A la hora de adquirir un automóvil, la oferta permite un cero kilómetros, con factura, garantía y servicio técnico o un vehículo sin papeles y sin procedencia conocida. Imcruz, desde hace 27 años, enfrenta con formalidad y legalidad esta competencia.
Era 1984, Bolivia estaba en medio de una hiperinflación e ingresando a la democracia. Marcelo Raña, presidente ejecutivo de Imcruz, decidió invertir en el país y fundó una empresa importadora de vehículos. Así nació la representante exclusiva de la marca japonesa Suzuki.
27 años después, el país pasó por dos crisis económicas mundiales, cuenta con exitosas cifras macroeconómicas, pero no erradica el contrabando que afecta a diversos sectores económicos.
Empresas como Imcruz siguen en el campo de batalla. Continúa vendiendo automóviles 0 kilómetros. Cuenta con salones de exposición y talleres en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y tiene presencia en los nueve departamentos.
“En más de 25 años se han tenido altibajos acompañados de ciertas políticas económicas, de todos los gobiernos, en los que Imcruz se pudo acomodar a esas circunstancias y logramos ser líderes en la comercialización de vehículos”, subrayó el gerente regional de Imcruz, Juan Pablo Auza .
¿Qué significa acomodarse? “De una manera u otra hemos visto los requerimientos y exigencias de los clientes”, precisa.
Esta mirada de atención al cliente les permitió continuar con el negocio a pesar de las políticas de regularización, nacionalización y otras que dieron paso a que autos usados, robados, chocados y demás puedan registrarse legalmente.
Además, Auza detalla que “hemos tenido que ir importando vehículos y marcas que se puedan adecuar a la coyuntura social y económica de cada época en estos 27 años”.
Iniciando el nuevo siglo son representantes exclusivos de las marcas Renault, Chevrolet, camiones Iveco y recientemente de la marca china JAC que los ha sorprendido; tiene 25 años en el mercado chino. Representan a Shell comercializando sus aceites y lubricantes; además de maquinaria pesada. Los clientes tienen diferencias en el tipo de producto, forma de pago y , por tanto, Imcruz tiene un plan de marketing específico para cada geografía.
“En La Paz gustan mucho los colores oscuros como el azul, negro o guindo. En Cochabamba ni hablar, es imposible que elijan un color oscuro y en Santa Cruz piden los más claros”.
La apertura de salones de exhibición marcan la diferencia. El 1 de julio abrirán otro en Oruro. Auza recuerda que fueron los primeros en inaugurar un salón y un taller en la ciudad de El Alto. En la zona Sur, está previsto inaugurar un taller en el Megacenter.
Estas inversiones se explican porque “el movimiento económico que existe en el país no se ha visto en los últimos 10 años. La construcción aumentó y también la venta de autos que tuvo un incremento de más del 60%”, manifestó.
Imcruz importa vehículos que cuestan desde $us 8.000 hasta $us 60.000. “Somos una de las opciones más competitivas”, enfatiza. Especialmente en las formas de pago. “Tenemos un crédito directo y convenios con la banca que nos da tasas preferenciales de menos del 7%, para créditos a siete años”, precisó.
Alianza, que les permitió lanzar la promoción de “por el valor de Bs 39 diarios uno puede tener un automóvil 0 kilómetros, con garantía y absolutamente todo. Comenzamos hace un par de semanas y la oferta ya está limitada por la demanda obtenida”.
“Hay una especie de leasing donde al año le rebajamos el valor de la factura, del crédito fiscal. De esa manera, tenemos empresas que cada año nos van renovando toda su flota”.
El 36 por ciento de sus clientes son empresas petroleras, mineras, transporte y otras. Los camiones Iveco y JAC tienen demanda y los modelos que importan son adecuados a las accidentadas carreteras bolivianas.
Suzuki llegó al país en la década del 80
La historia de Suzuki comienza en 1909 cuando Michio Suzuki incursiona en el mundo industrial fundando Suzuki Loom Works, empresa fabricante de telares. A fines de la Segunda Guerra Mundial, amplía su gama de productos lanzando la primera bicicleta motorizada Power Freeel, cuyo éxito deriva en la creación de la motocicleta de 125 cc denominada Collera y que rápidamente gana reputación en el mercado nipón.
La empresa crece y en 1954 cambia su nombre a Suzuki Motor Corporation y se mantiene hasta la fecha. En 1955 fabrica el primer coche en serie, el Suzulight, con buena acogida en Japón. En la década de los 70, Suzuki es uno de los principales actores dentro del rubro automotriz mundial.
En el década de los 80 decide ingresar al mercado norteamericano con el todoterreno Samurai. De esta forma, va consolidando a la marca Suzuki como un actor a nivel global.
Al mercado boliviano también llega el Samurai y luego los modelos Vitara, ambos destacaron en el segmento 4x4 . La innovación y la calidad de la marca permiten contar en la actualidad con los modelos Grand Vitara, New XL7, Sx$, Swift, Celerio y el recientemente lanzado automóvil Kizashi, que aportan al desarrollo de la marca en los mercados.
Según información de la agencia EFE, Suzuki Motor espera ganar 50.000 millones de yenes (433 millones de euros) en este ejercicio fiscal que termina en marzo del 2012, el 10,7 por ciento más que en el anterior.
El grupo espera recuperarse del efecto del terremoto de marzo y anunció un beneficio operativo de 110.000 millones de yenes (unos 952 millones de euros), un 2,8 por ciento mayor respecto al ejercicio anterior.
Svetlana Salvatierra. Publicado en El Financiero, 26 de junio 2011
27 años después, el país pasó por dos crisis económicas mundiales, cuenta con exitosas cifras macroeconómicas, pero no erradica el contrabando que afecta a diversos sectores económicos.
Empresas como Imcruz siguen en el campo de batalla. Continúa vendiendo automóviles 0 kilómetros. Cuenta con salones de exposición y talleres en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y tiene presencia en los nueve departamentos.
“En más de 25 años se han tenido altibajos acompañados de ciertas políticas económicas, de todos los gobiernos, en los que Imcruz se pudo acomodar a esas circunstancias y logramos ser líderes en la comercialización de vehículos”, subrayó el gerente regional de Imcruz, Juan Pablo Auza .
¿Qué significa acomodarse? “De una manera u otra hemos visto los requerimientos y exigencias de los clientes”, precisa.
Esta mirada de atención al cliente les permitió continuar con el negocio a pesar de las políticas de regularización, nacionalización y otras que dieron paso a que autos usados, robados, chocados y demás puedan registrarse legalmente.
Además, Auza detalla que “hemos tenido que ir importando vehículos y marcas que se puedan adecuar a la coyuntura social y económica de cada época en estos 27 años”.
Iniciando el nuevo siglo son representantes exclusivos de las marcas Renault, Chevrolet, camiones Iveco y recientemente de la marca china JAC que los ha sorprendido; tiene 25 años en el mercado chino. Representan a Shell comercializando sus aceites y lubricantes; además de maquinaria pesada. Los clientes tienen diferencias en el tipo de producto, forma de pago y , por tanto, Imcruz tiene un plan de marketing específico para cada geografía.
“En La Paz gustan mucho los colores oscuros como el azul, negro o guindo. En Cochabamba ni hablar, es imposible que elijan un color oscuro y en Santa Cruz piden los más claros”.
La apertura de salones de exhibición marcan la diferencia. El 1 de julio abrirán otro en Oruro. Auza recuerda que fueron los primeros en inaugurar un salón y un taller en la ciudad de El Alto. En la zona Sur, está previsto inaugurar un taller en el Megacenter.
Estas inversiones se explican porque “el movimiento económico que existe en el país no se ha visto en los últimos 10 años. La construcción aumentó y también la venta de autos que tuvo un incremento de más del 60%”, manifestó.
Imcruz importa vehículos que cuestan desde $us 8.000 hasta $us 60.000. “Somos una de las opciones más competitivas”, enfatiza. Especialmente en las formas de pago. “Tenemos un crédito directo y convenios con la banca que nos da tasas preferenciales de menos del 7%, para créditos a siete años”, precisó.
Alianza, que les permitió lanzar la promoción de “por el valor de Bs 39 diarios uno puede tener un automóvil 0 kilómetros, con garantía y absolutamente todo. Comenzamos hace un par de semanas y la oferta ya está limitada por la demanda obtenida”.
“Hay una especie de leasing donde al año le rebajamos el valor de la factura, del crédito fiscal. De esa manera, tenemos empresas que cada año nos van renovando toda su flota”.
El 36 por ciento de sus clientes son empresas petroleras, mineras, transporte y otras. Los camiones Iveco y JAC tienen demanda y los modelos que importan son adecuados a las accidentadas carreteras bolivianas.
Suzuki llegó al país en la década del 80
La historia de Suzuki comienza en 1909 cuando Michio Suzuki incursiona en el mundo industrial fundando Suzuki Loom Works, empresa fabricante de telares. A fines de la Segunda Guerra Mundial, amplía su gama de productos lanzando la primera bicicleta motorizada Power Freeel, cuyo éxito deriva en la creación de la motocicleta de 125 cc denominada Collera y que rápidamente gana reputación en el mercado nipón.
La empresa crece y en 1954 cambia su nombre a Suzuki Motor Corporation y se mantiene hasta la fecha. En 1955 fabrica el primer coche en serie, el Suzulight, con buena acogida en Japón. En la década de los 70, Suzuki es uno de los principales actores dentro del rubro automotriz mundial.
En el década de los 80 decide ingresar al mercado norteamericano con el todoterreno Samurai. De esta forma, va consolidando a la marca Suzuki como un actor a nivel global.
Al mercado boliviano también llega el Samurai y luego los modelos Vitara, ambos destacaron en el segmento 4x4 . La innovación y la calidad de la marca permiten contar en la actualidad con los modelos Grand Vitara, New XL7, Sx$, Swift, Celerio y el recientemente lanzado automóvil Kizashi, que aportan al desarrollo de la marca en los mercados.
Según información de la agencia EFE, Suzuki Motor espera ganar 50.000 millones de yenes (433 millones de euros) en este ejercicio fiscal que termina en marzo del 2012, el 10,7 por ciento más que en el anterior.
El grupo espera recuperarse del efecto del terremoto de marzo y anunció un beneficio operativo de 110.000 millones de yenes (unos 952 millones de euros), un 2,8 por ciento mayor respecto al ejercicio anterior.
Svetlana Salvatierra. Publicado en El Financiero, 26 de junio 2011
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