Luego de 15 años de trabajo de Ayuda en Acción y
Semta, en los municipios paceños de Licoma y Cajuata, culminó un
programa de desarrollo territorial con 12.363 personas beneficiadas, en
52 comunidades.
A través de un boletín de prensa, la
fundación española Ayuda en Acción detalló que inició su trabajo en 1996
con la población, las autoridades comunales y municipales y las
organizaciones campesinas de Licoma y Cajuata, en un proceso de
construcción de oportunidades para mejorar las condiciones de vida de
las familias, en una perspectiva integral del desarrollo.
En 2004 se asoció con Servicios Múltiples de Tecnologías Apropiadas
(Semta) para encarar el programa de desarrollo en los ámbitos de salud,
educación y economía familiar, en los municipios que pertenecen a la
provincia Inquisivi, al sudeste del departamento de La Paz, donde el 90%
del año es primavera.
Por décadas, la agricultura
familiar se orientó a la economía de subsistencia. Sus productos
agrícolas, con mercados potenciales, no estaban suficientemente
desarrollados; tampoco las organizaciones económicas campesinas. La
productividad de cultivos y terrenos era baja, por la falta de agua para
riego.
Con el programa se construyeron 23 sistemas
de riego para más de 600 familias productoras, lo que les ha permitido
mejorar la producción y diversificar los productos.
En el boletín, se enfatiza que “el 71% de la población está por encima
de la línea de pobreza y tiene ingresos superiores a un dólar por día
gracias al buen rendimiento de productos como café, mango, limón,
durazno, papa y calabaza”.
Esta producción se
incrementó en un promedio de 4,2 toneladas por hectárea. El otro
producto que genera ingresos es la miel de abeja; subió en 222% anual.
Para llegar a los mercados nacionales e internacionales crearon
Pasybol, una organización económica que aglutina a 200 productores de
café, mango y limón. Exportan más de 59 toneladas de café.
En el ámbito social, el 95% de los niños de primaria y el 65% de los de
secundaria están matriculados en las escuelas del municipio. En estos
años se construyeron 31 nuevas aulas, 11 baterías sanitarias escolares y
las unidades educativas cuentan con 26 viviendas unipersonales y 41
viviendas en bloque para docentes. El 96% de los niños y niñas
matriculados concluyen el ciclo escolar primario.
El
100% de las familias dispone del servicio de agua potable. Se redujeron
la tasa de mortalidad materna a defunciones por cada 100.000 niños vivos
y la prevalencia de la Leishmaniasis en 92%.
Publicado en El Financiero, 11 de diciembre 2011
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