“Por estas épocas yo iba a buscar empleo a la
ciudad. Hoy tengo trabajo y busco trabajadores para que me ayuden y ya
no voy a La Paz a ser cargador o albañil”, afirma sonriente Wilfredo
Mamani Flores y ofrece lechugas crespas, recién cosechadas.
Él nació en Jucuri. “Lugar de las lechuzas” significa el nombre aymara
de una de las 27 comunidades del municipio de Calamarca, a la que se
llega por un desvío en la carretera La Paz-Oruro que lleva al valle de
Sapahaqui. En esa ruta está la población donde habitan 40 familias
dedicadas a cultivar papa y forraje, verduras en carpa solar y elaborar
quesos y yogur. Su venta es exitosa y los ingresos que obtienen como
agricultores cambian sus vidas.
“La comunidad (el
lugar) era como un desierto, pero esto ha cambiado. El agua era lo
principal. Ahora se ven kiswaras (especie de arbustos), eucaliptos y
otros árboles”, retrata Antonio Quispe Ulo los cambios en el paisaje.
Un sistema de riego provocó este cambio. La Fundación Sartawi —que
recibe financiamiento de la organización no gubernamental holandesa ICCO
& Kerk In Actie— los apoyó, siete años atrás, en la construcción de
la toma de agua, canales y cuatro tanques de almacenamiento. Los
comunarios pusieron su mano de obra y ahora tienen agua para sus
domicilios, cultivos y carpas solares. Hace años, “en el POA (programa
operativo municipal) estaba el sistema de riego pero no se pudo hacer
porque no se logró justificar el caudal (del río) para construirlo”,
recordó Quispe.
Sólo en época de lluvias hay agua, el
resto del año sólo corren hilos de agua. “Buscábamos una institución
como ésta porque otras buscan poblaciones con más gente. Ahora ya tengo
cinco carpas y trabajo más feliz y más tranquilo. Ya no veo al cielo
para que llueva”, enfatizó Jaime Quispe.
Las
producción de las 27 familias se ha duplicado. Al año tienen seis
cosechas de hortalizas, dos cosechas de tubérculos (papa, camote, oca) y
no tienen problema para atender semanalmente la demanda de la empresa
Valle Verde, comercializadora que entrega el producto a las cadenas de
supermercados Ketal e Hipermaxi y al restaurante La Gitana.
“Esta es la lechuga señorita, la crespa y la lechuguita suiza que sale
embolsada a los supermercados de La Paz”, muestra Mamani. “Entregamos de
350 a 400 gramos en una bolsa, van de dos a cuatro cabezas de lechugas.
Vendemos a Bs 2, pero sé que en el supermercado venden a Bs 5 o Bs 6.
He preguntado”, afirma. Piensa en vender directamente pero sabe que no
es fácil porque a su trabajo debería incluir el transporte, la
negociación con el supermercado y la infraestructura para mantener las
lechugas frescas. “Nosotros hacemos que la lechuga dure hasta cuatro
días bien embolsada”, subraya. En su sistema de producción no utilizan
químicos. “Es comida sana”, asegura.
“En Jucuri
tenemos como unas dos hectáreas irrigadas. Los sistemas de riego están
intensificando la actividad económica de la comunidad”, afirma Wálter
López, ingeniero zootecnista que trabaja en Sartawi desde hace seis años
y también es responsable de la capacitación de los comunarios en temas
agrícolas, ganaderos y en construcción de establos.
“Hay 27 comunidades y nos han capacitado en el manejo de ganado
pecuario. Al menos el 70% estamos en gestión con el municipio para la
desparasitación de animales”, señaló Antonio Quispe.
“Me despierto a las ocho de la mañana a ordeñar la vaca, preparo la
leche, la hago hervir, hago queso. Luego me dedico a mis nietos. También
llevo a pastar a las ovejas, siembro o cosecho cebada. Vuelvo a
almorzar y en la tarde continúo trabajando. Tengo una sola carpa solar
para las verduras, tengo agua en la casa. Nos dormimos a las nueve, a
veces a las 11 de la noche”, relata Bonifacia Quispe de Aguilar cómo es
un día de su vida.
No tienen competencia y tienen
mercado seguro. Ella vende quesos y yogur a los compradores que pasan en
minibuses y camiones, que transitan en la ruta de Sapahaqui a La Paz.
“Gano unos Bs 20”. Si la venta fuera diaria obtendría Bs 600 al mes. Las
verduras también son su respaldo.
ICCO & Kerk In Actie y Sartawi
Desarrollo
Sartawi es una institución privada sin fines de lucro que promueve el
desa- rrollo en el área rural del altiplano boliviano desde 1985.
Trabajan con comunidades del altiplano boliviano en los departamentos de
La Paz, Oruro y Potosí.
Cooperación
ICCO & Kerk In Actie es una organización inter- eclesiástica
holandesa para la cooperación al desarrollo con 7 oficinas regionales.
En Sudamérica trabaja en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay,
Perú y Surinam.
Svetlana Salvatierra
Publicado en El Financiero, 30 de diciembre 2012
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