Tres psicólogas, una economista y una auditora forman el equipo de
VIP Hogar, empresa que articula la demanda y oferta de
servicios de medio centenar de trabajadoras del hogar en la ciudad de La
Paz.
Se presentan como un grupo de profesionales que aborda la problemática del empleo con una visión integrada. VIP Hogar se ocupa de la búsqueda, selección, colocación y captación de mujeres y hombres que trabajan en el servicio doméstico.
Se presentan como un grupo de profesionales que aborda la problemática del empleo con una visión integrada. VIP Hogar se ocupa de la búsqueda, selección, colocación y captación de mujeres y hombres que trabajan en el servicio doméstico.
Norah Paz, una de las fundadoras, recuerda que se animaron a abrir
una oficina de intermediación laboral para las trabajadoras del hogar
con el objetivo de mejorar la calidad del empleo en este rubro.
“Nuestra intención es que el trabajo doméstico asalariado mejore, se especialice, haya más capacitación. Es la forma para que este trabajo se valore más y adquiera una institucionalidad”, enfatizó Paz.
La iniciativa empezó hace dos años y medio. Contaron con el apoyo de Ayuda Obrera Suiza y hoy tienen 50 trabajadoras del hogar, a quienes reconocieron por su permanencia en sus trabajos, en un acto realizado en sus oficinas ubicadas en el Bloque M del barrio San Miguel. Esa permanencia fluctúa entre los ocho meses y dos años.
La mayoría logró quedarse en su primer trabajo con VIP Hogar. “Comprensión, respeto y entendimiento de ambas partes es importante para asumir los errores. Hay que generar confianza”, manifestó Jenny Benítez.
Gloria Claros, Victoria Nina y Segundina Coca se animaron a dar consejos a sus colegas de trabajo: “Trabajen responsablemente”, “ser empleada del hogar es un trabajo digno”, “no tiene que haber discriminación por este trabajo”.
Agradecieron la capacitación que VIP Hogar les da en temas como administración del hogar, cocina básica, cuidado de niños y de adultos mayores, limpieza y otros. También las orientan en los derechos y deberes de trabajadoras y empleadores, con énfasis en una comunicación asertiva y resolución de conflictos.
A Milka Badani le preocupa que en las trabajadoras del hogar aún hay niveles de analfabetismo. “Vemos cosas muy tristes, no saben leer ni escribir y tienen que ir a un supermercado. Es complicado para ellas a pesar de que sepan cocinar bien. Por eso estamos implementando talleres para dar alfabetización”.
El seguimiento o acompañamiento de manera interactiva permite que la relación laboral se fortalezca. Realizan visitas y entrevistas personalizadas, efectúan test de satisfacción laboral y dan incentivos a la permanencia en el trabajo.
El aspecto más difícil de la actividad de VIP Hogar fue encontrar un punto intermedio entre las necesidades de las trabajadoras del hogar y la de los empleadores.
‘Cama adentro’, ‘puertas adentro’ o ‘internas’ no es fácil de encontrar. “Está desapareciendo porque las trabajadoras del hogar ya no quieren vivir durmiendo en una casa. Las relaciones se están perfilando de otra manera. Estamos promoviendo el trabajo por horas y el de ocho horas completas”, precisó Marcela Paz, quien trabajó en temas de derechos de la mujer por 25 años.
Esta nueva propuesta de trabajo es aceptada por el lado de las trabajadoras porque “ellas quieren trabajar por horas porque tienen sus propias familias y quieren tener una vida autónoma”, apuntó Paz.
Y por el lado de la demanda está sucediendo un efecto interesante porque “La Paz se llena de edificios con dimensiones más pequeñas, personas que ya no desean compartir vivienda con otra persona, pero necesitan ayuda.
Ahí es necesario el trabajo por horas, por días e inclusive por una sola vez”, precisó. La diferencia que marca VIP Hogar será cuantificada y efectuarán un análisis cualificado de las relaciones y necesidades de estos dos grupos de actores en la relación laboral.
La Ley 2450, de la Trabajadora del Hogar, fue promulgada el 9 de abril de 2003. “Hay una ley, pero no hay la reglamentación. Se cumple a medias y lo que hace el Ministerio de Trabajo es conciliar. No hay reglas (para ambos lados), si se falta sin avisar debería haber sanciones como sucede en cualquier oficina; y la empleadora debe pagar un salario puntual”, sostuvo Jenny Benítez.
Por su parte, Marcela Paz explicó que la agencia tiene diferentes opciones de contratación y por ello reciben una comisión. “Se investiga todos los datos, garante, pretensiones salariales, se hace una evaluación psicológica a las personas que trabajarán con niños”, señaló.
Cualidades destacadas en el empleo
-Un buen empleador o empleadora es quien respeta las condiciones mínimas del contrato y si puede las mejora. Ofrece un salario según ley; establece horarios que no excedan las 10 horas y el descanso semanal.
-Una buena trabajadora del hogar respeta las condiciones mínimas del contrato y también puede mejorarlas, cumple con responsabilidad y avisa con anticipación su retiro.
“Nuestra intención es que el trabajo doméstico asalariado mejore, se especialice, haya más capacitación. Es la forma para que este trabajo se valore más y adquiera una institucionalidad”, enfatizó Paz.
La iniciativa empezó hace dos años y medio. Contaron con el apoyo de Ayuda Obrera Suiza y hoy tienen 50 trabajadoras del hogar, a quienes reconocieron por su permanencia en sus trabajos, en un acto realizado en sus oficinas ubicadas en el Bloque M del barrio San Miguel. Esa permanencia fluctúa entre los ocho meses y dos años.
La mayoría logró quedarse en su primer trabajo con VIP Hogar. “Comprensión, respeto y entendimiento de ambas partes es importante para asumir los errores. Hay que generar confianza”, manifestó Jenny Benítez.
Gloria Claros, Victoria Nina y Segundina Coca se animaron a dar consejos a sus colegas de trabajo: “Trabajen responsablemente”, “ser empleada del hogar es un trabajo digno”, “no tiene que haber discriminación por este trabajo”.
Agradecieron la capacitación que VIP Hogar les da en temas como administración del hogar, cocina básica, cuidado de niños y de adultos mayores, limpieza y otros. También las orientan en los derechos y deberes de trabajadoras y empleadores, con énfasis en una comunicación asertiva y resolución de conflictos.
A Milka Badani le preocupa que en las trabajadoras del hogar aún hay niveles de analfabetismo. “Vemos cosas muy tristes, no saben leer ni escribir y tienen que ir a un supermercado. Es complicado para ellas a pesar de que sepan cocinar bien. Por eso estamos implementando talleres para dar alfabetización”.
El seguimiento o acompañamiento de manera interactiva permite que la relación laboral se fortalezca. Realizan visitas y entrevistas personalizadas, efectúan test de satisfacción laboral y dan incentivos a la permanencia en el trabajo.
El aspecto más difícil de la actividad de VIP Hogar fue encontrar un punto intermedio entre las necesidades de las trabajadoras del hogar y la de los empleadores.
‘Cama adentro’, ‘puertas adentro’ o ‘internas’ no es fácil de encontrar. “Está desapareciendo porque las trabajadoras del hogar ya no quieren vivir durmiendo en una casa. Las relaciones se están perfilando de otra manera. Estamos promoviendo el trabajo por horas y el de ocho horas completas”, precisó Marcela Paz, quien trabajó en temas de derechos de la mujer por 25 años.
Esta nueva propuesta de trabajo es aceptada por el lado de las trabajadoras porque “ellas quieren trabajar por horas porque tienen sus propias familias y quieren tener una vida autónoma”, apuntó Paz.
Y por el lado de la demanda está sucediendo un efecto interesante porque “La Paz se llena de edificios con dimensiones más pequeñas, personas que ya no desean compartir vivienda con otra persona, pero necesitan ayuda.
Ahí es necesario el trabajo por horas, por días e inclusive por una sola vez”, precisó. La diferencia que marca VIP Hogar será cuantificada y efectuarán un análisis cualificado de las relaciones y necesidades de estos dos grupos de actores en la relación laboral.
La Ley 2450, de la Trabajadora del Hogar, fue promulgada el 9 de abril de 2003. “Hay una ley, pero no hay la reglamentación. Se cumple a medias y lo que hace el Ministerio de Trabajo es conciliar. No hay reglas (para ambos lados), si se falta sin avisar debería haber sanciones como sucede en cualquier oficina; y la empleadora debe pagar un salario puntual”, sostuvo Jenny Benítez.
Por su parte, Marcela Paz explicó que la agencia tiene diferentes opciones de contratación y por ello reciben una comisión. “Se investiga todos los datos, garante, pretensiones salariales, se hace una evaluación psicológica a las personas que trabajarán con niños”, señaló.
Cualidades destacadas en el empleo
-Un buen empleador o empleadora es quien respeta las condiciones mínimas del contrato y si puede las mejora. Ofrece un salario según ley; establece horarios que no excedan las 10 horas y el descanso semanal.
-Una buena trabajadora del hogar respeta las condiciones mínimas del contrato y también puede mejorarlas, cumple con responsabilidad y avisa con anticipación su retiro.
SS.
Publicado en El Financiero, 9 octubre 2011
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