...mis fotos

A la izquierda Potosí y a la derecha Cochabamba, el río Caine es la frontera entre ambos departamentos...

14.1.13

Comibol busca industrializar las ‘tierras raras’

El inicio de operaciones de la fundición de Karachipampa, el “elefante blanco” que estuvo parado 28 años, es parte de los objetivos de inversión de Comibol en la reactivación de otras fundidoras para obtener metálicos y también “tierras raras”.
Bolivia exporta principalmente concentrados de los minerales y en menor cantidad metálicos que tienen mayor valor en el mercado internacional. En nueve meses del año pasado, las exportaciones mineras facturaron $us 2.727 millones, un 2% más que en 2011, a pesar de la caída de los precios internacionales, según datos estadísticos del Ministerio de Minería.
Para el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Édgar Pinto, invertir en plantas de fundición en el país es una prioridad para multiplicar los ingresos por la exportación de minerales considerados estratégicos.
En las fundidoras se puede obtener productos de mayor valor como minerales con mayor pureza y aleaciones. En el mercado internacional este tipo de productos tiene demanda en las industrias de tecnología moderna (chips, celulares, computadoras, maquinaria ultramoderna, imanes, resonancia magnética nuclear, etc.).   Por ejemplo, en los concentrados de minerales de zinc se van otros minerales que son considerados “impurezas” y por los que no se pagan, más bien disminuyen el valor, explicó la autoridad.
“Del zinc sabemos que la libra no sobrepasa el dólar, pero los acompañantes son los que tienen más valor. Todo mineral de zinc está acompañado de cadmio, indio, galio y esos valores ellos recuperan en sus fundiciones”, indicó. En el mercado internacional el valor del un kilo de indio está en alrededor de $us 600, mientras que la libra de zinc está en $us 0,88. Un kilo equivale a 2,4 libras. Por tanto, un kilo de zinc vale $us 1,5.
Esta es una de las razones por las que Comibol puso en marcha la fundición de Karachipampa. “La apuesta son los valores agregados que vamos a obtener, además del plomo y la plata. Lo malo es que no están en grandes cantidades, son gramos por toneladas; pero se va acumulando el producto”, subrayó Pinto.
El experto en metalurgia sostuvo que “al extraer plata también se va a recuperar oro y en el oro están pegados el iridio y el platino”. En la fundición de Vinto se recupera estaño, oro, bismuto, cobre y se hacen aleaciones de peltre con estaño y antimonio. La investigación y la tecnología para recuperar estos y otros metales se desarrolla en países de alta industria como Alemania y China.
Allí realizan aleaciones especiales y de metales obtenidos de las “tierras raras” para una diversidad de aplicaciones en tecnología moderna. En estos países, las inversiones buscan los lantánidos.
El nombre de “tierras raras” se da a un grupo de 17 elementos químicos: escandio, itrio y 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio). Otras clasificaciones incluyen a la serie de los actínidos: torio, protoactinio, uranio y diez elementos transuránicos (neptunio, plutonio, americio, curio, berkelio, californio, einstenio, fermio, mendelevio y nobelio), todos ellos poseen propiedades radiactivas.
“Con nuestros equipos en Karachipampa hemos hecho pruebas, en las que se lanza  el espectro de toda la tabla periódica y encontramos, por ejemplo, el cerio y el rubidio que sirven para crear aleaciones de alto poder”, dijo Pinto.
“Estos elementos están en el país y no le damos importancia. Estamos en lo tradicional: estaño, zinc, antimonio, plata, plomo, etc.,  y ellos están en los otros elementos”, expresó. Si bien existe el interés de mirar a este nuevo mundo del negocio de los metales, Pinto sostiene que “necesitamos inversión en tecnología. Si ellos (industrias e inversores) saben que sí tenemos (estos elementos), es un interés que va a servir para que mañana nos integremos con ellos y hagamos buenos negocios”.
El coltan es otro ejemplo. Es una aleación de tantalita y columbita. “Es el de mayor valor en el mundo y lo tenemos en el precámbrico (serranías de San Ramón). Nuestra próxima incursión como Comibol, en la siguiente gestión, tiene que entrar en la explotación de estos elementos”, manifestó. Sirve en la industria electrónica, algunos de sus compuestos resisten altas temperaturas y ataques de la corrosión. En Bolivia se encuentran en el departamento de Santa Cruz.  Comibol reabrirá este año la fundición de Catavi para tratar chatarra; también la de Huanuni.

La minería boliviana vive un proceso de desinversión
El libro Los dilemas de la minería escrito por Dionisio Garzón, Henry Oporto, Jorge Espinoza y Pedro Portugal revela que la nueva ley minera pretende subir las regalías y los impuestos por encima del 67% que se paga en la actualidad, hecho que haría inviable esa actividad productiva.                                                      
En una presentación a la prensa, realizada el año pasado, los autores señalan que el problema no es tanto la incertidumbre por la inestabilidad de los precios; ni siquiera es la lucha fratricida de las facciones de mineros (casos recientes de Colquiri y Mallku Khota). “La cuestión medular es la baja competitividad de la minería boliviana y el déficit de inversiones”, aseguran los autores, en el marco de estudios realizados por la Fundación Pazos Kanki. 
Sostienen que las escasas inversiones no permiten sustentar un desarrollo robusto y de largo plazo de la actividad minera. Precisan que en 2011, la minería mediana representó el 60% del total de las exportaciones mineras; en cambio, al primer semestre de 2012 su participación cayó al 48,7%, lo que supone que el país percibe menos ingresos fiscales.
“De hecho, la suma de la regalía que la minería mediana paga es el 66,6% del total nacional, más del doble de lo que el Estado recauda por ese concepto del sector cooperativo (28% del total). Comibol aporta el 5,1% de las regalías mineras”, según el estudio.


Edgar Pinto: ‘Necesitamos que vengan a hacer inversiones’

Es presidente de la Corporación Minera de Bolivia. Es orureño e ingeniero metalúrgico. Trabajó en la fundición de Vinto durante 15 años, en la Empresa Siderúrgica del Mutún (2007-2010) y participó en la preparación y puesta en marcha de la fundición de Karachipampa. En octubre del año pasado fue invitado a asumir la presidencia de Comibol.
— ¿Cuál es su principal de-safío?
— Esta oficina es más abierta. Estamos en la etapa en la que los trabajadores sean partícipes de la política minerometalúrgica, por eso están en nuestro directorio (Huanuni, Colquiri). En la nueva ley minera, este directorio va a ser estatal, ya no habrá cooperativistas. Ellos tienen que vigilar y ser protagonistas para que mañana nuestras empresas sean rentables y cuidemos nuestros  logros. En la nueva visión de la Comibol está que nuestros productos sean industrializados; llegar a la fase de los metálicos; y luego formar aleaciones que permitan darle mayor valor agregado. Así, vamos a tener mayor solvencia económica en el país. 
— ¿Karachipampa es un paso relevante en esta visión?
— Este año entra en operaciones después de 28 años (paralizada). Va a tener ajustes dependiendo del material del cual se alimente; están previstas (procesar) 50 mil toneladas de concentrados de plomo y plata. La minera San Cristóbal es la principal productora y sobrepasa las 300 toneladas día, luego están Porco y Bolívar con mayores contenidos de otras “impurezas”, y San Vicente y las cooperativas mineras de Potosí. Este caudal sobrepasa las 500 toneladas/día y la fundición de Karachipampa alcanza las 170 toneladas/día. Ahora estamos en la etapa del zinc en el país, explotamos (exportamos concentrados) y lo compramos en latón, calaminas, tenemos que ser productores de esos latones. Nuestro próximo paso es crear plantas modulares (fundidoras) de zinc. Las vamos a instalar en Vinto y Karachipampa. Y diseñaremos otras de acuerdo con las condiciones mineralógicas del país.
— ¿Está el presupuesto en la Ley Financial?
— Hemos programado cerca de $us 50 millones para Vinto. Y dentro de esta política estamos viendo que Vinto sea parte de Comibol, así vamos a tener integrada la metalurgia y la minería. Al hacer eso vamos a poder hacer inversión y será un verdadero complejo. Haremos aleaciones.
— ¿Y lo negativo?
— No tenemos recursos humanos. Sería interesante que las universidades retomen con fuerza estas carreras (Minería, Geología). En la época en la que era docente lo mínimo de alumnos que tuve fueron seis. Bolivia no tiene minería, decían. Pero, apenas un 18% hemos hecho exploración y prospección. Falta dinero y como país no podemos arriesgar mucho en ese aspecto, necesitamos que vengan otras empresas y países a hacer esa inversión.
— ¿Es factible?
— La necesidad del mundo es que haya minerales.
— ¿La nueva ley minera permitirá esta atracción?
— Va a salir una nueva ley de promoción a las inversiones y con esto vamos a garantizar jurídicamente que se respeten y si son de beneficio para el país, vamos a hacer buenos negocios. Necesitamos prospección, exploración y tecnología,

Svetlana Salvatierra
13 de enero 2013
Publicado en El Financiero

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias...

Buscar en este blog

...lo más leído del blog en un mes