Carlos de Grandchant Es gerente general de La Primera, pionera del sistema de mutuales, entidad dedicada al préstamo hipotecario para la vivienda desde los años 60. Marca la diferencia con los bancos en productos y servicios que ofertan a partir del ahorro de sus prestatarios. Enfatiza en las más de 80.000 soluciones habitacionales construidas en estos 47 años; adelanta que seguirán creciendo con la apertura de agencias en otros departamentos.
— Mutual La Primera fue pionera en créditos para la vivienda ¿cuáles sus hitos principales?— Mutual La Primera ha sido fundada en 1964. En la década del 80, con la desdolarización, ha sido impactada grandemente porque desdolarizaron los créditos y no los pasivos en dólares. En 1983 llegó a tener $us 500 mil de patrimonio; ahora cuenta con $us 66 millones. Esta institución ha otorgado unas 80.000 soluciones habitacionales a lo largo de su existencia. Desarrollamos la urbanización San Miguel que contribuyó a impulsar la zona Sur paceña. En la actualidad tenemos una gran actividad en El Alto; la semana pasada inauguramos la tercera agencia en esa ciudad. Nuestro proyecto es tener más agencias y más cajeros automáticos. Hay que estar cerca del que necesita nuestro servicio, cerca de las familias que nos necesitan.
— Después de esos años complicados se recuperaron, ¿cómo?
— Paulatinamente porque el negocio financiero se basa principalmente en la confianza, las instituciones financieras no crecen de golpe. Es un proceso de muchos años. Se genera la confianza atendiendo bien a los clientes, son los reyes de esta institución. Aquí, los clientes siempre tienen la razón.
— En función de la economía del país, ¿qué alternativas crearon para atraer clientes?
— Esta institución nació en la década del 60 y hasta la década del 70 no tenía cuentas en dólares. Es después de varios episodios que se sucedieron en el país que la gente tiene interés de ahorrar en dólares. Ahora hay un equilibrio, podríamos decir que el 50% de lo que captamos es en dólares y el otro 50% en bolivianos. Estamos luchando por bolivianizar nuestras captaciones. Es mejor, porque el Banco Central emite bolivianos. Los dólares en determinado momento pueden ser escasos en el país y es mejor tener bolivianos.
— ¿En el camino hacia la bolivianización sus clientes se han beneficiado?
— En nuestra cartera todavía un 40% está en bolivianos y el 60% en dólares. La gente que se presta es más reacia a cambiar de dólares a bolivianos.
—¿Eso le afecta a la mutual?
— No, porque nosotros captamos en dólares también. Calzamos nuestras operaciones de dólares y de bolivianos.
— ¿Hay más solicitudes de créditos que antes?
— El año pasado hemos colocado en el mercado el equivalente a unos 30 millones de dólares. Ha sido un año bueno en colocación de recursos. Ahora hay un boom del sector constructivo. Hubo otras épocas en las cuales hemos colocado más, por ejemplo en 1998; ese año hubo un boom que provocó que la gente requiera más créditos.
— ¿Perspectivas para este año?
— Queremos estar más cerca de las familias que nos necesitan; somos prácticamente un banco hipotecario de las familias. Es una institución financiera que presta con garantías hipotecarias, es el respaldo de la operación crediticia. El año pasado hemos abierto un agencia en Santa Cruz; también estamos en Tarija y nuestro proyecto es seguir creciendo en estas ciudades y en Cochabamba.
— Antes las mutuales eran departamentales.
— Sí, pero ahora la ley nos permite tener agencias en todo el país; por eso estamos yendo a otros lugares del país donde podemos colocar recursos y colaborar a las familias a que tengan una casa propia. La actividad de la mutual, para mí, es apasionante, porque además de hacer un negocio financiero, parte del excedente de gestión lo volcamos a obras de bien social, principalmente a través de la Iglesia Católica.
— ¿Cuánto más crecieron después de estas aperturas?
— Estas agencias son nuevas, como dije antes, las instituciones financieras no crecen de golpe. Si usted quiere crecer muy rápido va arriesgar mucho y puede tener problemas de cartera en mora.
— ¿Hay algún interés en convertirse en banco?
— No tenemos ningún interés de volvernos banco, como estamos, estamos bien.
— ¿El sistema mutual va a continuar por mucho tiempo?
— Las mutuales son para siempre; son necesarias para las familias. La CPE permite operar a muchos tipos de empresas, nosotros somos una empresa del sector solidario de la economía. Prestamos lo que los ahorristas nos entregan confiando en nosotros todos los días, esa es la liquidez de la mutual. No tenemos ningún crédito externo ni ningún crédito del Gobierno, sólo tenemos un fondeo que se afinca en la confianza del ahorrista.
— ¿Banca es competencia?
— Son una competencia. Las mutuales eran prácticamente las únicas que prestaban para el sector vivienda, ahora los bancos han volcado su mirada a este sector. Nosotros también damos créditos de consumo, créditos comerciales, créditos a las pymes, microcréditos, pero nuestra actividad principal es la vivienda. Nuestra cartera, en un 70%, es hipotecaria de vivienda. Los otros créditos que otorgamos han nacido justamente porque los bancos nos compiten. Mutual La Primera tiene una de las menores tasas del mercado con los mayores plazos del mercado. Por ejemplo, tenemos tasas del 3,99% y, préstamos hasta de 25 años plazo. Este es un buen momento para prestarse.
Svetlana Salvatierra, publicado en El Financiero 6 febrero 2011
— Mutual La Primera fue pionera en créditos para la vivienda ¿cuáles sus hitos principales?— Mutual La Primera ha sido fundada en 1964. En la década del 80, con la desdolarización, ha sido impactada grandemente porque desdolarizaron los créditos y no los pasivos en dólares. En 1983 llegó a tener $us 500 mil de patrimonio; ahora cuenta con $us 66 millones. Esta institución ha otorgado unas 80.000 soluciones habitacionales a lo largo de su existencia. Desarrollamos la urbanización San Miguel que contribuyó a impulsar la zona Sur paceña. En la actualidad tenemos una gran actividad en El Alto; la semana pasada inauguramos la tercera agencia en esa ciudad. Nuestro proyecto es tener más agencias y más cajeros automáticos. Hay que estar cerca del que necesita nuestro servicio, cerca de las familias que nos necesitan.
— Después de esos años complicados se recuperaron, ¿cómo?
— Paulatinamente porque el negocio financiero se basa principalmente en la confianza, las instituciones financieras no crecen de golpe. Es un proceso de muchos años. Se genera la confianza atendiendo bien a los clientes, son los reyes de esta institución. Aquí, los clientes siempre tienen la razón.
— En función de la economía del país, ¿qué alternativas crearon para atraer clientes?
— Esta institución nació en la década del 60 y hasta la década del 70 no tenía cuentas en dólares. Es después de varios episodios que se sucedieron en el país que la gente tiene interés de ahorrar en dólares. Ahora hay un equilibrio, podríamos decir que el 50% de lo que captamos es en dólares y el otro 50% en bolivianos. Estamos luchando por bolivianizar nuestras captaciones. Es mejor, porque el Banco Central emite bolivianos. Los dólares en determinado momento pueden ser escasos en el país y es mejor tener bolivianos.
— ¿En el camino hacia la bolivianización sus clientes se han beneficiado?
— En nuestra cartera todavía un 40% está en bolivianos y el 60% en dólares. La gente que se presta es más reacia a cambiar de dólares a bolivianos.
—¿Eso le afecta a la mutual?
— No, porque nosotros captamos en dólares también. Calzamos nuestras operaciones de dólares y de bolivianos.
— ¿Hay más solicitudes de créditos que antes?
— El año pasado hemos colocado en el mercado el equivalente a unos 30 millones de dólares. Ha sido un año bueno en colocación de recursos. Ahora hay un boom del sector constructivo. Hubo otras épocas en las cuales hemos colocado más, por ejemplo en 1998; ese año hubo un boom que provocó que la gente requiera más créditos.
— ¿Perspectivas para este año?
— Queremos estar más cerca de las familias que nos necesitan; somos prácticamente un banco hipotecario de las familias. Es una institución financiera que presta con garantías hipotecarias, es el respaldo de la operación crediticia. El año pasado hemos abierto un agencia en Santa Cruz; también estamos en Tarija y nuestro proyecto es seguir creciendo en estas ciudades y en Cochabamba.
— Antes las mutuales eran departamentales.
— Sí, pero ahora la ley nos permite tener agencias en todo el país; por eso estamos yendo a otros lugares del país donde podemos colocar recursos y colaborar a las familias a que tengan una casa propia. La actividad de la mutual, para mí, es apasionante, porque además de hacer un negocio financiero, parte del excedente de gestión lo volcamos a obras de bien social, principalmente a través de la Iglesia Católica.
— ¿Cuánto más crecieron después de estas aperturas?
— Estas agencias son nuevas, como dije antes, las instituciones financieras no crecen de golpe. Si usted quiere crecer muy rápido va arriesgar mucho y puede tener problemas de cartera en mora.
— ¿Hay algún interés en convertirse en banco?
— No tenemos ningún interés de volvernos banco, como estamos, estamos bien.
— ¿El sistema mutual va a continuar por mucho tiempo?
— Las mutuales son para siempre; son necesarias para las familias. La CPE permite operar a muchos tipos de empresas, nosotros somos una empresa del sector solidario de la economía. Prestamos lo que los ahorristas nos entregan confiando en nosotros todos los días, esa es la liquidez de la mutual. No tenemos ningún crédito externo ni ningún crédito del Gobierno, sólo tenemos un fondeo que se afinca en la confianza del ahorrista.
— ¿Banca es competencia?
— Son una competencia. Las mutuales eran prácticamente las únicas que prestaban para el sector vivienda, ahora los bancos han volcado su mirada a este sector. Nosotros también damos créditos de consumo, créditos comerciales, créditos a las pymes, microcréditos, pero nuestra actividad principal es la vivienda. Nuestra cartera, en un 70%, es hipotecaria de vivienda. Los otros créditos que otorgamos han nacido justamente porque los bancos nos compiten. Mutual La Primera tiene una de las menores tasas del mercado con los mayores plazos del mercado. Por ejemplo, tenemos tasas del 3,99% y, préstamos hasta de 25 años plazo. Este es un buen momento para prestarse.
Svetlana Salvatierra, publicado en El Financiero 6 febrero 2011
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