?
— No me quiero adelantar sobre lo que vaya a pasar, pero la nueva Ley de Bancos va a exigir un mayor nivel de transparencia en la economía, lo cual va a ser bueno; ese proceso va a tardar un poco más pero considero que será bueno. Nos han puesto reglas claras y la banca ha podido ser motor de la economía boliviana, ojalá eso siga. Hoy es un gran impulsor. La banca está con muy buenos retornos. Eso da buenas señales. Me animo a decir que la nueva normativa va a llevar a un mayor impulso al sistema y dar una seguridad al ahorrista, prestatario y a las instituciones financieras que estén dentro del marco de la ley.
— ¿Motor de la economía para llegar al sector agrícola?
— El sector agrícola tiene un gran inconveniente porque la titularidad de la tierra y la tierra no es hipotecable. Trabajamos muchísimo con la agricultura y creo que hemos sido los motores en momentos importantes. Creo que se vienen nuevas formas en las que el Gobierno va a tener que flexibilizar para que el agricultor, pequeño, mediano y grande acceda a la banca. Hoy están en un sándwich: necesitan capital, pero su activo no satisface a la actual Ley de Bancos como garantía real.
— ¿Qué garantías servirían?
— Hay varias formas de trabajo. Hoy se puede trabajar con garantías prendarias, warrant, inmuebles rurales y otros. Tienen maquinaria y en ese tema se está trabajando, siempre y cuando las máquinas hayan sido legalmente importadas y respalden su origen, pueden obtener capital operativo. Algunas fábricas están en garantía.
— Las cifras muestran que son la segunda entidad bancaria del país ¿a dónde apuntan?
— Tenemos un patrimonio de   $us 132 millones, $us 1.500 millones en depósitos y $us 1.000 millones en cartera. Crecimos $us 150 millones. La mora es baja. Me encantaría más empresas extranjeras trabajando en Bolivia. Estamos ganando bajo estándares internacionales.
— ¿Riesgos, temores frente a la economía boliviana?
— Temores siempre existen  pero a pesar de ello siempre hemos sido un banco de vanguardia, que decidió seguir invirtiendo en Bolivia. Como Grupo Bedoya, tenemos la mayoría del banco desde hace 42 años cuando mi padre compró por primera vez. Han habido momentos difíciles, pero si hoy tenemos las reglas claras y un aparato productivo en funcionamiento están minimizados nuestros temores y sólo tenemos que trabajar en un esquema que sea justo.
— ¿Cómo sería ese esquema?
— Algunas reglas, en el sentido de un mercado libre, donde la oferta y demanda de tasas y segmentos donde vamos a trabajar sean los reguladores. Hoy en día, como están las cosas, se están dando resultados y estamos conformes con ellos.
— Sobre reglas de lavado de dinero, ¿faltan normas acá?
— Ése es uno de los grandes riesgos para la banca. En Bolivia se está trabajando con la proveniencia de los fondos; por norma cualquier cualquier transacción sobre Bs 50 mil tiene que ser a través de cheque. Bolivia tiene que hacer un gran esfuerzo y lo que se defina lo vamos a poner porque somos los más interesados para no tener a ese segmento de mercado entre nuestros clientes. Nuestro trabajo, filtros y seguros de protección han funcionado.
— Con la crisis financiera, en el mundo desarrollado se habla de ampliar normas de regulación a los bancos bajo Basilea III, ¿afecta a Bolivia?
— Creo que Bolivia no está preparada para un Basilea II ni III. Es un poco más complicado y aún estamos adecuando las normas internas de bancarización dentro del país. La Ley de Bancos actual es un gran cambio de lo que sería un Basilea II. Un gran sector de la economía en el país no es transparente.
— Informalidad, ¿cómo afecta?
— La informalidad es un tema difícil. Queremos bancarizar. El Gobierno tiene que tener claro el objetivo de dónde queremos llegar en normativas, en previsiones, para que este sector entre.
— ¿Depende de políticas públicas reducir la informalidad?
— 100%. Con el tiempo, como un embudo, pasará todo el que sea obligado a tener transparencia, a cumplir con normas que le permitan ser sujeto de crédito.
— ... no son los malos?
— Los bancos somos buenos (sonríe). Hay que ver los clientes. Todavía hay un proceso largo de aprendizaje y de cambio de metodología de cambio de trabajo en la política nacional. Es un proceso largo pero encaminado.
— ¿No hay preocupaciones por nacionalizaciones?
— El Gobierno no ha dado visos de una posible nacionalización. Creo que el Gobierno tiene clarísima la situación de la banca nacional. Hay un diálogo permanente desde el primer día que asumió Evo Morales. Hemos tratado de manejar dentro de lo racional los temas políticos y ha sido la primera industria en acercarse al Gobierno y escucharlo. Estamos manejando la plata de los bolivianos, son demasiados millones como para una corrida.
— ¿Avanza la bolivianización?
— Es impresionante.
— ¿Qué opina de la actual política monetaria?
— Sorprendente y acertada. Éramos los únicos que íbamos en contrarruta y el resultado es que ahora estamos bien (frente a la crisis financiera global).
— ¿Y la política fiscal?
— Es un tema que se va a tener que ir solucionando.
— ¿Cuánto invierten en su programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE)?
— Es una gran causa que nos une. Alrededor de $us 150 mil.
— ¿Son parte de sus utilidades? ¿Cuánto reinvierten en su patrimonio?
— Es un gasto. De las utilidades reinvertimos el 50% o más, es lo mínimo que nos permite crecer en patrimonio para invertir en cartera. El año pasado fueron    $us 23 millones, y más del 50% fue para capitalización.
— ¿Y qué opina del nuevo impuesto a la banca?
— Queremos saber qué va a decir la nueva Ley de Bancos sobre las utilidades. No me gustaría que distintos sectores de la economía tengan un trato de impuestos diferentes. No por ser banco, le va bien y le voy a cobrar más. Entonces, ¿por qué no atacamos a otros sectores que proporcionalmente les va mejor?
— ¿Retos para 2012?
— Como BNB queremos seguir bancarizando más y abriendo más agencias y llegar a más clientes. Concretar un crecimiento similar a 2011 nos acercaría a ser líderes del mercado.

Perfil
Nombre: Ignacio Bedoya
Profesión: Economista
Cargo: Presidente Directorio BNB
Economista y banqueroNació en 1961. Es bachiller del colegio Saint Andrew’s. Economista y Marketing titulado en Jacksonville University. Especializado en banca y finanzas en el Chemical New York. Su primer trabajo al regresar a Bolivia (1986) fue en los molinos de trigo del Grupo Bedoya, y continúa haciéndolo. En 2002 asumió por vez primera la presidencia. “Fueron años difíciles, crisis económicas y nuevas normativas. Salimos a flote. De 2008 a la fecha vuelvo a ejercer un segundo mandato con un banco fortalecido”. Aclara que no trabajó en el banco, lo hizo cuando lo dejó su padre. Y destaca que su hermano Pablo Bedoya inició su carrera como cajero y hoy es el gerente general del BNB.

volviendo de vacaciones....

confirmando que aún falta mucho para que Bolivia salga de la pobreza material e intelectual....

que el área rural sigue igual que en la República...

que las leyes laborales no se aplican a todos los bolivianos trabajadores, igual que en la República...

que los asesinos están al acecho de la gente...

que a pesar de todo en este planeta hay terrícolas que hacen el equilibrio con el bien...

y que simplemente soy periodista...

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