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A la izquierda Potosí y a la derecha Cochabamba, el río Caine es la frontera entre ambos departamentos...

23.3.14

¡Gracias!

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
15 de diciembre de 2013

Un segundo ciclo cierro en La Razón este domingo. Me tocó vivir muchos cambios entre 2008 y 2013 desde esta sala de redacción. El primero fue que el suplemento Ejecutivos se transformó, y ahora es reconocido como El Financiero. La economía de Bolivia empezó a tener cifras positivas, y ahora hay anuncios de que seremos uno de los países que mayor crecimiento tendrán en esta parte del continente el próximo año.
El número de empresas también se incrementó, pero queda pendiente que sean más las del sector productivo, las que crean industria local, de exportación y empleo permanente y digno. Un dato interesante es que hay un poco más de clase media, pero me preocupa que los vulnerables de hoy, pobres hace un par de años, no pasen con rapidez a esa clase media. La extrema pobreza parece haber disminuido, es un tema complejo, pero si se mira desde los gobiernos locales, sin ajustarles los cinturones con normas y normas, la historia podría cambiar en poco tiempo. Esa sí que es cuestión de voluntad política, lamentablemente el próximo año es electoral.
La falta de seguridad ciudadana, el contrabando, el narcotráfico, la violencia contra la mujer y los niños están en la balanza, en la parte negativa que se lleva víctimas al cementerio y las miramos pasar cada día, y se suma un número más. Al ciudadano le toca ponerse más fuerte, como aquellos que le hemos declarado la guerra a los transportistas abusivos que quieren subir las tarifas unilateralmente porque desean un “aguinaldo” hasta de los que no recibirán ese beneficio. No quedarse callado debería ser hoy la consigna, y las redes sociales se ofrecen como una interesante plataforma de denuncia, diálogo, propuesta. Hay mucho camino.
Este espacio se acaba y debo agradecer a los bolivianos emprendedores, a los que pude entrevistar en estos años —y son los que me animan a tomar nuevos rumbos—, porque no pierden la fe en su idea de negocio; le ponen mucho empeño y esfuerzo para enfrentar crisis y bonanzas; y van creciendo de pequeños a medianos o a grandes empresarios, generando ese empleo digno necesario.
También debo agradecer al equipo de diseñadores, fotógrafos, periodistas y de otras áreas administrativas de este medio que aportaron a enriquecer mi experiencia y trabajo profesional cada día; a los cinco sentidos de Ryszard Kapuscinski, escritor y periodista polaco que insiste en que un periodista debe estar, ver, oír, compartir, pensar; y a la frase de Mabel Azcui Matos, Premio Nacional de Periodismo 2004, que al pasar por esta redacción nos sugirió: “Que no se te haga callo el corazón”.

80 mujeres de Caquiaviri tienen tienda de ropa

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
15 de diciembre de 2013

Unas 80 mujeres microempresarias del rubro de la costura cuentan ahora, en la plaza central del pueblo paceño de Caquiaviri, con un espacio comercial para exponer y vender sus productos y de esta forma incrementen sus ingresos familiares.
Caquiaviri está en la segunda sección municipal de la provincia Pacajes, a 86 kilómetros de la sede de gobierno, camino a Viacha. El domingo 24 de noviembre, el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos (EEUU), Larry Memmott, visitó esta comunidad donde se ejecuta el proyecto “Fortalecimiento de microempresas de costura para aumentar los ingresos de mujeres indígenas en zonas rurales de Bolivia”, del Departamento de Estado de EEUU, según el reporte de un boletín de prensa.
Memmott y el alcalde de Caquiaviri, Edwin Churqui, inauguraron la tienda en ese municipio.La Oficina del Secretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos Mundiales de la Mujer financió el proyecto, de 18 meses de duración, con un monto de 59.000 dólares que permitió crear ocho microempresas de costura con el objetivo de impulsar su organización y proporcionar oportunidades económicas a unas 80 mujeres rurales en La Paz.
Durante la ceremonia, Filomena Mamani, presidenta de la Asociación de Microempresas de costura Villa Anta, destacó el efecto social y económico positivo del proyecto implementado en esa zona. “Antes nos quedábamos en casa sin ingresos suficientes, pero ahora tenemos una manera de trabajar juntas para mantener a nuestras familias”, enfatizó.
En este evento también se lanzó la campaña “16 Días de Activismo contra la Violencia en Razón de Género”, que culminó el 10 de diciembre, indica el boletín. El objetivo de esta actividad está relacionado con demostrar que las oportunidades económicas también son una herramienta efectiva para luchar contra la violencia de género.
Memmott alentó a la comunidad a reflexionar sobre la importancia del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Por su parte, Rosemary Andrade, directora de la nueva Oficina para la Protección de la Mujer y la Niñez de Caquiaviri, destacó la relevancia de la lucha contra este flagelo de la sociedad, teniendo en cuenta cómo las mujeres de la comunidad pueden buscar ayuda en este espacio.
Contra la violencia
En la campaña contra la violencia a la mujer también se informó sobre las opciones que da la Oficina de Protección de la Mujer y la Niñez en la comunidad.

Trigo Consultores oferta al cliente marcar tendencias

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
22 de diciembre de 2013

La comunicación y el marketing son fundamentales en la construcción de la imagen de una empresa o institución; determinar soluciones estratégicas creativas, eficaces y actuales con esta finalidad son tareas en las que continuamente innova la firma Trigo Consultores.  
Elisa y Susana Trigo son profesionales reconocidas en este campo. En 2000 crearon su consultora con base en sus conocimientos y experiencia para brindar soluciones innovadoras.
Una serie de acciones efectivas para medio centenar de instituciones públicas y privadas les permitió, en 2005, iniciar una sólida relación con Llorente & Cuenca, compañía de comunicación líder en España y una de las de mayor presencia en América Latina. “La asociación con esta empresa nos permite estar al día con las últimas tendencias del mercado y contar con un know-how probado en experiencias similares, ya sea en contextos parecidos o diversos”, apunta Susana Trigo Sossa, directora del área de Marketing.
Enfatiza en que Bolivia, al igual que el resto de los países, experimenta una etapa de cambios donde las empresas e instituciones necesitan diferenciarse, posicionarse y/o mejorar su imagen pública; ampliar su participación de mercado, ser reconocidos como líderes y transferir información o conocimientos. En Trigo Consultores, las herramientas de marketing y comunicación que ofrecen se cohesionan para lograr resultados positivos y a fin de que los recursos económicos sean adecuadamente invertidos, indica la ejecutiva. “Con nosotros, todo plan de marketing se inicia con estudios y el análisis sobre el producto o servicio, el entorno, la competencia y aspectos inherentes a lograr los objetivos trazados por el cliente, y se trabaja dentro de un enfoque de marketing mix”, precisa.
“Desde el primer momento, la empresa imprime una filosofía de trabajo fundada en los valores de conocimiento, innovación, calidad, ética, honestidad, integridad y respeto por el cliente”, enfatiza Elisa Trigo Sossa, directora general de Trigo Consultores. En el área de comunicación, por ejemplo, propician movilizaciones ciudadanas para la mayor visibilización de una marca a fin de que exista una apropiación de ésta por parte de las audiencias clave, añade. El consumidor final es tan importante como el cliente.
Un personal estable
Alejandra Antezana, Susana Fukushima, Héctor Dávalos, Humberto Patty, Leonardo Saavedra, José Castellón y Gonzalo Vargas forman el equipo permanente.

Farmacorp emplea sistema que alerta sobre productos vencidos

La Razón Digital / Svetlana Salvatierra
22 de diciembre de 2013

Cada persona que entra en una farmacia de Farmacorp sigue una rutina diferente. La compañía lo sabe, pues hizo un estudio al respecto y halló que una prioridad del cliente es obtener productos no vencidos. Por ello, posee un sistema de alerta de inventarios.
La importancia de este asunto se convirtió en el principal objetivo de la atención al consumidor. “En Farmacorp no tenemos productos vencidos”, se emplea un software que permite contar siempre con productos y medicamentos en fecha, afirma el director de Marketing de la cadena nacional de farmacias, Gabriel Crespo.
Con apoyo de tecnología tienen al día sus inventarios, lo que les facilita conocer qué cantidad de unidades de determinado producto hay, tanto en su tienda de San Miguel de La Paz, como en la ubicada en el barrio del Urubó de Santa Cruz. De igual manera, el programa alerta de toda mercadería a punto de vencer.
La oferta de productos es variada, desde farmacéuticos e insumos médicos, hasta de cuidado personal, cosméticos, suplementos alimenticios y otros. En cumplimiento de la normativa, los separan por grupos para la exhibición en diversos ambientes. Farmacorp cuenta con 60 sucursales: 44 están en Santa Cruz, nueve en Cochabamba, cuatro en La Paz, dos en Tarija y una en Oruro.
¿Qué hacen con los ítems vencidos? “Los devolvemos al proveedor, hay políticas pactadas con ellos. Dos meses antes de que se venzan debemos enviarlos y los cambian por otros de más larga vida (un año) y nos giran una nota”, explica el gerente  de Logística, Andrés Krutzfeldt.
La compañía posee personal dedicado a la revisión permanente del sistema de inventarios. “Esto ayuda a dar la alerta al área de comercial para que empiece a mover un producto”, es decir promocionarlo para su venta, detalla. “El porcentaje de las devoluciones es de menos del punto ocho por ciento (0,8%). La mayor parte se vende”, enfatiza Krutzfeldt.
Las hijas y nietas de Osvaldo Gutiérrez Jiménez crearon Farmacorp, luego de años de competencia familiar entre dos boticas. Hoy es una moderna cadena que ofrece 15.000 productos farmacéuticos y otros relacionados a la salud, además de generar 1.200 empleos en toda su red.La forma de la sala, de los estantes de exhibición y la manera en que se disponen los productos es fruto de estudios que realizaron observando a sus clientes y la manera en que compran. “Al entrar a una sucursal, el 40% gira a la derecha, el 30% va directo al mostrador y el otro 30% va a la izquierda. ¿Dónde debemos exhibir los productos con más rotación? Pues a la derecha”, indica el jefe nacional de Salas, Saúl Vaca.
De esta forma, todos los ambientes están cuidadosamente estudiados para brindar la comodidad de compra al cliente. “La limpieza es algo que valoramos mucho porque ademas vendemos productos para la salud”, subraya.
El área para los medicamentos tiene la temperatura adecuada para evitar que pierdan sus propiedades. De la misma forma, su traslado cumple con normas de seguridad en todo el país.
En otras áreas de la farmacia, el armado está en función al denominado árbol de decisión del cliente. Se organiza generalmente por categorías, uso de producto y marcas. “Un consejo —dice Vaca— siempre se debe verificar la fecha de vencimiento del producto y se deben comparar los insumos que contienen los productos. Por ejemplo, con una barra de chocolate, si una tiene más azúcar y la otra más manteca de cacao, ahí hallarán las diferencias y costos, especialmente quienes cuidan su salud y buscan productos con menos azúcares”.

Premio Nacional a la Excelencia reconoce a 12 empresas exitosas

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra / 
15 de diciembre de 2013

Del 27 de junio al 30 de agosto duró la convocatoria para la postulación al Premio Nacional a la Excelencia Bolivia 2013 para el Vivir Bien. Se presentaron 115 empresas de todo tamaño. El jueves 5 de diciembre, cuatro empresas, de 12 finalistas, recibieron el Sello de Oro.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Mario Yaffar, destacó que se llevó adelante esta premiación bajo el liderazgo, en la comisión, de la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Teresa Morales. “Es una evaluación de esas instituciones y de la sociedad a quienes hacen un buen trabajo”.
Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Víctor Ramírez, destacó el esfuerzo de este sector para producir. “Este premio es un avance en la economía plural, que es la base productiva del país. Han participado 70 mypes”, dijo.
El premio cuenta con cuatro categorías y sellos de oro, plata y bronce. La primera incluye a las unidades productivas micro y pequeñas; la segunda, a la innovación productiva; la tercera, a las unidades productivas, medianas y grandes; y la última, a las unidades productivas públicas.
El sello de oro para las unidades productivas micro y pequeñas fue para Apícola del Bosque. Su representante, Claudia Domínguez, manifestó que soñaban con el premio. “La empresa está ligada a productores del país para ofrecer productos de calidad. Este galardón es un incentivo a las microempresas”, expresó.
En la categoría de innovación se premiaron enfoques creativos que dieran solución a una reducción de costos de producción, uso de técnicas ancestrales y de tecnología. Este año ganó Indulan, en la subcategoría de empresas innovadoras, con el sello de oro. Gabriel Arce Alarcón, su propietario, manifestó que son una nueva generación de empresarios. “Nuestro país está cambiando y somos la muestra, somos los nuevos empresarios surgidos desde el seno mismo de los obreros”. El yogurt con verduras y frutas ganó.
“El objetivo era construir un producto que use menos agua fresca, menos arcilla y que sea eficiente energéticamente. Redujimos 80% de agua, 30% de materia prima y hasta 10% en consumo de energía”, indicó Luis Fernando Laredo Arellano, del Complejo Industrial de Materiales de Construcción Laredo (Cimco Ltda).
También recibió muchos aplausos Federico Diez de Medina, de Enabolco, cuando se acercó a recibir el sello de oro. “El sector productivo genera empleo digno; quiero felicitar a los trabajadores ejecutivos y al sindicato, y decirles que es con el concurso de todos y cada uno de ellos que se consiguen estos resultados”.
Spectrolab marcó la diferencia en la noche de premiación. La gerente, Rosario Mena de Vascopé, destacó que hace 22 años el laboratorio de minerales y medio ambiente trabaja silenciosamente gracias a clientes leales en Bolivia, Argentina y Perú que los impulsan a seguir innovando.
Aportes de empresas en bolivia al empleo
El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural señala que existen 623.251 micro y pequeñas empresas (mypes) que generan empleo a 1.239.321 de trabajadores. El aporte al Producto Interno Bruto (PIB) es del 25% entre las pequeñas y medianas empresas (pymes).Respecto a las empresas medianas y grandes, esta cartera estatal indica que representan el 98,1% del total de las exportaciones. Incluye a 2.327 unidades productivas que ofrecen 423.107 empleos dignos.
Categoría uno
-Munaipata Café de Altura SA recibió el sello de bronce en la categoría de unidades productivas micro y pequeñas. Son unas 30 familias lideradas por mujeres que se dedican a la producción de café en Coroico.
-La empresa Bebidas Independientes obtuvo el sello de plata. La estatuilla fue recibida por Remo Antonio Baptista Rojas. Se dedica a la producción de cerveza artesanal Saya Beer.
-Apícola del Bosque, una mype cruceña, obtuvo el sello de oro. Claudia Domínguez Zapata, Elena Ágreda Farel y Tatiana Lizeth Ibáñez recibieron el premio. Ofrecen unos 30 productos naturales.
Categoría dos
-Indulan ganó el sello de oro por la innovación en la combinación de verduras y leches para producir lácteos con alto valor nutritivo. Ahora sus productos son parte del desayuno escolar en varios municipios.
-La Fundación Proimpa, de la regional Sucre, obtuvo el sello de plata por la investigación durante siete años de variedades de trigo biofortificado y lograr alcanzar dos nuevas, un logro científico.
-Proimpa Cochabamba trabajó en el altiplano y valles con productores de papa, quinua, verduras y otros con el fin de obtener biofertilizantes y plaguicidas. Ahora están registrados y garantizan la producción orgánica.
-Luis Fernando Laredo Arellano, del Complejo Industrial de Materiales de Construcción Laredo (Cimco Ltda), recibe la estatuilla de manos de la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Teresa Morales.
Categoría tres
-Coronilla fabrica fideos de quinua y recibió el sello de bronce. Fundada en 1972, tiene un modelo de gestión ecosocial. El 85% del personal es femenino y 10% con capacidades diferentes.
-Laboratorios Bagó en Bolivia produce 110 productos, trabaja con 450 personas en el país y provee de ingresos a 800 familias. Recibió el sello de plata. Inició sus actividades comerciales en 1974.
-Enabolco es una empresa especializada en construcciones metálicas, galvanizado y fabricación de vigas de acero. Compite con empresas extranjeras. Cuenta con personal calificado y maquinaria de punta.
Categoría cuatro
-Sello de plata. La Empresa  de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) fue creada en 2007), es pública, nacional y estratégica; busca estabilizar la canasta básica, incrementar la producción y construir una reserva estatal de alimentos.
-Sello de oro. Spectrolab es un laboratorio de análisis químico de la Universidad Técnica de Oruro. Durante 22 años de funcionamiento generó ingresos con sus servicios y no contó con presupuesto universitario. Mantiene   la innovación de sus equipos.

Camet, negocio que pasa a los nietos

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
15 de diciembre de 2013

De tres a seis meses toma fabricar una carrocería para un microbús. Camet prefiere optar por el mayor plazo para entregar un producto de calidad que incluye parabrisas de seguridad, fabricados por otra industria de la familia Crespo, Favilam SRL.
“Somos una empresa familiar que trabaja hace 25 años en carrocerías metálicas. Yo soy la tercera generación y me dedico a la planta, producción y logística”, explica Frank, nieto de Erasmo Crespo, hijo de Wilfredo y sobrino de Carlos Crespo.
Recuerda que Camet inició con una inversión de 10.000 dólares, con un financiamiento bancario, y que ahora tiene un patrimonio de un millón de dólares y un equipo de 25 empleados permanentes. “Empezamos con la fabricación para los micros Dodge y ahora producimos todo tipo de microbuses, carrocerías especiales, para transporte de carga y otras”, detalla Crespo.
La industria automotriz en Bolivia, en la rama de buses y microbuses, se remonta a 1966 con el funcionamiento de la empresa Camena, que cerró en 1980. En 1988, Erasmo Crespo Meave asume el reto de restablecer la fabricación de carrocerías con Camet, Carrocerías Metálicas SRL.
“Ahora se tiene bastante maquinaria para fabricar carrocerías y las usamos. Llevamos la batuta en el país, sacamos un modelo y seis o siete meses después, otros lo imitan”, afirma el empresario.
Explica que su producción es de 30 microbuses al año y otro tipo de carrocerías como furgones. En estos 25 años fabricaron unas 2.500 carrocerías, sólo para microbuses. En El Alto se abrieron unos 15 pequeños talleres que buscan hacerles la competencia.
En Cochabamba está Mopar, que sería su principal competidor en el rubro, pero esta compañía atiende ese mercado, además de Potosí y Sucre. Camet está posicionada en los de La Paz y El Alto.
“Se puede carrozar sobre cualquier tipo de chasis que cumpla con ciertos requerimientos de resistencia, dimensiones”, precisa. Generalmente adquieren chasis de camión y sistema mecánico de Nissan Cóndor y sobre éste construyen la carrocería. “Son los que mejor aceptación han tenido entre los transportistas”, asegura.
La seguridad y el confort son importantes. “Los fabricamos de acuerdo con normas internacionales. Por ejemplo, en los laterales utilizamos vidrios templados (los que se hacen trizas en trozos pequeños) y en los parabrisas, vidrios laminados (los fragmentos se quedan pegados entre sí). No-sotros y Mopar usamos estos materiales”, enfatiza con orgullo.
Otro aspecto de seguridad está relacionado a las dimensiones de la carrocería que respeta el centro de gravedad del vehículo. “Esto significa que no sean muy altos y que no bambolee en un camino dificultoso”. Respecto a los faros delanteros señalan que son homologados con luminiscencia y alcance ideal para transitar en una carretera. “No usamos los que se vean bonitos”, aclara.
Respecto a los interiores, los asientos son de diseño ergonómico y fabricados por Camet. “Así aseguramos que es un producto de calidad y no perdemos la imagen de buena calidad”. Sin embargo, la mayor preocupación es el diseño estructural.
Crespo manifiesta que ya identificaron los puntos más frágiles cuando se produce un choque y sus diseños cuidan que se tenga el menor impacto cuando hay un error humano en la conducción.
Él es ingeniero industrial, titulado en la Universidad Mayor de San Andrés y es responsable del área de diseño de la carrocería. Su prima se ocupa de Favilam Bolivia SRL, creada hace cuatro años y dedicada a la fabricación de parabrisas de seguridad laminados; exportan al mercado estadounidense. Pronto inaugurarán una planta de vidrio curvo, para atender al sector de la construcción.

Lenny Valdivia:‘En la época de la Colonia había una ausencia total de regulación’


La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
15 de diciembre de 2013

— La Asfi decidió invertir en  la publicación del libro Historia de la regulación y supervisión financiera en Bolivia (dos tomos). ¿Cuál el objetivo?
— Realizamos este trabajo porque desde la Asfi hemos querido  dejar un testimonio de lo que fueron 85 años de regulación financiera (tomo II de 1985 a 2012). Antes de éste no había un documento histórico tan completo de lo que ha sido la regulación y supervisión en Bolivia. En 2002 se intentó hacer un documento y fue más de carácter técnico. Hay que resaltar que abarca desde 1750 (tomo I), antes de la fundación de la República, hasta diciembre de 2012 e incluye el proceso de la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional. Es el primero que se hace en la Asfi. El relato histórico contextualiza la supervisión y regulación en el marco de la coyuntura nacional. No contiene la nueva Ley de Servicios Financieros. Pronto serán presentados públicamente y enviados a las facultades de Economía y bibliotecas nacionales.

— ¿Cuándo nació la idea?
— En la Asfi tenemos una dirección de estudios y publicaciones con recursos humanos invaluables. Hace dos años realizamos convocatorias internas para que empezaran a producir  ensayos y a raíz de ello se decidió hacer este trabajo. Luego se lanzó una convocatoria y se contrató a tres investigadores, historiadores. Realizaron el trabajo en un año.

— ¿Cuál fue el tema que más le llamó la atención?
— Hay varios aspectos interesantes sobre lo que fue la regulación. Por ejemplo, en la Colonia había una ausencia total de regulación. Así empieza  nuestra historia, sin regulación. El primer banco era extranjero, el Banco de San Carlos era una entidad que vino a fomentar la minería en Potosí, que estaba en auge. En 1867 se crea el primer banco del país: Banco Boliviano. Luego, el Banco Nacional de Bolivia (BNB) podríamos decir que fue el segundo en el sistema financiero nacional y absorbió al Banco Boliviano; hoy es una de las entidades más sólidas.

— ¿Y después de la Colonia?
— El sistema financiero estaba muy ligado al manejo político del país. Mucha gente vinculada al ámbito político ha terminado  dirigiendo entidades financieras y eso nos lleva a concluir que el manejo de la política crediticia en ese tiempo tenía un matiz político, era discrecional, podríamos decir. Después del gobierno de Hernán Siles Zuazo, el tema de la inflación ha afectado al sistema financiero, la confianza del público se ha ido perdiendo y provocando que el dólar vaya cobrando fuerza con relación a la moneda boliviana; este hecho se ha revertido hoy con mayor predominancia. Otro aspecto es que los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial tenían un peso importante en las definiciones políticas, económicas y financieras. Se liberaliza la economía y con ello las tasas de interés, eso significaba que el Estado tenía menos posibilidad de intervenir en el sistema financiero, dejaba que todo se regule por el libre mercado. Esa medida acarreó consecuencias. Hoy la diferencia es que existe un capítulo específico sobre política financiera y establece que el Estado es el rector del sistema y criterios básicos que rigen: igualdad para todos los bolivianos y bolivianas, solidaridad, distribución y redistribución equitativa. Con la actual Ley de Servicios Financieros el enfoque ha cambiado en cuanto a las tasas de interés, quién regula y fija niveles mínimos de cartera y de tasas para sectores estratégicos.

— ¿Y sobre el rol de las superintendencias?
— Hay un cambio que se está dando. En determinado momento se da una independencia casi absoluta a la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras, definitivamente no estamos de acuerdo. En esa etapa la regulación se la hacía desde la autoridad y hoy nos enmarcamos en las políticas públicas. Son aspectos que no podríamos dejar de coordinar con base en las atribuciones que tiene el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el Banco Central de Bolivia y la Asfi.

— ¿Parte de esta historia  tiene que ver con grupos de políticos que manejaban la autoridad de regulación?
— Así es. En otros gobiernos se vio a la autoridad como un brazo de la banca. Los que venían a trabajar a esta institución era gente que provenía de la banca y eso lo empezamos a revertir. Si bien es importante el manejo del sistema financiero, creemos que hay un conflicto de intereses en cuanto a que un regulador momentáneamente venga a dirigir una entidad y realizar medidas a favor de la banca. Esto ya no ocurre y los servidores públicos saben que hay un enfoque de servicio cuando emitimos una norma y velamos por su aplicación. Ya no pensamos en cuál va a ser el perjuicio para la banca, sino cuál va a ser el beneficio para los consumidores financieros.

— ¿Qué desafíos marca a la Asfi conocer esta historia?
— Un aspecto fundamental es que en un país es importante el sistema financiero, pero la regulación es importante por su connotación social y porque promueve el desarrollo humano y ayuda a luchar contra la pobreza.


Perfil
Nombre: Lenny Valdivia Bautista
Nació: 13-08-1968
Profesión: Abogada
Especialista en gestión pública
Además de ser docente universitaria y tener una maestría en Derecho Administrativo, Lenny Valdivia cuenta con posgrados en Ética Pública, Transparencia y Anticorrupción; especialización en Servicios Públicos; Derecho Procesal Penal (Sistema Acusatorio); y Descentralización y Gestión Pública. A lo largo de su carrera se desempeñó como directora jurídica del Servicio Nacional de Caminos Residual, directora jurídica del Servicio Nacional de Caminos (SNC) en liquidación, asesora del liquidador del SNC en liquidación, directora jurídica del Servicio Nacional de Caminos en liquidación y jefa del Departamento de Gestión Legal a.i. de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), entre otros. Es Directora de la Asfi desde abril de 2011.

Karlovy Vary, 20 años en el país y lanza su sitio web

 La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
08 de diciembre de 2013

Galería Karlovy Vary cumple dos décadas en Bolivia comercializando artículos de porcelana y cristalería fina. Y este mes se acerca más al público al presentar su sitio en internet  www.galeriakarlovyvary.com.
El nombre corresponde a una ciudad balnearia en la República Checa, que queda a 130 kilómetros al oeste de la capital Praga. La región que rodea a Karlovy Vary se llama Bohemia y es aquí donde se produce gran cantidad del cristal más luminoso y transparente del mundo, destacan en el sitio web, que ya tiene unos 8.000 likes (me gusta) en la red social Facebook.
“La porcelana de Karlovy Vary es reconocida en el mundo como porcelana dura. Esto significa que en la fase final se cuece a 1.410 grados centígrados. No es común en otras fábricas de porcelana europeas, que suelen cocer esta loza fina a 30 o 40 grados menos. También el diseño es específico. La porcelana checa tiene su forma y decorados especiales”, detalla en un boletín de prensa Patricia Reznicek, gerente general de la empresa creada en Bolivia en 1993.
“A la par de la evolución de los gustos cada vez más exigentes de los bolivianos, los productos de Karlovy se han convertido en un referente de calidad para otras empresas comerciales”, señala la gerente regional en La Paz, Patricia Valdez.
“El público boliviano es exigente en cuanto a calidad y valora el buen gusto en la selección de objetos para el hogar”, añade.Para acercarse a más clientes, decidieron abrir un espacio en internet donde hay información sobre los artículos disponibles, así como comprar o depositar una cuota para paquetes de regalos para casamientos y otros eventos. Además cuenta con un bloque con detalles sobre las bodas, recomendaciones de protocolo, entre otros servicios de uso práctico. El link para recetas está en construcción.
El boletín de prensa detalla que entre la diversidad de productos que ofrecen en las galerías de La Paz y Cochabamba están las vajillas para 12 personas, juegos de té y adornos en general importados de la República Checa, que se mantienen en stock permanente para reponer las piezas que llegaran a faltar en las colecciones de sus clientes.
En cuanto a cristalería, en Karlovy Vary se encuentran vasos, floreros, candelabros, figuras y fuentes hechos de cristal de roca de Bohemia, que es mucho más brillante y resistente que el vidrio debido a que sus componentes son de mayor calidad. “Resuenan con mayor sonoridad que el vidrio”, apunta Reznicek.
Unos 2.000 productos están en la oferta de la galería. Entre otras marcas los manteles Karsten, de Brasil; cubiertos Oneida, de Estados Unidos; y vidrio de alta resistencia al calor.

Edgar Guardia:‘Cambiar la mentalidad del productor fue, muchas veces, lo más dificultoso’

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
08 de diciembre de 2013

Edgar Guardia. Es director ejecutivo de Fundación Valles desde su creación, al inicio de este siglo, y destaca que introducir nuevas técnicas y tecnologías para mejorar los cultivos fue un largo proceso donde el diálogo fue importante para enlazar con las tradiciones ancestrales. El siguiente paso consistió en fortalecer las asociaciones de productores, algunas de las cuales se han convertido en empresas exportadoras que no necesitan de intermediarios. El logro principal es el incremento en los ingresos familiares de 62.500 hogares.

— En estas tres décadas de trabajo, ¿qué cambios observa en el desarrollo agropecuario?
— Con subidas y bajadas. En DESEC trabajé mucho en el incremento de rendimientos en cultivos, como el de la papa en las provincias de Tiraque y Carrasco, y apoyo al fortalecimiento de asociaciones, especialmente en la creación de la empresa de semilla de papa SEPA (una sociedad anónima mixta entre Cosude, IBTA, el Ministerio de Agricultura y ASAD) que hoy sigue produciendo. También trabajamos en el área forestal en manejo de suelos, plantando especies de protección contra el viento y la erosión, y con fines comerciales.
En la Fundación Valles, el trabajo fue más intenso y tuvimos la suerte de tener financiamiento para los programas de creación de valor agregado a los productos primarios. Los productores que no contaban con acceso a servicios bancarios ahora están integrándose. Tienen enlaces con empresas urbanas para vender productos. Tienen alianzas con proveedores de material vegetal. Tienen ruedas de negocios, servicios de información de precios y otros que se han desarrollado para los pequeños y medianos negocios agroempresariales con el fin de que sean más competitivos en los mercados nacionales y extranjeros.

— ¿Cuáles cultivos han mejorado en estos años?
— En la fundación hemos priorizado dos categorías de cultivos. Por un lado los tradicionales, que tenían deficiencias. En la cadena de la cebolla (por ejemplo) había mucha pérdida en la poscosecha, cerca del 40% de su producción por malas prácticas y manejo, lo que luego se redujo al 10% con un impacto significativo en los ingresos de los productores. También se trabajó con ají y maní, durazno y uva de mesa, tanto en cultivo, como en procesamiento y acceso a mercados. En los cultivos no tradicionales está el orégano, empezamos en 2002, en Chuquisaca centro, y ahora hay una empresa, UNEC, que está exportando unas 200 toneladas de orégano deshidratado a Brasil. Otros cultivos importantes son los de frutillas y arándanos, los cortes de flores como los lilium, gerbera y otras especies con amplio valor de mercado.

— ¿Qué fue lo más difícil?
— Muchas veces lo más difícil fue cambiar la mentalidad del productor. Para empezar, es un productor que sabe lo que hace y por varias generaciones lo han estado haciendo en familia y tiene ideas preconcebidas. No se pueden minimizar sus conocimientos ancestrales. A veces es difícil convencerlo de que haya un cambio en el uso de otras técnicas de poscosecha o bolsas de empaque más eficientes. El agricultor tiene resistencia al riesgo, con toda razón, le va a costar algo de dinero e implica riesgo. Pero cuando ha visto que el cambio es bueno, vuela y los vecinos empiezan a copiar porque ven que funciona.
Otras situaciones difíciles tienen que ver con el minifundio (una o menos de una hectárea), acceso a mercados por falta de  caminos y de información. Lo importante es encontrar nichos de mercado en los que se puede ser competitivos, como el maní y ají orgánicos, donde tenemos ventajas comparativas. Es difícil exportar frutas porque los países vecinos ponen barreras sanitarias muy fuertes.

— ¿Cuántos agricultores cambiaron su mentalidad?
— En 12 años de la Fundación Valles trabajamos con 62.500 familias de pequeños productores en zonas pobres del altiplano, valles y Chaco; en 80 municipios de los 339. El único departamento en el que no hemos trabajado es Pando. Logramos elevar los ingresos vinculados con la capacidad de la cadena en 80%. Si un agricultor ganaba 100 bolivianos, ahora gana 180, en la cadena de cebolla; varía de cadena a cadena. Esto impacta en los ingresos del hogar en 54%. El impacto fue masivo.

— ¿Como están organizadas estas 62.500 familias?
— Generalmente están agrupadas en asociaciones de productores. Esto facilita la asistencia técnica, las capacitaciones y hasta la adquisición de insumos más baratos. También trabajamos con micro y pequeñas empresas, empresas asociativas rurales y productores individuales. En la cadena del maní logramos crear una sociedad de responsabilidad limitada para que ellos exporten directamente; un logro enorme. Eso no ocurre de la noche a la mañana, se necesita de una empresarialidad formal capaz de asumir toda la logística de exportación y todas las buenas prácticas que exigen los clientes afuera, como la certificación orgánica, buenas prácticas de manufactura y 1.000 requisitos que ponen.

— ¿A cuántas empresas agrícolas ayudaron a formar?
— También se creó una empresa de flores en Cochabamba (Bella Vista, Quillacollo) que hace ensayos de exportación, antes lo hacían a través de intermediarios. Con el programa de Desarrollo de Empresas Rurales, financiado por la Embajada de Dinamarca en Bolivia, en esta tercera fase (el DER empezó en 2003), se trabajó con 978 productores individuales —productores de durazno que mejoraron el mocochinchi con sistemas de deshidratación  limpio y eficiente—; con 19 empresas asociativas rurales a las que les faltaba equipamiento productivo y estar listas para crecer; y con ocho mypes familiares dedicadas a viveros, hortalizas y otros.



Luis Acosta: Después de 14 años de inactividad, se reactiva la investigación estatal agrícola

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
08 de diciembre de 2013

— De especializarse en mejoramiento genético saltó a la agroecología
— La genética es importante para desarrollar y mejorar el cultivo. De ahí parte todo. Conocer el método de reproducción de cada una de las especies es clave. Luego se tiene que hacer un balance entre los factores y la producción, y proteger el medio ambiente con sistemas de producción agroecológica, una producción sostenible en función al tiempo. Es necesario conocer la composición florística.

— ¿Qué significa esto?
— Nuestro país tiene 48% de bosque a pesar de que deforestamos 200.000 hectáreas por año y la composición florística significa que las especies buscan su equilibrio, como nosotros buscamos la felicidad. Hay un estrato arbóreo (árboles), uno arbustivo (arbustos) y los pastos. Cuando vamos a sembrar no pensamos en eso y le tiramos todo el bosque, cuando hay especies que deben quedar para retroalimentar al cultivo. 

— ¿Y en el caso de la quinua?
— Consideramos importante el manejo de los suelos. El cultivo de quinua es milenario y para producirlo se necesitan componentes importantes como el nitrógeno y éste se obtiene de fuentes inorgánicas y también de orgánicas como la vegetación. Necesita de un balance nutricional de nitrógeno, fósforo y potasio, y esto va acompañado de mejoramiento genético.

— ¿Y cuál es el rendimiento de los cultivos de quinua?
— Somos el centro del origen de la quinua, pero nuestros rendimientos son bajos. Podemos mejorar con tratamiento genético, variedades que superen una o dos toneladas por hectárea. Hoy estamos con 800 kilos promedio; tenemos la mayor superficie cultivada del mundo (104.000 hectáreas) podemos producir más.

— ¿Ayuda la información que hay en el banco de germoplasma de Cochabamba?
— El banco de germoplasma ha estado manejado por manos privadas hasta 2010. Con la Ley de Revolución Productiva 144 se le atribuye al INIAF manejar todos los recursos genéticos del país. Estamos en el plan de transición, de creación del banco. Ahora tenemos 15.000 accesiones (semillas).

— Antes se ocupaba el Estado y había varios centros en el país, ¿qué pasó?
— En la época del IBTA, creado en 1975 y que funcionó 25 años, se crearon bancos de germoplasma en 40 estaciones experimentales, una de ellas era la de Patacamaya, donde estaban los granos de quinua y otros andinos. Luego se creó el SIBTA, que a través de la ley de descentralización participativa pasaba las estaciones experimentales a las prefecturas (hoy gobernaciones), y eso fue un error tremendo. La gente que se ha hecho cargo no conocía de esta riqueza de los recursos genéticos del país y no les interesaba el trabajo de 25 años que realizó el IBTA. Yo estaba en Argentina y el comentario era que en Bolivia estaban cerrando la investigación. Cerramos la investigación 14 años. Ahora cerramos ese paréntesis.

— ¿Cuál el perjuicio?
— Los rendimientos bajos de los cultivos. Un ejemplo: la papa tiene un rendimiento promedio de 5,5 toneladas por hectárea y el promedio en América Latina está en 30 toneladas. 

— Tampoco hubo políticas agropecuarias efectivas...
— Dejaron solos a los productores. Ahora no estamos en cero y estamos partiendo de esta información valiosa.

Perfil
Nombre: Luis Acosta
Profesión: Economista agrícola
Cargo: Director  Ejecutivo del INIAF
Doctor en desarrollo sostenible
Nació en la comunidad de Oroza, en la provincia tarijeña Arce. “Aprendí en una escuelita rural cuando todavía no había luz y ése es mi orgullo”. Es agrónomo titulado en la Universidad Juan Misael Saracho. Tiene maestrías en mejoramiento genético en la Universidad de Wisconsin y en la Universidad del Sur en Argentina. Su doctorado lo realizó en la Universidad de Costa Rica, en Iowa (EEUU). Es PhD en sistemas de producción y desarrollo sostenible.

Investigan 1.007 variedades de quinua para nuevos cultivos

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
08 de diciembre de 2013

Cuando va al mercado, halla una diversidad de arroces a precios diferentes, el de grano largo vale más. La quinua real es grande y cara; el reto es obtener otras variedades para cultivarlas e industrializarlas en otras ecorregiones. Hay 1.007 que son investigadas.
En ese afán está el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF). Cuenta con un financiamiento de 53 millones de dólares para ser utilizados en cinco años, en un presupuesto plurianual. Unos 20 millones serán destinados sólo a la investigación, el resto a la asistencia técnica y producción de semilla genética.
Hay diez programas dedicados a investigar, uno de ellos es el programa nacional de la quinua. Todos deberán ser ejecutados hasta 2016; empezaron en 2012, indicó el director nacional de Investigación e Innovación, Luis Acosta.
Ocho programas buscan el mejoramiento genético que incluye subprogramas para el desarrollo de variedades de semillas (quinua y otros granos, tubérculos y verduras), el incremento en el rendimiento del cultivo en la misma superficie, el manejo agronómico, la producción de semillas básicas, la inversión en recursos humanos y el equipamiento de laboratorios.
En el proceso de investigación, deberán cuidar la compatibilidad con estrategias contra la degradación del suelo y manejos ancestrales de cultivos que, como en el caso de la quinua, establecen una simbiosis entre la quinua, los camélidos, los tolares (vegetación) y el agua, escasa en el altiplano. Los quinueros ecológicos  hacen esto. Son la mayoría de los 70.000 productores de quinua real en municipios de Oruro y Potosí, aledaños a los salares de Coipasa y Uyuni, respectivamente. El dato oficial de cuántos son depende de los resultados del censo agropecuario que lleva adelante el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para ello, el equipo de investigadores del INIAF avanza en la caracterización de variedades de quinua en ecorregiones fuera del altiplano sur —donde cultivan las quinuas reales con gran demanda en mercados de Estados Unidos y Europa— como en el altiplano central (La Paz principalmente), valles y trópico (donde ensayan con las quinuas tropicalizadas).
Cuentan con los granos del banco de germoplasma boliviano, ubicado en Tolarapa (Cochabamba), que reúne a 3.100 variedades de granos de quinua, de los cuales 2.800 son originarios del país y el resto son nativos de países vecinos y los que se cultivan en otros países del mundo.
De esa cantidad, hay 1.007 granos que están siendo estudiados para determinar sus características y luego producir semillas que el mercado precise. Serán materia prima potencial para satisfacer la demanda de industrias de harinas, fideos, bebidas energizantes y cualquier otro producto de quinua que se cree.
Los productores semilleristas también podrán vender al mundo el grano de oro andino; así como se adquieren semillas de otros alimentos que se cultivan y venden en los mercados locales. “La quinua real es difícil que compita con otras variedades porque sus características son únicas por su ecosistema”, enfatizó Acosta.
Interesantes son los datos que registra el banco de germoplasma, que hoy recupera el INIAF. Hay 470 variedades de quinua de  Potosí, 629 de Oruro, 1.007 de La Paz y otras de Tarija y Chuquisaca. No todas son de la real.
“Cuando terminemos la caracterización de las 1.007 de La Paz, vamos a saber a qué ecotipo pertenecen”, precisó. Harán el proceso de evaluación en campo, sembrarán los granos, determinarán las características de la raíz, tallo, hojas, grano. Luego efectuarán la evaluación molecular del contenido y lo clasificarán.
Esta información se recupera después de 14 años que la investigación estatal no funcionó, aclaró Acosta y señaló que tienen aliados estratégicos en las fundaciones Proimpa y Fautapo, que avanzaron en investigaciones durante estos años. “Nosotros solos no vamos a poder hacer todo”, dijo.
Respecto al equipo de investigadores, el INIAF ha lanzado convocatorias para contar con los expertos en quinua de Bolivia. “Nos está costando formar equipo a nivel de estudios doctorales. Sin embargo, hay personas valiosas como Eddy Morales y Alejandro Bonifacio, formado en el IBTA. Ahora hay que formar a nuevas generaciones para que enfrenten los retos climáticos”, subrayó.
Respecto al programa nacional de la quinua, explicó que el principal objetivo es desarrollar tecnologías orientadas al manejo integral del agroecosistema de la quinua que contribuyan a la productividad y rentabilidad  de la especie. Debe obtener variedades con alto potencial productivo, prácticas y tecnologías de manejo ecológico de plagas de insectos, validar tecnologías de mecanización, optimizar el uso de energía y proveer de semilla básica de variedades nativas y comerciales.
Hay siete variedades de quinua registradas
El INIAF tiene siete tipos de semillas de quinua inscritas en el Registro Nacional de Variedades, todas son reales. En Cochabamba anuncian que duplicarán la superficie cultivada con variedades de quinua.
“Tenemos un catálogo de las  variedades de quinua real registradas, donde están la blanca real puñete, la huallata, la toledo, la pisanck’alla, la blanca dedo y la pandela”, detalló el director nacional de Investigación e Innovación del INIAF, Luis Acosta. Trabajan en el registro de otras variedades.
La semana pasada, el director del Servicio Departamental Agropecuario de Cochabamba, Rubén Paichucama, informó que se elaborará un proyecto para duplicar las 1.000 hectáreas de quinua cultivadas en esa región del país hasta 2020; según difundió la agencia estatal de noticias ABI.
El proyecto será elaborado a partir del próximo año con base en un estudio técnico, económico, social y ambiental, cuya inversión está calculada en casi 17 millones de bolivianos.
Adelantó que empezaron con la recolección de 15 especies de quinua existentes en Chuquisaca, Potosí, Oruro y La Paz para su adaptación en distintos pisos ecológicos en los valles Alto, Central y Bajo, y el Conosur de Cochabamba. Esperan seleccionar una variedad específica para recomendarla en las comunidades y producir 1,5 toneladas en el quinto año.
La próxima semana, el presidente Evo Morales efectuará el cierre del Año Internacional de la Quinua, en Oruro, que empezó el 20 de febrero.

La Agricultura Familiar celebra su año en 2014

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
01 de diciembre de 2013

El 80% de la producción de alimentos del mundo depende de pequeños agricultores, lo que representa un gran potencial para erradicar el hambre y conservar la naturaleza. Por ello, 2014 será el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF).
La declaratoria —anunciada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) en un acto desarrollado en Nueva York el 22 de noviembre— apunta a que los gobiernos potencien el sector con diversas políticas e iniciativas.
“Al optar por celebrar el AIAF, reconocemos que los agricultores familiares son figuras clave para dar respuesta a la doble urgencia que afronta el mundo hoy: la mejora de la seguridad alimentaria y la conservación de los recursos naturales, en línea con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con el debate sobre la agenda de desarrollo post 2015 y el Reto del Hambre Cero”, afirmó José Graziano da Silva, director general del organismo.
De acuerdo con datos de la FAO, en países desarrollados y naciones en desarrollo, algo más de 500 millones de explotaciones familiares producen alimentos que nutren a miles de millones de personas. En muchos países en desarrollo las granjas familiares representan el 80% de las explotaciones agrícolas.
Graziano da Silva destacó el enorme potencial productivo de los agricultores familiares. Estas explotaciones dependen de miembros de una familia para la gestión y mano de obra.
“Nada se acerca más al paradigma de la producción alimentaria sostenible que la agricultura familiar. Ellos habitualmente desarrollan actividades agrícolas no especializadas y diversificadas que les otorgan un papel fundamental a la hora de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y conservar la biodiversidad”, enfatizó.
Según el ejecutivo urge reposicionar la agricultura familiar de forma que ocupe un lugar prioritario en los programas nacionales y regionales de desarrollo y “los gobiernos desempeñan un papel fundamental” en ello.
El 70% de la población expuesta a la inseguridad alimentaria vive en zonas rurales de África, Asia, América Latina y el Cercano Oriente. También son agricultores familiares, especialmente pequeños agricultores, con acceso limitado a los recursos naturales, a las políticas y a las tecnologías. Un objetivo es integrarlos a redes y mercados.
Los embajadores especiales del AIAF son el malí Ibrahim Coulibaly, presidente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas de Malí; la nicaragüense Mirna Cunningham, expresidenta del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU; y el alemán Gerd Sonnleitner, presidente de la Asociación Europea de Agricultores.

El operador confiable transita con facilidad por las aduanas

La Razón (Edición Impresa) / Svetlana Salvatierra
01 de diciembre de 2013

No basta tener un buen producto o llegar a tiempo a un mercado externo. Ahora se busca la confiabilidad a la hora de pasar la carga de un país a otro. El beneficio es la reducción en controles, el aumento de negocios y de las recaudaciones aduaneras.
“Bajo el concepto de confiabilidad, el Operador Económico Autorizado (OEA) va a contar con una disminución de controles, pero no una inmunidad de ellos.
La idea es que va a tener preferencia y, en caso de ser objeto de control, va a tener prioridad en la atención. El principal beneficio es el de la confiabilidad en su país e internacionalmente. Eso supone un mayor número de negocios para aquellos que garantizan la seguridad del comercio”, indicó Gabriel Díaz Pata. Él es funcionario de la agencia estatal tributaria de España y coordinador del Programa del OEA en Madrid; visitó Bolivia para dar a conocer esta temática al sector público y privado.
¿Quién puede ser un Operador Económico Autorizado? Un exportador, un importador, un transportista internacional, un agente despachante, una empresa de dos, tres o más de 20 empleados que importa algún producto y genera un movimiento de mercancías internacionales puede llegar a ser un OEA. Luego de cumplir una serie de requisitos que la ANB exige, y bajo estándares de seguridad internacional, podrá obtener esta certificación. No todos podrán obtenerlo, ya que depende de si su historial tiene fallas o contrabando.
En Bolivia, el Decreto Supremo 1443, del 19 de diciembre de 2012, “permite avanzar en la certificación de un importador o exportador para que pueda tener un mejor tránsito y mayor agilidad en el país y en el exterior”, apuntó la presidenta de la ANB, Marlene Ardaya. La institución avanza en la normativa para el OEA.
Viviana López, responsable del Programa OEA en Colombia, aclaró que este operador es una figura mundial que impulsa la Organización Mundial de Aduanas, con el fin de dar seguridad y facilitar el comercio entre públicos y privados que realizan operaciones de comercio exterior.
“En Colombia, el programa incluye a la Policía antinarcóticos, instituciones sanitarias y a las de comercio exterior”, precisó López. Este programa ya tiene diez años en ese país y a la fecha cuenta con 14 solicitudes para ser OEA; además están trabajando en un sistema informático que acompañe el intercambio de información entre las instituciones involucradas en la evaluación.
“En la Unión Europea el programa está vigente desde 2008 y ya han sido certificados unos 6.000 OEA. Hay 11.000 solicitudes”, detalló Díaz Pata. La cifra relevante es que “el 50% del comercio internacional de mercancías en la Unión Europea se basa en estándares del OEA”.
Cuando se cuente con OEA importadores y exportadores habrá un mejor tránsito y mayor agilidad en el país y en el exterior, señaló Ardaya. Por el momento, en Bolivia ya se cuenta con 67 empresas importadoras que han certificado como Servicio de Enlace Aduanero (SEA). Esto les permite agilidad en los trámites, tener canales verdes y preferencia en las actividades aduaneras.
Para ello deben ser empresas que cuenten con NIT, con tres años de antigüedad en importaciones, estén empadronadas en la ANB, que no tengan enmiendas significativas en el despacho tramitadas en el último año, sin observaciones por Control Diferido y Fiscalización Aduanera Posterior durante los dos últimos años, sin procesos penales aduaneros y/o administrativos con sentencia o resolución ejecutoriada y que no tengan deuda tributaria pendiente de pago con la ANB.
“El siguiente paso es que se conviertan en un OEA confiable y seguro para el Estado y para cualquier otro país en su tránsito”, enfatizó Ardaya y luego anunció que tener un par de OEA exportadores es el objetivo en su gestión.
Corea y China tienen unas 110 empresas certificadas bilateralmente y regionalmente para que puedan tener tránsito seguro. Eso es lo que falta en esta parte del continente. “En la última reunión del Mercosur, Bolivia planteó liderar un modelo desde aquí, mostrando las características de los países para tener un OEA adaptado a la región, sin perder de vista el tema de seguridad”, adelantó Ardaya.
El problema es que hay que compatibilizar la normativa, el flujo de intercambio de información entre países y la compatibilidad entre los sistemas informáticos. “Algunos tenemos restricciones legales, como el artículo 68 del Código Tributario (confidencialidad)”, indicó Ardaya. Empero, con la reforma aduanera se busca una gestión de riesgo.
¿Qué implica esta gestión de riesgo? “Determinar el perfil de un importador, incluso antes de ser un OEA. Para ello ya firmamos un convenio con Impuestos Nacionales para que nos den la conducta fiscal de este posible OEA o SEA”, subrayó Ardaya.
Por el momento, el BID y el FMI acompañan este proceso. Y con la Aduana de Argentina avanzan en la aduana yuxtapuesta. Un proyecto en el que, en un solo lugar, se ofrecerá el servicio de desaduanizar o nacionalizar, facilitando el comercio. Campo Pajoso, en Tarija, está en la mira de este proyecto de ambas aduanas.
Excluye a contrabandistas y gente con antecedente penal
“Va a tener problemas para acceder a ser Operador Económico Autorizado un importador con antecedentes penales respecto a problemas aduaneros, que tenga un historial de contrabando y una conducta inadecuada en otras normativas”, enfatizó la presidenta de la ANB, Marlene Ardaya.
Contrabando, narcotráfico, secuestros se incluyen en Colombia, precisó Viviana López.
“El beneficio para el país es importante porque vamos a generar un mayor Producto Interno Bruto (PIB)”, más ingresos por un mejor flujo de las recaudaciones aduaneras, señaló la autoridad.
El objetivo es que disminuyan los canales rojo y amarillo (detención de la mercadería por una diversidad de incumplimientos).
Y el beneficio para el OEA es que el otro país va a estar comunicado de la certificación, pero deberá cumplir con los requisitos de seguridad exigidos.


Marlene Ardaya: ‘La carga que está llevando va a llegar en los términos declarados’

— ¿Qué significa ser un Operador Económico Autorizado (OEA) confiable?
— Confiable significa que la carga que está llevando va a llegar en los términos en que se ha declarado. Cuando parte una exportación de un país va a ser una importación para el otro país, en ese sentido se analiza (la seguridad) en toda la cadena logística.

— ¿Un ejemplo?
— En el caso de productos agrícolas como la soya, la cadena logística incluye desde que se pone la carga en el camión o contenedor para realizar su transporte de la planta, al almacenero, hasta cruzar la frontera. ¿A quién se le da el certificado de OEA? Se le va a dar al exportador, quien en este caso va a asegurar la carga que está llevando.

— ¿Cómo el OEA asegura la confiabilidad de los otros eslabones de la cadena?
— Un OEA generalmente se basa en la seguridad de carga. Un exportador de grano va a tener un depósito especial que debe contar con cámara, una balanza, monitores, predios adecuados, una certificación de todos sus procesos, una certificación de gestión de calidad ISO. Además, tiene que usar los cinturones electrónicos para contenedores que le garanticen que el camión, partiendo del almacén, debe utilizar una cantidad de horas establecida por la Aduana Nacional. Si fuese una carga sobre camión, también existen mecanismos de control sobre ésta. Este servicio se presta a las aduanas a través de un servicio internacional al cual Bolivia está queriendo acceder. Se tiene la intención de avanzar en este proyecto en enero del próximo año o por lo menos lanzar la licitación para tenerlo. El objetivo es que la carga que vaya en un transporte esté constantemente monitoreada. Se pretende que esta empresa tenga oficinas en Bolivia, de tal manera que cuando exista violación, acercamiento o se pare, dé inmediatamente alerta a la Aduana Nacional. Lo mismo se necesita en los depósitos de las aduanas de otros países.

— ¿Qué requisitos necesita cumplir el OEA?
— Va a tener todos sus procedimientos escritos y van a cumplir con normas que hacen a la seguridad de la cadena logística. Cuando certifiquemos a un Operador Económico Autorizado, a partir de una solicitud, será en función a la información que otorgue una central de riesgos con estándares internacionales. Se realizará una preauditoría de calidad, que evaluará, y luego se le dará una certificación para que la carga tenga un tránsito seguro por la Aduana.

— ¿Qué se busca?
— Primero certificar exportadores, transportistas y generar confianza (interna) antes de ir a una negociación bilateral con los países para insertarnos en el intercambio de información de OEA. Bolivia tiene avances y el apoyo del BID en capacitación. También se incentivará con un reconocimiento en el país a los mejores importadores, transportistas internacionales y a la seguridad con cámaras en los almacenes. Hay que incentivar.

Perfil
Nombre: Marlene Daniza Ardaya Vásquez
Profesión: Auditora
Especialista en fiscalización
Desde enero de 2010 es presidenta ejecutiva de la Aduana Nacional, antes se desempeñaba como presidenta del Servicio de Impuestos Nacionales, desde octubre de 2007. Fue jefa de la Unidad de Auditoría Interna en el Registro Internacional de Buques, entre otras actividades profesionales.Es licenciada en Auditoría de la Universidad Mayor de San Andrés.

Celestino Saramani y Isabel Paraguayo, agricultores en Vilapampa, comunidad Llaguani de Norte Potosí

Cómo obtener tomates en Acacio, Anzaldo y Sacabamba

La Razón / Svetlana Salvatierra
24 de noviembre de 2013

Un tomate es un lujo en comunidades rurales de Acacio, Anzaldo, Sacabamba y otras en el norte de Potosí y el Valle Alto de Cochabamba. Con la papa, el maíz o trigo que les queda luego de una helada, granizada o sequía, los comunarios hacen trueque por verduras.
En el caso del tomate, sólo los que cosechan agua pueden cultivarlo.
“Cuando era como mi nietita, harta agua había en estas quebraditas, poco a poco ha disminuido”, recuerda el líder de la comunidad de Torno Khasa, Cecilio Yampara Felipe (57). El rostro se le ilumina cuando señala al aljibe, un tanque en el que cosecha agua de la lluvia que cae por el techo de su casa y la almacena para regar, por goteo, una pequeña huerta en medio de la árida montaña. Hace poco tiene agua potable, pero a veces “roba” de su cupo para regar cuando se acaba su otro líquido. “Pago un peso al mes, pero si gasto más, tengo que dar más”, asegura. Es agua que recorre 18 kilómetros desde otra comunidad que aceptó compartirla. Hay un directorio responsable de su mantenimiento; él fue parte del mismo.
“Es una pena vivir aquí”, afirma, pero al mirar al suelo verde de su huerto la sonrisa le vuelve. “Ahora tengo plantitas de duraznos, de manzanas, cebollas, habas, huacataya, perejil, ají... Aquí, mi esposa, Celia Flores Cruz, ya cocina más cosas. Me salva, pues ya no tenemos que ir a comprar cebollas”.
Don Cecilio es líder de la comunidad Torno Khasa, municipio de Acacio, de la provincia Bilbao Rioja, extremo norte de Potosí. Está en una montaña, a tres horas del río Caine, frontera con Anzaldo, municipio de Cochabamba. Lamenta que los jóvenes se van al Chapare o a Santa Cruz.
“Si no hay buena cosecha, están obligados”, lamenta mientras su esposa invita un plato de papa con maíz y un pedazo de charque, acompañado de llajua.
Un lacayote cocido en un horno de barro es el postre. Una comida de lujo para los visitantes, esta vez periodistas. Ese día, como todos los agricultores, se levantaron a las 04.30. Doña Celia Flores Cruz prepara sopa de trigo pelado con papa, charque y arroz, además de comida seca (papas, chuños, piri y charque), que lleva para ir a trabajar en los cultivos de esos mismos alimentos.
Este huerto diversificado y con agua para riego es parte del proyecto de fortalecimiento de la seguridad alimentaria con enfoque de sistema agroecológico que impulsa el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca) desde 1999 en estas zonas.
En estas montañas de tonos grises, la tierra está removida para la siembra de papa que espera las lluvias de diciembre. Cerca de los atajados (familiares o comunitarios) hay grandes hoyos cuadrados en cuyo interior se apisona la tierra y se cubre con materiales plásticos para que la lluvia no “escape”.
“Agua, agua, agua, ése es nuestro reclamo a todas la instituciones que vienen. No sé cómo nos podrían ayudar para tener más plantitas y erradicar la extrema pobreza”, expresa Don Cecilio.
El trigo y el maíz les sirve para obtener algo de ingresos. Si hay buena cosecha, venden el 50% y el resto es para el consumo familiar.
Pedro Quispe (27) se copió la idea hace tres años. “Y por qué yo no puedo poner; he intentado y lo he logrado”. Tiene durazno, manzana, lechuga, zanahoria, que regala al wawa huasi, una guardería local que queda al lado de su huerto.
“Agua kawsay kani” es vida en quechua, exclama doña Isabel Paraguayo Ordóñez. Junto a su esposo Celestino Saramani San Miguel, cerca de donde viven —que es también donde se conocieron y casaron— hallaron agua, que es transportada hasta un tanque que riega su huerto diversificado. Cultivan hasta claveles, pero no tomates. Invernaderos son necesarios en estas montañas donde el viento sopla fuerte.
Cruzando el Caine, en Anzaldo y Sacabamba hay pequeños invernaderos, gracias a los que ya no viajan hasta Cliza para comprar verduras. En el atajado de Margarita Quispe crían carpas, pescados que fríen y degustan. Tomates no tienen, pues necesitan agua y muchos cuidados para evitar al pulgón.
Pero, como Pedro, cultivan de vez en cuando una plantita. “Bien ha resultado, casi una arroba he sacado. Poco he vendido y a algunos les he dado porque no tienen”. Su mamá, doña Agustina Pérez, está feliz ya que antes no tenían agua, sólo tierra. “Nuestro sufrimiento se debe al agua, no a otra cosa”.

Más que la tecnología, la flor del mogo mogo anuncia buen temporal
De un rojo intenso, la flor del cactus que crece al ras de la tierra, se levanta en comunidades de Sacabamba. Le llaman mogo mogo y es un anuncio de que habrá un buen temporal para las cosechas. Hace un par de años que esta flor y otras blancas de otra variedad de cactus no florecían. Elmer Mendieta, técnico del Centro de Investigación y  Promoción del Campesinado (Cipca), indica que ésta es una creencia de los agricultores. A veces es cierto.
Algunas lluvias cayeron en noviembre y en octubre de este año. Una granizada afectó a otras comunidades en Sacabamba y Anzaldo. En Acacio, Potosí, hay una estación del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología. Es paradójico, pero los agricultores de estas comunidades no reciben ninguna alerta de las granizadas, un fenómeno que cada año afecta a estas zonas. Y, además, fuera de la carretera principal, la señal de telefonía móvil de la empresa estatal, Entel, desaparece. Julio Terrazas Maldonado trabajaba como albañil en la ciudad de Cochabamba; ahora está feliz porque retornó a su pueblo y cultiva sus propios alimentos. Sin embargo, le gustaría saber si va a granizar o llover. Por el momento, disfruta del agua de atajados para regar sus invernaderos, en los que zanahorias, zapallos, lechugas y tomates son los que más se reproducen; igual que en el terreno de Margarita Vallejos. Sus ovejas también sacian su sed en el reservorio. “Lo que nos vence (excedente) ahora lo vendemos; hace 22 años era sólo para nosotros”, recuerda. Ellos migraron luego de una fuerte granizada que destruyó sus cultivos de papa.
En estas regiones, las parcelas de los campesinos tienen un tamaño de una a tres hectáreas.
Desde la década de los 90, Cipca trabaja en Sacabamba, donde “los resultados alcanzados en la transformación de la producción de secano a riego han dado una nueva perspectiva al trabajo agrícola y pecuario, con repercusiones en los municipios vecinos de esta región y del norte de Potosí”, se destaca en su sitio web.

Petardos alejan granizadas y agua de riego, a heladas
En Challaque, una de las 35 comunidades de Sacabamba, la construcción de una represa tardó 24 años —empezó en 1984 y concluyó en 2008—, a pesar de contar con financiamiento japonés. 250 son las familias beneficiadas, destaca don Benito García Banero, un agricultor que creyó en el proyecto que el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca) ayudó a promover. Las granizadas aún son un problema.
“No fue fácil. No creían que se podía hacer una represa y contener el agua”, recuerda. Hoy cuentan con personal para abrir las válvulas y dejar correr el agua durante una cantidad limitada de horas.
“Hemos vuelto a vivir a nuestra comunidad, ése es el mejor resultado del beneficio de contar con agua para la agricultura. Hay diferencia. Antes, en Challaque todo era pelado y empezamos con la forestación. Ahora la lluvia viene por aquí, ya que tenemos muchos árboles y la represa”.
El problema que deben enfrentar son las granizadas. “Para espantarlas lanzamos los petardos y la granizada se va”, asegura don Benito. Luego aclara que las heladas se enfrentan con riego. “Si las plantas están regadas, la helada no les hace nada”. Paradójico, pero funciona. Por este motivo, desde las cuatro de la madrugada se abren las válvulas para que el agua llegue a la cuarta parte de cada hectárea. No se puede cultivar más porque el líquido no alcanza, asegura.
“Seguridad alimentaria tenemos. Antes nuestras mujeres salían a ver las ovejas y nosotros teníamos que ir a la ciudad a trabajar de jornaleros y albañiles.
Ahora no. Nuestros hijos vuelven para la siembra y cosecha. Todo está más verde”. Ése es el color que le gusta a don Benito, quien también recoge hongos de los pinos para venderlos frescos o secos. Una arroba llega a valer Bs 300; tienen gran demanda. Pero no es suficiente, asegura. Quieren más agua para regar más espacios de tierra y producir más alimentos ecológicos. No usan agroquímicos, enfatiza.
Información de la Unidad de Proyectos Especiales sobre los proyectos de riego en estos municipios muestra que en 2008 se dio curso a la construcción de la represa Humapirhua, en Anzaldo, con un financiamiento de Bs 1.194.074 bolivianos. En Acacio se construyó el sistema de riego Torreni con Bs 866.372.
Ambos están concluidos.
Datos del Fondo de Inversión Productiva y Social (FPS) que lleva adelante el programa MiAgua I, II y III, al 21 de noviembre, dan cuenta de un total de Bs 7.151.090 invertidos en varios proyectos en Anzaldo: dos están en evaluación, dos en licitación, dos en ejecución y seis concluidos. En Sacabamba son 13 proyectos con una inversión de Bs 7.638.151 para nueve obras de riego concluidas y cuatro en licitación.
“Hasta enero de 2011 se ejecutaron 869 PICAS (cosechas de agua)”, informa Proagro en su sitio web, y benefician a 1.718 familias de diez municipios (siete en Potosí y tres en Cochabamba).
Cipca continúa promoviendo la seguridad alimentaria bajo sistemas agroecológicos en estas comunidades donde el agua escasea.

Agua de atajado para achojchas y vainitas
Achojchas verdes en medio de las hojas de esta trepadora se observan en varios invernaderos construidos con apoyo de Cipca en comunidades de Anzaldo. Estas verduras junto con el tomate, lechuga, repollos, vainitas, frutillas y orégano han ingresado en sus dietas alimenticias.
En la parcela de José Muñoz (24) el sistema de semisombra, una gruesa red sobre un pequeño cultivo de coliflores, mantiene el calor y evitó la granizada de octubre. No sucedió lo mismo con sus papas en pleno florecimiento. La mitad se salvó y ahora las riega con agua del atajado que tiene a pocos metros de su cultivo.
“Vivir bien es alimentarnos bien”, sentencia Pedro Quispe.  “Mis plantitas son como mis wawas”. Espera tener una carga de duraznos que los secará. El precio de ese mocochinchi llega a Bs 200 la arroba. En comparación, una arroba de trigo amarillo puede valer hasta Bs 40. Las cantidades producidas son pequeñas, pero los ingresos son grandes, asegura.

Población en tres municipios
Villa Anzaldo es un municipio de la provincia Esteban Arze de Cochabamba. Tiene una población de 9.126 habitantes, según el Censo 2012.
Sacabamba también es un municipio de la provincia Esteban Arze con unas  6.000 familias. Su héroe es Martín Uchu, un cacique que se enfrentó a los terratenientes en el siglo XVI.
Acacio es la segunda sección municipal de la provincia Bernardino Bilbao, de Potosí. En 2006 habitaban 2.979 personas.

Banco FIE es una IMF transparente

La Razón / Svetlana Salvatierra
10 de noviembre de 2013

El Banco FIE recibió el certificado de distinción MIX Star 2013, del Microfinance Information Exchange (MIX) Inc. por haber completado exitosamente los requerimientos para convertirse en una IMF (Institución de Microfinanzas) Transparente y Responsable, destaca un boletín de la entidad.
El MIX (www.themix.org) es una organización sin fines de lucro y tiene como orientación principal ofrecer datos objetivos y análisis sobre los proveedores de microfinanzas en el mundo. Promueve la transparencia financiera en la industria y ayuda a construir la infraestructura de información en los países en desarrollo.
También ofrece información financiera detallada y de desempeño social de las instituciones de microfinanzas (IMFs), así como información empresarial de los facilitadores del mercado y organizaciones donantes e inversionistas líderes en microfinanzas.
Las instituciones de microfinanzas son reconocidas como transparentes y responsables por el MIX Star por haber logrado un alto nivel de cumplimiento con los estándares universales de Gestión de Desempeño Social.
Para recibir este reconocimiento deben informar y presentar toda la documentación adecuada para cada área definida en los estándares establecidos, además de presentar resultados sobre políticas de protección medioambiental, detalla el boletín.
Para Banco FIE, la Responsabilidad Social “es una forma de gestión que es transversal a todas las actividades que realiza, con el principal propósito de ser un actor activo e interesado en apoyar a sus grupos de interés y la comunidad, contribuyendo a que sus decisiones económicas y financieras tengan un impacto positivo en la sociedad y en la defensa y protección del medio ambiente”.

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