Doménico Casaretto -
Es Gerente General de Nestlé Bolivia SA y está seguro de que tienen una
presencia líder en el mercado nacional; espera seguir creciendo bajo la
visión de la creación de valor compartido que impulsa la compañía a
nivel mundial. Adquirir materia prima para elaborar alimentos de calidad
no es suficiente; apuestan por un mejor relacionamiento con pequeños
proveedores rurales y consumidores a través de promover educación,
salud, bienestar y cuidado del medio ambiente.
— ¿Por qué deciden abrir nuevamente una oficina en La Paz?
— Si bien por temas logísticos nos conviene Santa Cruz porque nos llegan muchos productos de Brasil y Argentina —por proximidad nos sale más barato—, también traemos productos de Chile, Perú y México y nos conviene estar en La Paz. Claro que vendemos más en Santa Cruz. Somos 72 personas trabajando en Bolivia; 15 en La Paz, 10 en Cochabamba y el resto en Santa Cruz.
— ¿Cómo llegan al cliente?
— El canal supermercados lo atendemos directamente con nuestra fuerza de ventas y camiones. Las pequeñas tiendas de barrio son atendidas por nuestros distribuidores. A los mayoristas llegamos a través de distribuidores directos (empresas distribuidoras bolivianas).
— A su llegada (2009), ¿cómo encuentra a Bolivia?
— Me encontré con un país que tenía grandes oportunidades para desarrollar formatos que pudieran hacer llegar nuestros productos a consumidores de bajos recursos. Identifiqué que estábamos en una buena cantidad de puntos de venta pero en forma indirecta. Respecto a los consumidores, sentí que vendíamos muy poco por falta de formatos más accesibles.
— ¿Qué evaluación tiene hoy?
— Nos ha ido bien estos dos años como a otras compañías. Bolivia está en una situación muy favorable para hacer negocios. Todavía hay cierto nivel de baja penetración de consumo de muchas categorías. Tiene que evolucionar. Comercializamos 400 productos. Lógicamente la innovación no es igual que cuando tienes una fábrica al costado. Es uno de los retos; me hubiese gustado que sea más rápido.
— ¿Obstáculos?
— Encuentras un ama de casa latinoamericana más tradicional, es un obstáculo normal. Si Bolivia tiene normas más estrictas, Nestlé está para cumplirlas.
— ¿Cuántas fábricas?
— Nestlé tiene una presencia muy fuerte en América Latina. Brasil tiene unas 15 fábricas, Perú tiene 2, en Chile hay 8, Argentina tiene 2. La Zona América, incluido Estados Unidos, representa el 45% de la venta de Nestlé en el mundo. México, Chile, Brasil tienen una clase media con mejor capacidad de compra. Perú y Bolivia tienen casi un 30% de población rural que se sigue alimentando de lo que cosecha, del trueque y de las costumbres ancestrales.
— En el caso de Perú, ¿adquirieron fábricas locales?
— Sólo con D’onofrio que vino con Sublime y toda la línea de chocolates, helados y panetones. El Grupo Gloria de Perú es dueño de PIL en Bolivia pero no es dueño de la marca Gloria en Bolivia, el dueño es Nestlé.
— ¿Cuál es la visión de Nestlé?
— Ser una compañía líder en nutrición, salud y bienestar. Se invierte a nivel mundial más de dos billones de dólares en investigación y desarrollo de nuevos productos que contengan elementos nutricionales. Nestlé no concibe proyectar su negocio sin proyectar qué va a pasar con la gente. Si queremos seguir existiendo después de 144 años, tenemos que pensar en lo que llamamos maridaje perfecto entre la sociedad y los negocios: la creación de valor compartido.
— Con sus proveedores...
— Tratamos de abastecernos localmente en el sitio donde fabricamos. El Cacao Plan busca identificar los grandes lugares de producción (en África y Ecuador está el 80% de la producción mundial) y dar asesoría técnica para que la producción sea más eficiente. A pequeños productores de leche, pequeños ganaderos —hablamos de gente que tiene tres vacas—, se les da la asesoría para que la leche sea de calidad. Cuidamos que el productor de tomate no dé trabajo infantil, que no abusen de los niños. Eso hay detrás en la compañía. La calidad se mide por toda la cadena de valor.
— ¿Algún interés en Bolivia fuera de lo que son ventas?
— Queremos empezar a acercarnos a desarrollar productos, podría ser con algunos productores de cacao por ejemplo, sé que en Beni son de buena calidad y eventualmente invertir. Nuestra idea en Bolivia es crecer. Consideramos que es uno de los países en los que mejor nos podría ir en los próximos años. Ahora empezamos con una campaña de nutrición en barrios, que atenderá hasta fin de año unas 10.000 consultas.
Perfil
Nombre: Doménico Casaretto Martino
Profesión: Economista
Cargo: Gerente General Nestlé Bolivia
Experto en marketing
Nació en Lima. Se tituló en Economía en la Universidad de Lima. “Tengo 12 años en la compañía. Ingresé haciendo prácticas preprofesionales. Fue mi primer trabajo”. Recuerda que Nestlé en Perú estaba reclutando jóvenes recién egresados para el Servicio de Información Comercial. Después formó el Departamento de Trade Marketing. Fue responsable de Marketing Culinario; gerente de Marketing del negocio de helados cuando se compró D’onofrio. En mayo del 2009 llegó a Bolivia, a la oficina en Santa Cruz de la Sierra. Hace seis meses decidieron abrir una oficina en La Paz (cinco años atrás había una). “Vemos en La Paz una ciudad de la que nunca debimos irnos”.
SS. Publicado en El Financiero, 2 octubre 2011
— ¿Por qué deciden abrir nuevamente una oficina en La Paz?
— Si bien por temas logísticos nos conviene Santa Cruz porque nos llegan muchos productos de Brasil y Argentina —por proximidad nos sale más barato—, también traemos productos de Chile, Perú y México y nos conviene estar en La Paz. Claro que vendemos más en Santa Cruz. Somos 72 personas trabajando en Bolivia; 15 en La Paz, 10 en Cochabamba y el resto en Santa Cruz.
— ¿Cómo llegan al cliente?
— El canal supermercados lo atendemos directamente con nuestra fuerza de ventas y camiones. Las pequeñas tiendas de barrio son atendidas por nuestros distribuidores. A los mayoristas llegamos a través de distribuidores directos (empresas distribuidoras bolivianas).
— A su llegada (2009), ¿cómo encuentra a Bolivia?
— Me encontré con un país que tenía grandes oportunidades para desarrollar formatos que pudieran hacer llegar nuestros productos a consumidores de bajos recursos. Identifiqué que estábamos en una buena cantidad de puntos de venta pero en forma indirecta. Respecto a los consumidores, sentí que vendíamos muy poco por falta de formatos más accesibles.
— ¿Qué evaluación tiene hoy?
— Nos ha ido bien estos dos años como a otras compañías. Bolivia está en una situación muy favorable para hacer negocios. Todavía hay cierto nivel de baja penetración de consumo de muchas categorías. Tiene que evolucionar. Comercializamos 400 productos. Lógicamente la innovación no es igual que cuando tienes una fábrica al costado. Es uno de los retos; me hubiese gustado que sea más rápido.
— ¿Obstáculos?
— Encuentras un ama de casa latinoamericana más tradicional, es un obstáculo normal. Si Bolivia tiene normas más estrictas, Nestlé está para cumplirlas.
— ¿Cuántas fábricas?
— Nestlé tiene una presencia muy fuerte en América Latina. Brasil tiene unas 15 fábricas, Perú tiene 2, en Chile hay 8, Argentina tiene 2. La Zona América, incluido Estados Unidos, representa el 45% de la venta de Nestlé en el mundo. México, Chile, Brasil tienen una clase media con mejor capacidad de compra. Perú y Bolivia tienen casi un 30% de población rural que se sigue alimentando de lo que cosecha, del trueque y de las costumbres ancestrales.
— En el caso de Perú, ¿adquirieron fábricas locales?
— Sólo con D’onofrio que vino con Sublime y toda la línea de chocolates, helados y panetones. El Grupo Gloria de Perú es dueño de PIL en Bolivia pero no es dueño de la marca Gloria en Bolivia, el dueño es Nestlé.
— ¿Cuál es la visión de Nestlé?
— Ser una compañía líder en nutrición, salud y bienestar. Se invierte a nivel mundial más de dos billones de dólares en investigación y desarrollo de nuevos productos que contengan elementos nutricionales. Nestlé no concibe proyectar su negocio sin proyectar qué va a pasar con la gente. Si queremos seguir existiendo después de 144 años, tenemos que pensar en lo que llamamos maridaje perfecto entre la sociedad y los negocios: la creación de valor compartido.
— Con sus proveedores...
— Tratamos de abastecernos localmente en el sitio donde fabricamos. El Cacao Plan busca identificar los grandes lugares de producción (en África y Ecuador está el 80% de la producción mundial) y dar asesoría técnica para que la producción sea más eficiente. A pequeños productores de leche, pequeños ganaderos —hablamos de gente que tiene tres vacas—, se les da la asesoría para que la leche sea de calidad. Cuidamos que el productor de tomate no dé trabajo infantil, que no abusen de los niños. Eso hay detrás en la compañía. La calidad se mide por toda la cadena de valor.
— ¿Algún interés en Bolivia fuera de lo que son ventas?
— Queremos empezar a acercarnos a desarrollar productos, podría ser con algunos productores de cacao por ejemplo, sé que en Beni son de buena calidad y eventualmente invertir. Nuestra idea en Bolivia es crecer. Consideramos que es uno de los países en los que mejor nos podría ir en los próximos años. Ahora empezamos con una campaña de nutrición en barrios, que atenderá hasta fin de año unas 10.000 consultas.
Perfil
Nombre: Doménico Casaretto Martino
Profesión: Economista
Cargo: Gerente General Nestlé Bolivia
Experto en marketing
Nació en Lima. Se tituló en Economía en la Universidad de Lima. “Tengo 12 años en la compañía. Ingresé haciendo prácticas preprofesionales. Fue mi primer trabajo”. Recuerda que Nestlé en Perú estaba reclutando jóvenes recién egresados para el Servicio de Información Comercial. Después formó el Departamento de Trade Marketing. Fue responsable de Marketing Culinario; gerente de Marketing del negocio de helados cuando se compró D’onofrio. En mayo del 2009 llegó a Bolivia, a la oficina en Santa Cruz de la Sierra. Hace seis meses decidieron abrir una oficina en La Paz (cinco años atrás había una). “Vemos en La Paz una ciudad de la que nunca debimos irnos”.
SS. Publicado en El Financiero, 2 octubre 2011
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