Alejandro Ramos GilProfesión: Abogado Cargo: Presidente de Asapra Abogado experto en temas aduaneros internacionales Nació en Nuevo Laredo, México. “La frontera donde se mueve el 30% del comercio exterior mexicano con Estados Unidos. En ese lugar, los tres sectores más importantes son el comercio exterior, los despachantes de aduana y el transporte. Cuando uno nace ahí, la vocación aduanera es prácticamente natural”, asegura. Es abogado con posgrados en Comercio Internacional, Derechos e Impuestos Internacionales de las universidades American University y Harvard University.
Es presidente de la Asociación de Agentes Profesionales de Aduana de las Américas (Asapra), entidad que reúne a 42 países miembros y a 25.000 despachantes de aduanas. Asume el cargo por segunda vez consecutiva. Realizó su primera reunión de Directorio en Santa Cruz. La entidad tiene 41 años de aporte al perfeccionamiento de los modelos y sistemas aduaneros
— ¿Cuál al evaluación de la gestión anterior de Asapra?
— Cuando comenzamos, uno de los objetivos principales era tener un diálogo más intenso y de mayor impacto con las administraciones aduaneras. A pesar de las distancias hemos podido lograr agendas de trabajo muy importantes, de forma que en el comercio internacional hablemos el mismo idioma y todos los países tengamos procedimientos y políticas similares para hacer intercambio de bienes. Existen los Incoterms, el Convenio de Kioto de simplificación y armonización de procedimientos aduaneros, el Sistema Armonizado de clasificación de la mercancía con la misma nomenclatura numérica. Y luego del atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos (2001), sube a nivel del comercio la discusión de cuál debe ser el estándar internacional de seguridad internacional en el comercio de los países por el impacto en el costo y bloqueo a esta actividad.
— ¿Cómo avanzan para eliminar estas barreras?
— La política de Asapra es que cualquier mejor política que ha funcionado en más de dos países de América Latina vale la pena considerarla, analizarla si ese beneficio genera valor para Bolivia, México o cualquier otro país miembro. Tenemos una contraparte gubernamental que es la OMA, Organización Mundial de Aduanas (antes el Consejo de Cooperación Aduanera de Bruselas) con 180 países y sus administraciones de aduanas. En este consejo se vota por el Marco Safe. En el 2007, tiene una revisión en el pilar gobierno-empresa y nace ahí la figura del Operador Económico Autorizado que empieza a ser implementado en algunos países. Lo importante es llegar en los próximos 10 años a un reconocimiento mutuo de una cadena de suministros confiable. El otro tema es la Ventanilla Única que trata de que todas las dependencias de gobierno tengan un control o una licencia de exportación e importación para que el usuario pueda ir a un solo lugar y no tenga que ir desfilando por todas ellas; es algo que empieza a nacer. Un tercer tema tiene que ver con las negociaciones de acuerdos de libre comercio o de integración económica aduanera o mercados comunes; porque se tiene que redefinir el papel de las aduanas en ese marco legal, en cuáles serán los procedimientos para que se pueda utilizar ese beneficio. Asapra trabaja vigilando y monitoreando para que estas reglas uniformes sean de valor para la sociedad, el Gobierno y el sector privado. Simplemente que los controles sean adecuados.
— ¿Las aduanas son una barrera en el comercio?
— La Aduana es la puerta de su casa, es la puerta del país y si no tiene los controles eficientes o tiene una gran cantidad de controles que no sirven, tiene menor impacto o ineficiencia. En Asapra estamos desarrollando que cualquier control beneficie a la sociedad, simplifique y armonice los compromisos internacionales, y combata el ilícito aduanero y el contrabando.
— ¿Hay diálogo con gobiernos para enfrentar estos retos?
— Sobre el Operador Económico Autorizado, en esta parte de la región es un boliviano el que domina el tema, Juan Carlos Vilaseca, que monitorea y ve las compatibilidades de normas entre los países. Hay que aclarar que cada aduana, cada país tiene una prioridad en los intereses de proteger a su sociedad (contrabando de armas, medicinas adulteradas, alimentos, etc). Por ejemplo, Estados Unidos da prioridad al combate contra el terrorismo y a México le interesa el fraude fiscal.
— ¿La OMA apoya a Asapra?
— En las Asambleas logramos reunirnos para poder actualizarnos sobre la visión que tiene sobre las aduanas y nosotros retroalimentamos las inquietudes de los usuarios. El tema aduanero es un tema técnico. Los despachantes representan a las empresas en temas técnicos y tienen que estar calificados.
— ¿El beneficio?
— A ningún consumidor le convienen trámites tan costosos (de las empresas) que impactarán en el precio final del producto.
— El contrabando, el narcotráfico también impactan.
— En una aduana terrestre, un aeropuerto o un puerto marítimo hay un tema que está relacionado con el control fronterizo. Todos los fenómenos que sucedan en esa frontera o en ese punto de entrada van a ser competencia de la aduana. Se necesita no sólo de una aduana especialista en mercancías o en impuestos, va evolucionando a ser una dependencia de seguridad fronteriza y control fronterizo, con todo el tema complejo de la importación y exportación.
— ¿Y el sector privado?
— También tiene que tener competencia en todas esas materias y de preferencia en una cadena certificada. Y no significa que un país esté más avanzado que otro si implementa o no un programa de certificación, lo importante es ¿qué controles son eficientes y están ayudando a los consumidores y al país?
— ¿Cuál el escenario ideal para el trabajo del despachante?
— Confianza y seguridad jurídica; que esas normas no van a cambiar mañana arbitrariamente; que me permita hacer planeación de mi trabajo como auxiliar de la función pública, porque hay una ley que va a durar
Svetlana Salvatierra, publicado en El Financiero, domingo 27 de febrero 2011
Es presidente de la Asociación de Agentes Profesionales de Aduana de las Américas (Asapra), entidad que reúne a 42 países miembros y a 25.000 despachantes de aduanas. Asume el cargo por segunda vez consecutiva. Realizó su primera reunión de Directorio en Santa Cruz. La entidad tiene 41 años de aporte al perfeccionamiento de los modelos y sistemas aduaneros
— ¿Cuál al evaluación de la gestión anterior de Asapra?
— Cuando comenzamos, uno de los objetivos principales era tener un diálogo más intenso y de mayor impacto con las administraciones aduaneras. A pesar de las distancias hemos podido lograr agendas de trabajo muy importantes, de forma que en el comercio internacional hablemos el mismo idioma y todos los países tengamos procedimientos y políticas similares para hacer intercambio de bienes. Existen los Incoterms, el Convenio de Kioto de simplificación y armonización de procedimientos aduaneros, el Sistema Armonizado de clasificación de la mercancía con la misma nomenclatura numérica. Y luego del atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos (2001), sube a nivel del comercio la discusión de cuál debe ser el estándar internacional de seguridad internacional en el comercio de los países por el impacto en el costo y bloqueo a esta actividad.
— ¿Cómo avanzan para eliminar estas barreras?
— La política de Asapra es que cualquier mejor política que ha funcionado en más de dos países de América Latina vale la pena considerarla, analizarla si ese beneficio genera valor para Bolivia, México o cualquier otro país miembro. Tenemos una contraparte gubernamental que es la OMA, Organización Mundial de Aduanas (antes el Consejo de Cooperación Aduanera de Bruselas) con 180 países y sus administraciones de aduanas. En este consejo se vota por el Marco Safe. En el 2007, tiene una revisión en el pilar gobierno-empresa y nace ahí la figura del Operador Económico Autorizado que empieza a ser implementado en algunos países. Lo importante es llegar en los próximos 10 años a un reconocimiento mutuo de una cadena de suministros confiable. El otro tema es la Ventanilla Única que trata de que todas las dependencias de gobierno tengan un control o una licencia de exportación e importación para que el usuario pueda ir a un solo lugar y no tenga que ir desfilando por todas ellas; es algo que empieza a nacer. Un tercer tema tiene que ver con las negociaciones de acuerdos de libre comercio o de integración económica aduanera o mercados comunes; porque se tiene que redefinir el papel de las aduanas en ese marco legal, en cuáles serán los procedimientos para que se pueda utilizar ese beneficio. Asapra trabaja vigilando y monitoreando para que estas reglas uniformes sean de valor para la sociedad, el Gobierno y el sector privado. Simplemente que los controles sean adecuados.
— ¿Las aduanas son una barrera en el comercio?
— La Aduana es la puerta de su casa, es la puerta del país y si no tiene los controles eficientes o tiene una gran cantidad de controles que no sirven, tiene menor impacto o ineficiencia. En Asapra estamos desarrollando que cualquier control beneficie a la sociedad, simplifique y armonice los compromisos internacionales, y combata el ilícito aduanero y el contrabando.
— ¿Hay diálogo con gobiernos para enfrentar estos retos?
— Sobre el Operador Económico Autorizado, en esta parte de la región es un boliviano el que domina el tema, Juan Carlos Vilaseca, que monitorea y ve las compatibilidades de normas entre los países. Hay que aclarar que cada aduana, cada país tiene una prioridad en los intereses de proteger a su sociedad (contrabando de armas, medicinas adulteradas, alimentos, etc). Por ejemplo, Estados Unidos da prioridad al combate contra el terrorismo y a México le interesa el fraude fiscal.
— ¿La OMA apoya a Asapra?
— En las Asambleas logramos reunirnos para poder actualizarnos sobre la visión que tiene sobre las aduanas y nosotros retroalimentamos las inquietudes de los usuarios. El tema aduanero es un tema técnico. Los despachantes representan a las empresas en temas técnicos y tienen que estar calificados.
— ¿El beneficio?
— A ningún consumidor le convienen trámites tan costosos (de las empresas) que impactarán en el precio final del producto.
— El contrabando, el narcotráfico también impactan.
— En una aduana terrestre, un aeropuerto o un puerto marítimo hay un tema que está relacionado con el control fronterizo. Todos los fenómenos que sucedan en esa frontera o en ese punto de entrada van a ser competencia de la aduana. Se necesita no sólo de una aduana especialista en mercancías o en impuestos, va evolucionando a ser una dependencia de seguridad fronteriza y control fronterizo, con todo el tema complejo de la importación y exportación.
— ¿Y el sector privado?
— También tiene que tener competencia en todas esas materias y de preferencia en una cadena certificada. Y no significa que un país esté más avanzado que otro si implementa o no un programa de certificación, lo importante es ¿qué controles son eficientes y están ayudando a los consumidores y al país?
— ¿Cuál el escenario ideal para el trabajo del despachante?
— Confianza y seguridad jurídica; que esas normas no van a cambiar mañana arbitrariamente; que me permita hacer planeación de mi trabajo como auxiliar de la función pública, porque hay una ley que va a durar
Svetlana Salvatierra, publicado en El Financiero, domingo 27 de febrero 2011
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