El Financiero
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¿En qué tipo de sociedad vivirán sus nietos? ¿Será
más próspera, más inclusiva? ¿Tendrán acceso a educación, a empleo?
¿Ofrecerán mejores condiciones a sus hijos? Un estudio muestra que
América Latina está en la trampa del ingreso medio, y cómo salir de
ella.
Esas son preguntas que a diario se hacen los
latinoamericanos, especialmente de menores ingresos, y que los
economistas tratan de resolver. La semana pasada, en Caracas, se
presentó el estudio Visión para América Latina 2040. Hacia una sociedad
más incluyente y próspera, elaborado por el Grupo Centennial para la
CAF, un equipo de investigadores liderado por los economistas Harinder
Kohli y Claudio Loser.
El estudio señala que los
países de América Latina están en la trampa de ingresos medios,
estancados y que no crecen a los niveles de los países avanzados.
Presentan escenarios de cambio donde la educación es la estrella;
seguida de la implementación de políticas de productividad y
competitividad para un crecimiento estable con mayor ingreso.
“Esta es la experiencia de Corea del Sur. Pero muchos países de ingreso
medio no siguen este patrón. Al contrario, tienen cortos periodos de
crecimiento, compensados por periodos de contracción. Esa es la trampa
del ingreso medio, incapaz de competir con economías de bajos ingresos y
bajos salarios en la exportación de manufacturas, e incapaz de competir
con las economías avanzadas en innovaciones de alto nivel”.
Entre sus características se analiza que: el crecimiento tiende a
convertirse intensamente en capital y habilidades; el mercado doméstico
crece pero para los servicios; los salarios aumentan para los
trabajadores altamente calificados; exportar manufacturas de bajos
salarios no funciona bien; además, los países no tienen derechos de
propiedad, cumplimiento de contratos, mercados de capital, experiencias
de inversiones o innovaciones exitosas e individuos calificados.
“En muchos países los salarios son muy altos como para ser competitivos
en manufacturas básicas, el colapso de la industria de la vestimenta
una vez que eliminó su protección es prueba de ello. Sin embargo,
América Latina no tiene una industria de I+D (Innovación y Desarrollo) y
capacidades de innovar que le permitan desarrollar nuevos productos en
áreas avanzadas”, subraya el estudio. Las excepciones son pocas: Embraer
(fábrica de aviones) en Brasil y la industria de vinos y frutas en
Chile y Argentina.
Si bien el estudio no realiza
grandes descubrimientos sobre la situación económica y social de los
países de América Latina, como señalan sus autores, tiene el valor de
enfatizar en los grandes problemas que impiden mejorar su crecimiento
económico en comparación con el Asia. Exige que se rompa con la
“complacencia” de la situación actual. “América Latina ha mostrado su
fuerza en términos macroeconómicos, su capacidad de crecimiento, pero se
mantiene restringida por las limitaciones de productividad baja y
niveles de inversión menores que en el resto del mundo”. Plantean que si
se mantienen las condiciones actuales el resultado será pesimista. El
ingreso per cápita no crecerá y las transformaciones deben generar entre
el 5% o 6% de crecimiento económico.
Pero esa cifra
no tendrá valor sin mayor inclusión social y económica como resultado de
las acciones para luchar contra la pobreza, que aún existe en la
región.
La inversión en mayor educación es la clave
para el cambio, desde México hasta la Argentina. El analfabetismo no es
un problema pero si el acceso al estudio secundario y universitario. La
inversión de calidad está pendiente y que los sindicatos se ocupen del
resultado: calidad en la educación, y no sólo del bienestar de sus
miembros.
Asimismo, la inversión en infraestructura
sostenible debe saltar la base construida hace 100 años; y la
disminución de las trabas burocráticas facilitarían la competitividad de
América Latina, subraya el estudio.
La región frente al este de asia
Los
países del este Asiático tienen tasas de ahorro (51% vs. 23% del PIB) y
de inversión mucho más altas que las deAmérica Latina y el
Caribe.EducaciónLograron estándares educativos más altos y gradúa a más
ingenieros y científicos que América Latina.ClimaEl clima institucional
de negocios e inversión es más favorable en el este de Asia, generar el
impulso de crecimiento, pero con ayuda de países avanzados de la región.
La clase media es importante para impulsar el crecimiento económico
“América Latina necesita ampliar la base de su
producción e ingresos, e integrar mejor su población a los beneficios
del crecimiento económico”, sostiene el estudio Visión para América
Latina 2040. Hacia una sociedad más incluyente y próspera.
En ese marco, las políticas deben apuntar a mejorar las condiciones de
vida de sus habitantes con una mejor distribución del ingreso. Sin
embargo, el estudio señala que una sociedad más equitativa incluye el
crecimiento de la clase media. Se destaca que México y Brasil realizan
esfuerzos en este enfoque, pero falta profundizarlos.
“En algunos países de ingreso medio, el mercado doméstico puede
complementar los mercados de exportación a medida que la economía madura
y el mercado doméstico crece. En la mayoría de los países el consumo
doméstico típicamente comienza a crecer rápidamente cuando el ingreso
per cápita alcanza los 6.000 dólares en términos de PPA (Paridad del
Poder Adquisitivo). Esto no ocurrió en América Latina, posiblemente
debido a la desigual distribución del ingreso”, se detalla en el
estudio.
Y se ejemplifica: “Compare Brasil con Corea
del Sur. El crecimiento de Brasil comenzó a reducirse después de 1980,
cuando el ingreso per cápita había llegado a 7.600 dólares (PPA). En ese
momento, su clase media definida como hogares con ingresos entre diez y
100 dólares per cápita por día, era sólo 29% de la población. Esto
hacía virtualmente imposible que la clase media pudiera empujar mayores
tasas de crecimiento. Por el contrario, el ingreso per cápita de Corea
llegó a 7.700 dólares (PPA) en 1987”.
El crecimiento
de Corea del Sur se distribuyó más uniformemente y produjo “una gran
clase media que representaba 53% de la población”. Y “el país capitalizó
la demanda de esta gran clase media para hacer crecer sus industrias de
servicios y crear las bases de una economía del conocimiento. Hoy en
día, 94% de la población coreana es de clase media”.
Ocurrió lo mismo en Japón. En 1965, su ingreso per cápita fue de 8.200
dólares (PPA) y su clase media era 48% de la población. Sociedad
inclusivaHay latinoamericanos que no se han integrado totalmente como
los pueblos indígenas, afrodescendientes y, en gran medida, las
mujeres. El alto nivel de informalidad impide acceder a los beneficios
del crecimiento. La apertura a economías vecinas es necesariaSe
busca inversión, más competencia e impulsar la innovaciónEl estudio del
Grupo Cenntenial para la CAF propone que además de la estrategia hacia
sociedades más inclusivas que crezcan sostenidamente, está la mayor
apertura hacia otros países de la región, vínculos más estrechos con
Asia y el desmantelamiento de las barreras que aún quedan al comercio y
la inversión con la economía global en general.
Explican que son cuatro las razones fundamentales: primero, que la
mayoría de las economías latinoamericanas, excepto Brasil y México, son
muy pequeñas por separado para lograr economías de escala y expandiendo
el tamaño del mercado local se pueden crear “redes de producción” como
en Corea, Japón y ahora en China.
Segundo, es
necesario aprovechar los positivos “efectos del vecindario”,
considerados importantes en el éxito sostenido de Asia del Este.
Tercero, América Latina “debe reducir gradualmente su dependencia de las
economías de bajo crecimiento de América del Norte y Europa”.
Y cuarto, desmantelar las barreras para comerciar y recibir inversiones
“será un vehículo poderoso para limitar el poder monopólico de grandes
compañías, aumentar la competencia a todo nivel e impulsar la
innovación”, señala.
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