Es presidenta del Consejo Asesor Internacional de ICCO & Kerk In
Actie, una Organización no Gubernamental (ONG) de Holanda; también es
senadora de su país por el partido socialista (PvdA). Visitó en Bolivia
algunos proyectos en Cochabamba y La Paz. Está segura que la cooperación
toma nuevos rumbos con la planificación regional. También manifestó que
se debe generar un debate sobre nuevas formas de cooperación en países
de ingreso medio que tienen zonas de extrema pobreza.
— Trabajó en organizaciones
de la cooperación holandesa (pública y privada) y ahora es presidenta
del Consejo Asesor Internacional de ICCO & Kerk In Actie, ¿qué
proponen?
— Hace unos cuatro o cinco años
ICCO (organización no gubernamental cristiana para el desarrollo justo)
inició un proceso de descentralización muy fuerte para ser una
organización global con oficinas en varias regiones del mundo, bajo el
concepto de corresponsabilidad de los programas y que se utilicen las
experiencias y capacidades de los profesionales en estos países. El
Consejo Asesor da consejos sobre la estrategia y las necesidades de cada
país; también nos relacionamos con los Consejos Regionales y visitamos
los países. Eso ha resultado bastante bien. En América del Sur empezamos
hace tres años (la sede está en Bolivia), en Asia y África estamos hace
cuatro años.
— ¿Puede mencionar tres resultados de esta forma de trabajo?
— Uno de los resultados más importantes es la visibilidad de ICCO en la
región. Por ejemplo, la oficina regional está muy bien planteada con
contactos y redes; además el equipo está formado por personas de estos
países (Bolivia, Paraguay, Perú y otros); antes habían más holandeses y
éste es un resultado muy significativo. La idea era que la ayuda se
vuelva cooperación horizontal para una win-win situation
(ganador-ganador) y eso sólo se puede hacer si estás en la región. Lo
segundo es que las oficinas en el ámbito regional tienen más apertura y
flexibilidad de desarrollar su plan de acuerdo con la situación local y
posibilidades de cada país. Y el otro es que están ejecutando estos
proyectos.
— ¿Quién financia a ICCO?
— Tiene un financiamiento mayor del Gobierno holandés que otorga un
presupuesto para la cooperación internacional, una parte lo utiliza el
Gobierno y la otra la transfiere a ONG como ICCO. La otra parte del
presupuesto pueden ser donaciones de la sociedad civil. En 2010 se
redujo el presupuesto para ICCO en casi el 50%. Esto significó que tiene
que hacer su trabajo con menos dinero y necesita dar prioridades.
— ¿Cómo se financiarán ahora?
— La segunda cosa que se está haciendo es buscar nuevos fondos, que
pueden ser de la Unión Europea o de empresas que quieren hacer algo en
la cooperación internacional. También se está desarrollando un fondo de
inversiones para invertir en programas y proyectos lucrativos en estos
países. Mover el dinero. Tenemos un banco en Holanda interesado en
invertir en este fondo. Se está en un momento de aprendizaje. Más
adelante la cooperación podrá ser mixta: una parte del Gobierno y otra
de individuos o de la sociedad civil y una tercera parte con el fondo de
inversiones o un tipo de joint venture (empresa conjunta). En Brasil o
Bolivia u otro país se buscará contrapartes locales.
— ¿Cómo eligen prioridades?
— A ICCO ya le tocó priorizar de manera extrema. Y veo que en Bolivia
van a seguir en temas de desarrollo económico, en justicia, en derechos
humanos y seguridad alimentaria. Y los modelos de financiamiento van a
ser diferentes en cada uno de esos programas. Visité Naturaleza
(producción orgánica de té) en Cochabamba y están pensando en comprar
acciones u otorgar créditos.
— Otra lógica de mirar el desarrollo económico.
— En proyectos más pequeños hay que ver las maneras de apoyar programas
y proyectos que tengan como objetivo la autosuficiencia de los
productores o trabajadores, como en las comunidades rurales que apoya a
Sartawi en Bolivia (riego, capacitación, desarrollo justo).
— ¿Después de cinco días en Bolivia qué puede resaltar?
— Mi primer pensamiento es personal: siempre que estoy en esta parte
del mundo me siento muy bien, muy cómoda. Con relación al trabajo, creo
que estamos entrando en otra fase de la cooperación entre países y que
es mucho más importante buscar el cómo nos vamos a involucrar y qué tipo
de relación vamos a tener; que sea una win-win o partners (socios). No
hay un modelo sino diferentes porque con un programa de derechos
humanos hay que buscar otro tipo de financiamiento que para uno de
economía y justicia o de agricultura. Y lo que llevo a casa es saber que
en esta región, en los países hay bastantes oportunidades para hacer
muchas cosas en este tipo de relaciones.
— Entonces esta experiencia que tuvo en Bolivia servirá para generar
algún tipo de debate para una nueva forma de mirar la cooperación...
— Creo que es muy importante, que vamos a retomar el debate en Holanda.
Es que cuando se habla de la cooperación hay una idea de que los países
de medio ingreso como Bolivia, Brasil, ya no necesitan, entre comillas,
de esta cooperación de los países nórdicos. Viendo lo que está pasando
aquí creo que no es una buena vista porque hay muchos espacios para la
cooperación, pero de modo distinto. Es un gran desafío para los
gobiernos cerrar las brechas de la pobreza. Lo que me gusta de Bolivia
es que tiene una tierra muy rica para su propio mercado y para la
exportación, como la quinua. Esta es una nueva forma de cooperación.
Esto es algo que voy a llevar al debate en Holanda y seguir
relacionándose con países de ingreso medio porque todos podemos
aprender.
— Bolivia tiene
bolsones de extrema pobreza, ¿es una responsabilidad compartida cumplir
con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)?
— Se ve que es un país que está creciendo muy bien y hasta mejor que mi
país, pero también se ve que hay problemas estructurales que tienen que
ver con la pobreza. Si estamos en este mundo juntos hay que ver cómo
utilizar las diferentes capacidades para tratar de solucionar este
problema.
— ¿Más productos orgánicos a buen precio para Holanda?
— Hay productos perfectos para la exportación. El té, el vino boliviano
son muy buenos y no sólo las materias primas que tienen puntos
positivos y negativos.
Perfil
Nombre: Pauline Meurs
Profesión: Socióloga
Cargo: Presidenta del Consejo Asesor Internacional de ICCO & Kerk In Actie
Especialista en desarrollo
Su padre era diplomático. Ella nació en Francia, luego vivió en México,
Brasil y Colombia. Regresó a Holanda para estudiar Sociología en la
Universidad Erasmus. Hoy es miembro del Senado holandés por el partido
socialista (PvdA). Desde 2009 es presidenta del Consejo Asesor
Internacional de ICCO. Comenzó su carrera como investigadora en la
Universidad Leiden del Estado y desde entonces trabajó como asesora para
varias organizaciones públicas. Fue miembro de la comisión que
investigó el estado del programa de cofinanciamiento para la cooperación
al desarrollo en 2002.
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