Desde hace 11 años es Presidente del Instituto Boliviano de
Normalización y Calidad. Se considera un fanático del sello boliviano
de la calidad y actuó en consecuencia para que esta institución se
convierta en un referente de esta cualidad en Bolivia. Capacitaron a
50.000 alumnos y 166 empresas se sumaron a la cultura de calidad en 20
años. 165 productos tienen certificado. Falta que más empresas privadas
y públicas inviertan en ello.
— ¿Podría señalar los tres principales logros del Ibnorca en estos 20 años?
— El Ibnorca ha dado un paso muy grande y muy fuerte como institución
de normalización y certificación. Si me da a nombrar tres, diría que
están la descentralización con recursos humanos capacitados; la visión
internacional somos ISO en Bolivia y somos parte del Consejo Consultivo
de COPAN; y la tercera es que se constituye en una institución de
referencia de la calidad en Bolivia. Somos normalizadores y formadores
de recursos humanos. 50.000 alumnos han pasado por las aulas del
Ibnorca en estos años. Sólo el año pasado se han formado 12.000 en
sistemas de gestión de la calidad, especialistas en las certificaciones
ISO.
— El Ibnorca ha impulsado la cultura de la calidad.
— Eso es definitivo. Uno de los grandes trabajos que hizo el Ibnorca
(en sus inicios) con el Estado fue la inspección de tanques de las
empresas de hidrocarburos y de las garrafas de GLP. La idea era impulsar
el sello de calidad boliviano en los productos nacionales. No ha sido
sencillo.
— ¿Podría mencionar cuáles fueron los principales obstáculos que superó el Ibnorca?
— Estábamos en lugares prestaditos (sic) y ahora tenemos
infraestructura propia en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, con
aulas y laboratorios. El financiamiento y ser autosuficientes fueron los
grandes desafíos del Ibnorca. El Estado retiró las inspecciones de
garrafas y el instituto supo responder financieramente con servicios.
Ibnorca no ha recibido dinero de nadie. El apoyo institucional ha sido
muy difícil. Muchas veces no apreciamos lo nuestro y no fue fácil lograr
la aceptación de nuestras propias instituciones. Decían “yo apoyo al
Ibnorca, pero certifico con otra”.
— ¿Cuándo se dio el cambio?
— Una primera etapa fue con el presidente Hans Elsner, otro loco por la
calidad. Armó el instituto. Luego vinieron otros con cortas gestiones.
Después, por casualidad me hice titular. Ya son 11 años. Elaboramos un
plan de corto, mediano y largo plazo y no lo movimos un pelo. La
continuidad y ser perseverantes nos ha dado una institución sólida y
referente sobre calidad.
— ¿Cuántas personas trabajan hoy en el Ibnorca?
— Alrededor de 150.
— ¿Cuántas normas se han elaborado en el Ibnorca?
— 2.800 son las normas técnicas bolivianas. Fueron elaboradas en
consenso, en los comités técnicos donde participan los consumidores, los
productores, el ministerio pertinente, la universidad y personas que lo
deseen. Una norma no sale por mayoría, debe ser por consenso. El
Ibnorca hace entre 180 a 200 normas por año. Actualmente, hay unos 100
comités técnicos reunidos. También están las certificaciones (ISO) según
las normas de gestión de la calidad.
— ¿Cuántos productos bolivianos fueron certificados?
— Hay 165 productos certificados de 50 plantas de producción. Se destacan los alimentos y materiales de construcción.
— Las empresas grandes fueron las primeras en sumarse, ¿qué pasa con las pymes?
— Tenemos 166 empresas certificadas en Sistemas de Gestión. “Hecho a
Mano” es una norma boliviana impresionante; esta certificación la
reciben los artesanos. Aún no es conocida internacionalmente, pero
avanzamos en ello. En este momento, hay unas 300 asociaciones de
artesanos certificados con esta norma, cada una tiene un mínimo de 30
asociados y pueden exportar muy bien. Por ejemplo, la chompa de talla M
(mediana) siempre va a ser M, ni más ni menos.
— ¿Seguirán impulsando esta norma para que se expanda a los países andinos?
— Propusimos esta norma en el ministerio correspondiente cuando Bolivia
tenía la presidencia de la CAN. El Estado tiene que ver si puede
introducirla (a la normativa de la CAN). Sería muy bueno para hacer
negocios.
— ¿Qué planes tienen ahora?
— La primera planificación alcanza hasta 2020. Estamos revisándola para
ver si la modificamos hasta 2023. Nos hallamos en un punto de inflexión
para consolidarnos. Hay muchos proyectos de normalización y
laboratorios. Queremos ser el departamento de calidad de todas las
empresas. Este año celebramos 20 años y lanzamos el Premio Nacional a la
Calidad Ibnorca. Las 46 empresas inscritas están pasando el primer
tamiz; en agosto terminamos las auditorías.
— ¿Cuál es el beneficio de invertir en certificaciones de calidad?
— El sistema de gestión no interfiere en el sistema de administración
de la empresa, se integra. Por año certificamos unas siete compañías,
queremos que sean 50. Es rentable, una firma certificada asegura que su
producto tiene calidad y que, en la cadena, se asegura de tener un
proveedor de calidad. También hemos certificado en sistemas de gestión
de calidad a Emapa, Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, Vinto y
otras. Para que una empresa se anime a tener una certificación de
calidad, la alta dirección tiene que estar convencida. Es mucho trabajo
porque es un cambio fuerte en la manera de pensar y trabajar.
Perfil
Nombre: Viktor de los Heros
Profesión: Doctor en Química
Cargo: Presidente de Ibnorca
Empresario e impulsor de la calidad en Bolivia
Nació en La Paz. Se formó en el colegio La Salle. Sus estudios
superiores los realizó en Suiza hasta obtener el doctorado en Química.
Regresó a Bolivia en 1980 y se dedicó a trabajar en una empresa
multinacional de fabricación de gases. Liquid Carbonic y Praxair están
en su currículum. Su pasión por los autos lo mantuvo en competencia y
ganando premios nacionales en el automovilismo boliviano. Hace una
década fue director y luego presidente de la Cámara Departamental de
Industria de La Paz. “De una manera casual asumí la presidencia del
Ibnorca”, recuerda. Se convirtió en su otra pasión: promover la calidad
en la producción boliviana. Cumple 11 años como presidente de Ibnorca.
“Era más cosa mía y en la CNI formamos un grupo organizábamos a las
empresas para que puedan certificar cuando aún el Ibnorca no estaba
calificado. Pasamos de una institución regional a una nacional”. En su
empresa trabajan 60 personas; tiene la ISO 9000 certificada por Ibnorca y
va por la ISO 18000 y la Trinorma.“Consecuentes somos”.
Svetlana Salvatierra. Publicado en El Financiero 19 de mayo 2013
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