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A la izquierda Potosí y a la derecha Cochabamba, el río Caine es la frontera entre ambos departamentos...

19.12.11

Moisés y su silla

Moisés y su silla de ruedas son inseparables. Un poco antes del invierno lo conocí. Esa noche, contó que se ganaba unos pesitos cuidando los automóviles que estacionaban frente a la iglesia de La Exaltación, en Obrajes. Los sábados y domingos tenía un poco más de trabajo. Las dulceras, el policía que hace guardia en una esquina de la plaza son parte de su mundo, lo cuidan y lo ayudan. Su preocupación era imaginar dónde iría a vivir. Tenía que mudarse, enfrentaba problemas económicos con la dueña de casa, que al parecer no aceptaba demoras en los pagos.
Moisés no tenía otro trabajo. No forma parte del grupo,  minoritario o no, de personas discapacitadas que gracias a la buena economía de su familia fueron cuidados, cambiaron sus sillas de rueda, se titularon y hoy son profesionales exitosos. Un aplauso por el esfuerzo de estas personas, también inseparables de sus sillas de ruedas.
A Moisés no lo vi durante el invierno en la plaza de la iglesia. Pero sí las fotografías e imágenes de los 95 marchistas discapacitados, que salieron de Trinidad hace 34 días en sus sillas de ruedas. Duele el corazón otra vez... ni la ciudad, ni las leyes facilitan la vida a estos bolivianos.
Tres palabras me rondan: proceso de cambio. Y vuelvo a la Constitución Política del Estado. Los “derechos de las personas con discapacidad” están en la sección VIII con sólo tres artículos. Los ideales de un mejor Estado Plurinacional están muy lejos del papel y del PDF en internet de la CPE.
El artículo 70 dice que el discapacitado tiene derecho a ser protegido por su familia y el Estado; a una educación y salud integral gratuita; a la comunicación en lenguaje alternativo; a trabajar en condiciones adecuadas, de acuerdo con sus posibilidades y capacidades, con una remuneración justa que le asegure una vida digna; y al desarrollo de sus potencialidades individuales.
El 71 manda que el Estado realice acciones para integrarlos en el ámbito productivo, económico, político, social y cultural, sin discriminación alguna. Y el 72 garantiza los servicios integrales de prevención y rehabilitación. La Ministra de Salud indica que intensificarán la rehabilitación.
Los marchistas piden un bono de Bs 3.000 al año, o sea Bs 250 al mes. El presidente Evo Morales dice que son muchos, pero no se sabe cuántos, y que no hay recursos para sostener ese bono. Ingenua idea: en vez de comprar aviones para enfrentar al narcotráfico no es más fácil eliminar el cato de coca de zonas no tradicionales y utilizar nuestros impuestos para cumplir la Sección VIII.... El jueves volví a ver a Moisés en la plaza. Llovió. Lo taparon con un nylon azul. Tiene trabajo otra vez... Esperanza...

Svetlana Salvatierra
Publicado en la Comuna Sindical de La Razón, 18 de diciembre 2011

1 comentario:

gracias...

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