En dos décadas, el número de productores agroecológicos en el país llegó
a 70.000; están organizados en AOPEB promoviendo una cultura
de comer sano, vivir sano y vivir bien. Su visión es construir una
Bolivia Ecológica, pero la única ley que los respalda aún es
desconocida.
"Para el productor agroecológico lo más importante es la
conciencia. Si quiere producir ecológicamente tiene que hacerlo de
corazón, sin usar químicos y cambiarlos por los bioinsumos”, explica el
presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos
de Bolivia (AOPEB), Luis Viadez Taquicha.
Fue posesionado el 2 de julio en la Vigésima Asamblea Ordinaria. Es productor de café orgánico en la Colonia Ingavi I, donde nació. Está ubicada en la comunidad Taipiplaya del municipio paceño de Caranavi y mediante la Ordenanza Municipal 064/2005 fue declarada “municipio ecológico libre de transgénicos”.
“Siempre me gustó el trabajo social”, recuerda Viadez; representaba a su sector en reuniones, seminarios y cursos (contabilidad, administración y exportación), información que replicó a sus compañeros hasta que se conformó la Asociación de Café de Taipiplaya (Asocafé). “En esos tiempos sufríamos, vendíamos nuestra producción a un precio no adecuado al esfuerzo que realizábamos”.
Asocafé es una de las organizaciones que conforman la AOPEB. Empezaron seis en 1991, una década después eran 26. “Hoy están bajo mi responsabilidad 86 organizaciones en los nueve departamentos. Son asociaciones de productores, cooperativas, coracas, ONG y empresas eco-sociales”, precisó.
Celebraron 20 años de fundación hace un par de semanas. Entre sus principales resultados están los programas y servicios de apoyo a la producción y transformación ecológica; el desarrollo de investigación en la preparación y aplicación de bioinsumos y asesoramiento en “sistemas agroforestales sucesionales” basados en los principios que rigen la naturaleza; crearon Escuelas Ecológicas y la cadena de tiendas Súper Ecológico.
En las escuelas, implementadas el 2008, se capacitaron a promotores y facilitadores; “a través de la metodología de Campesino a Campesino se han establecido vínculos de solidaridad entre productores de diferentes zonas. Los autodiagnósticos comunales y experimentaciones campesinas han permitido fortalecer sus capacidades de investigación y recreación de saberes locales”, se explica en su sitio web www.aopeb.org.
Es relevante que para lograr mejores condiciones políticas y legales desarrollaron acciones de incidencia política y cabildeo que lograron la promulgación de la Ley 3525 de Regulación y Promoción de la Producción Agropecuaria y Forestal No Maderable Ecológica, el 21 de noviembre de 2006, por el actual Gobierno.
Así se creó, hace un par de años, el Consejo Nacional de la Producción Ecológica con el fin de promover políticas, planes y programas.
La importancia del sector radica en la generación de empleo e ingresos para las familias. En 1995 se exportaron 593 toneladas de productos certificados; una década después creció a 9.500 toneladas. Hoy, la quinua, café, chocolate lideran la exportación de productos agroecológicos a los principales mercados del mundo.
El reto para AOPEB es difundir la ley al resto de productores del país; que se elaboren e implementen políticas de desarrollo, se cree el Sello Nacional de Productos Ecológicos y haya más ‘municipios ecológicos’.
Fondo OECA es alternativa de financiamiento
El financiamiento es fundamental para que las organizaciones económicas campesinas den curso a iniciativas productivas ecológicas que, generalmente, no han tenido acceso a servicios financieros; por ello CIOEC Bolivia creó el Fondo OECA.
Su objetivo, según la firma, es “fortalecer y apoyar los emprendimientos productivos y económicos de las OECA que permita la agregación de valor a las materias primas y llegar en mejores condiciones a los diferentes mercados”.
Agrega que los productos financieros disponibles son los subsidios inteligentes dirigidos a emprendimientos viables, con participación financiera de las OECA (contraparte) y los créditos para capital de operaciones; con la constitución de un Fondo de Garantía.
AOPEB explica que en la etapa de introducción del fondo lograron, con el primer producto, financiar planes de negocio para 75 organizaciones económicas campesinas afiliadas a CIOEC Bolivia y AOPEB con un monto de 760.423 dólares y las OECA pusieron el 28% de contraparte por un valor de 211.547 dólares.
“Este mecanismo de transferencia de recursos a las OECA, sin duda, requiere fortalecerse financiera y técnicamente, para ello las organizaciones matrices representativas de las OECA como son CIOEC Bolivia y AOPEB deberán hacer esfuerzos conjuntos para consolidar este instrumento que debe constituirse en una respuesta efectiva ante la necesidad de financiamiento de los pequeños productores del área rural”, sostienen en un documento.
La administración es descentralizada, pero la estructura organizacional tiene directorio conformado por ambas organizaciones junto a Fincafé e ICCO.
Fue posesionado el 2 de julio en la Vigésima Asamblea Ordinaria. Es productor de café orgánico en la Colonia Ingavi I, donde nació. Está ubicada en la comunidad Taipiplaya del municipio paceño de Caranavi y mediante la Ordenanza Municipal 064/2005 fue declarada “municipio ecológico libre de transgénicos”.
“Siempre me gustó el trabajo social”, recuerda Viadez; representaba a su sector en reuniones, seminarios y cursos (contabilidad, administración y exportación), información que replicó a sus compañeros hasta que se conformó la Asociación de Café de Taipiplaya (Asocafé). “En esos tiempos sufríamos, vendíamos nuestra producción a un precio no adecuado al esfuerzo que realizábamos”.
Asocafé es una de las organizaciones que conforman la AOPEB. Empezaron seis en 1991, una década después eran 26. “Hoy están bajo mi responsabilidad 86 organizaciones en los nueve departamentos. Son asociaciones de productores, cooperativas, coracas, ONG y empresas eco-sociales”, precisó.
Celebraron 20 años de fundación hace un par de semanas. Entre sus principales resultados están los programas y servicios de apoyo a la producción y transformación ecológica; el desarrollo de investigación en la preparación y aplicación de bioinsumos y asesoramiento en “sistemas agroforestales sucesionales” basados en los principios que rigen la naturaleza; crearon Escuelas Ecológicas y la cadena de tiendas Súper Ecológico.
En las escuelas, implementadas el 2008, se capacitaron a promotores y facilitadores; “a través de la metodología de Campesino a Campesino se han establecido vínculos de solidaridad entre productores de diferentes zonas. Los autodiagnósticos comunales y experimentaciones campesinas han permitido fortalecer sus capacidades de investigación y recreación de saberes locales”, se explica en su sitio web www.aopeb.org.
Es relevante que para lograr mejores condiciones políticas y legales desarrollaron acciones de incidencia política y cabildeo que lograron la promulgación de la Ley 3525 de Regulación y Promoción de la Producción Agropecuaria y Forestal No Maderable Ecológica, el 21 de noviembre de 2006, por el actual Gobierno.
Así se creó, hace un par de años, el Consejo Nacional de la Producción Ecológica con el fin de promover políticas, planes y programas.
La importancia del sector radica en la generación de empleo e ingresos para las familias. En 1995 se exportaron 593 toneladas de productos certificados; una década después creció a 9.500 toneladas. Hoy, la quinua, café, chocolate lideran la exportación de productos agroecológicos a los principales mercados del mundo.
El reto para AOPEB es difundir la ley al resto de productores del país; que se elaboren e implementen políticas de desarrollo, se cree el Sello Nacional de Productos Ecológicos y haya más ‘municipios ecológicos’.
Fondo OECA es alternativa de financiamiento
El financiamiento es fundamental para que las organizaciones económicas campesinas den curso a iniciativas productivas ecológicas que, generalmente, no han tenido acceso a servicios financieros; por ello CIOEC Bolivia creó el Fondo OECA.
Su objetivo, según la firma, es “fortalecer y apoyar los emprendimientos productivos y económicos de las OECA que permita la agregación de valor a las materias primas y llegar en mejores condiciones a los diferentes mercados”.
Agrega que los productos financieros disponibles son los subsidios inteligentes dirigidos a emprendimientos viables, con participación financiera de las OECA (contraparte) y los créditos para capital de operaciones; con la constitución de un Fondo de Garantía.
AOPEB explica que en la etapa de introducción del fondo lograron, con el primer producto, financiar planes de negocio para 75 organizaciones económicas campesinas afiliadas a CIOEC Bolivia y AOPEB con un monto de 760.423 dólares y las OECA pusieron el 28% de contraparte por un valor de 211.547 dólares.
“Este mecanismo de transferencia de recursos a las OECA, sin duda, requiere fortalecerse financiera y técnicamente, para ello las organizaciones matrices representativas de las OECA como son CIOEC Bolivia y AOPEB deberán hacer esfuerzos conjuntos para consolidar este instrumento que debe constituirse en una respuesta efectiva ante la necesidad de financiamiento de los pequeños productores del área rural”, sostienen en un documento.
La administración es descentralizada, pero la estructura organizacional tiene directorio conformado por ambas organizaciones junto a Fincafé e ICCO.
AOPEB apuesta a la creación de los municipios ecológicos
El municipio de Caranavi fue el primero, el 2005, en ser
declarado, por resolución municipal, municipio ecológico libre de
transgénicos. Hoy, AOPEB promueve que esta iniciativa se difunda en
otras comunas con el fin de otorgar el Sello Ecológico establecido en la
Ley 3525.
“Achocalla, Batallas y Caracollo están en el camino de ser municipios ecológicos”, afirma el presidente de AOPEB, Luis Viadez, pero asegura que es primordial la “voluntad política para avanzar” en este proceso.
Explica que los municipios tienen que definir sus políticas de producción ecológica en forma conjunta con todas las organizaciones de productores y empresas de transformación de ese territorio. “Estamos articulando, planificando e incentivando con talleres y seminarios para que en los municipios se cree un Departamento de Producción Ecológica que otorgue el certificado”, adelantó.
En el artículo 21 y 22 de dicha ley “se establece el Sello Nacional de Productos Ecológicos, con el objetivo de identificar y garantizar la comercialización de éstos. El etiquetado, publicidad y consiguiente comercialización de productos provenientes de la producción ecológica, deberá identificar a éstos como Producto Ecológico”. La entidad estatal que deberá definir sus condiciones de uso bajo reglamentación es el Consejo Nacional de Producción Ecológica (Cnape).
Habrá mecanismos de control que garanticen el proceso en toda la cadena productiva hasta que la mercadería llegue al consumidor, precisó. “Estamos en ese camino para consolidar este control”, pero lo que falta para que se cumpla es la “concienciación y hacer conocer a los productores en los últimos rincones de los municipios, esta ley”, afirmó.
Para Viadez es importante establecer políticas en todos los niveles de gobierno (central y regionales) porque AOPEB “no puede llegar a todas las comunidades” del país. Destacó que el Cnape impulsa la producción agroecológica y tiene más contacto con los productores.
AOPEB lidera la implementación de los Sistemas Participativos de Garantía (SPG) que tienen el objetivo de ofrecer a los consumidores nacionales alimentos sanos, ecológicos garantizados y establecer lazos de confianza.
Hace cuatro años se inició el SPG nacional y ahora 20 organizaciones cuentan con la Garantía Ecológica Participativa. En la actualidad se busca desarrollar los SPG Municipales y el Consejo de Certificación Participativa Ecológica Municipal.
En la ley 3525
En el artículo 2 de la Ley 3525 se norma que en las fases de producción, transformación, industrialización y comercialización se elimina antes, durante y después todo tipo de insumos sintéticos: pesticidas, químicos concentrados, fertilizantes sintéticos, manipuleo de genomas, productos e insumos transgénicos u otros que dañen el medio ambiente y la salud humana.
El consumo crece, pero aún es bajo en Bolivia
Un estudio de AOPEB sobre el consumo de productos ecológicos/orgánicos en Bolivia revela que éste está enmarcado entre los segmentos medio y alto; el resto no los consume por falta de hábitos y de información.
En La demanda de productos ecológicos en Bolivia. Estructura y retos para su desarrollo se señala que esos segmentos “representan el 30% de la población equivalente a 225.185 personas, agrupadas en unas 64.338 familias”, y llegan a un gasto total de 91.229.783 bolivianos. De esa cantidad de consumidores, el 47% está en Santa Cruz, el 30% en La Paz y el 23% en Cochabamba.
El estudio sostiene que hay una amplia confusión en el mercado respecto al concepto ecológico y orgánico, puesto que desconocen que este tipo de producción empieza en la siembra y termina cuando se comercializa. La diferencia entre comprar bananos, sandías, jugo natural o una galleta de quinua es que los ecológicos no utilizaron ningún producto químico sintético.
El gasto promedio de compra por persona es de Bs 421 en Santa Cruz, mientras que en La Paz y Cochabamba es de Bs 280. Respecto a los productos procesados y envasados, los 10 más utilizados son el aceite, café, galletas, miel, chocolate, salvado de trigo, mermeladas, pan integral y fruta deshidratada. La frecuencia de compra es mensual.
“Achocalla, Batallas y Caracollo están en el camino de ser municipios ecológicos”, afirma el presidente de AOPEB, Luis Viadez, pero asegura que es primordial la “voluntad política para avanzar” en este proceso.
Explica que los municipios tienen que definir sus políticas de producción ecológica en forma conjunta con todas las organizaciones de productores y empresas de transformación de ese territorio. “Estamos articulando, planificando e incentivando con talleres y seminarios para que en los municipios se cree un Departamento de Producción Ecológica que otorgue el certificado”, adelantó.
En el artículo 21 y 22 de dicha ley “se establece el Sello Nacional de Productos Ecológicos, con el objetivo de identificar y garantizar la comercialización de éstos. El etiquetado, publicidad y consiguiente comercialización de productos provenientes de la producción ecológica, deberá identificar a éstos como Producto Ecológico”. La entidad estatal que deberá definir sus condiciones de uso bajo reglamentación es el Consejo Nacional de Producción Ecológica (Cnape).
Habrá mecanismos de control que garanticen el proceso en toda la cadena productiva hasta que la mercadería llegue al consumidor, precisó. “Estamos en ese camino para consolidar este control”, pero lo que falta para que se cumpla es la “concienciación y hacer conocer a los productores en los últimos rincones de los municipios, esta ley”, afirmó.
Para Viadez es importante establecer políticas en todos los niveles de gobierno (central y regionales) porque AOPEB “no puede llegar a todas las comunidades” del país. Destacó que el Cnape impulsa la producción agroecológica y tiene más contacto con los productores.
AOPEB lidera la implementación de los Sistemas Participativos de Garantía (SPG) que tienen el objetivo de ofrecer a los consumidores nacionales alimentos sanos, ecológicos garantizados y establecer lazos de confianza.
Hace cuatro años se inició el SPG nacional y ahora 20 organizaciones cuentan con la Garantía Ecológica Participativa. En la actualidad se busca desarrollar los SPG Municipales y el Consejo de Certificación Participativa Ecológica Municipal.
En la ley 3525
En el artículo 2 de la Ley 3525 se norma que en las fases de producción, transformación, industrialización y comercialización se elimina antes, durante y después todo tipo de insumos sintéticos: pesticidas, químicos concentrados, fertilizantes sintéticos, manipuleo de genomas, productos e insumos transgénicos u otros que dañen el medio ambiente y la salud humana.
El consumo crece, pero aún es bajo en Bolivia
Un estudio de AOPEB sobre el consumo de productos ecológicos/orgánicos en Bolivia revela que éste está enmarcado entre los segmentos medio y alto; el resto no los consume por falta de hábitos y de información.
En La demanda de productos ecológicos en Bolivia. Estructura y retos para su desarrollo se señala que esos segmentos “representan el 30% de la población equivalente a 225.185 personas, agrupadas en unas 64.338 familias”, y llegan a un gasto total de 91.229.783 bolivianos. De esa cantidad de consumidores, el 47% está en Santa Cruz, el 30% en La Paz y el 23% en Cochabamba.
El estudio sostiene que hay una amplia confusión en el mercado respecto al concepto ecológico y orgánico, puesto que desconocen que este tipo de producción empieza en la siembra y termina cuando se comercializa. La diferencia entre comprar bananos, sandías, jugo natural o una galleta de quinua es que los ecológicos no utilizaron ningún producto químico sintético.
El gasto promedio de compra por persona es de Bs 421 en Santa Cruz, mientras que en La Paz y Cochabamba es de Bs 280. Respecto a los productos procesados y envasados, los 10 más utilizados son el aceite, café, galletas, miel, chocolate, salvado de trigo, mermeladas, pan integral y fruta deshidratada. La frecuencia de compra es mensual.
Svetlana Salvatierra.
Publicado en El Financiero, 9 octubre 2011
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