La genialidad del
arquitecto Juan Carlos Calderón se vuelve a plasmar en el diseño del
nuevo edificio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la ciudad
de La Paz. Alude a lo andino en el exterior y los interiores se llenan
de luz.
Fue elegido hace
un par de años para concebir un inmueble contemporáneo pero con
elementos precolombinos. “Que tenga algo de lo nuestro antes del 1400”,
recuerda Calderón.
Está ubicado cerca del final de la avenida 6 de Agosto (San Jorge) y su costo se estima en $us 6 millones.
Su fachada destaca por un muro de piedra con elementos que “recuerdan
el pasado precolombino”, aunque “sin copiar” lo que fue la civilización
andina, sino “simplemente como una alusión a esa gran cultura”, explica
el arquitecto.
La
estructura del edificio deja mucho espacio a la luz. Desde afuera,
grandes ventanales dejan ingresar los rayos de sol por los cuatro puntos
cardinales.
“Luz, más
luz, fueron las últimas palabras de Goethe (escritor alemán) y éste es
el aliado perfecto del arquitecto”, enfatiza Calderón. Adentro, el hall
de ingreso, las gradas, los puentes, las paredes de vidrio para el
ascensor, están bajo una cubierta que cumple el mismo objetivo.
“Yo sé diseñar pero no soy aritmético ni matemático. Todos me preguntan
sobre cuántos metros cuadrados (está una obra) y les digo: no
recuerdo”, afirma el profesional reconocido por sus obras, estéticas y
funcionales, creadas con lápiz y papel.
Explica que “la arquitectura tiene tres etapas: la funcional, un
edificio debe funcionar bajo el criterio con el que fue concebido, de lo
contrario no tiene sentido. La psicológica, el arquitecto debe lograr
que sea un espacio agradable. Y la espiritual, que no tiene nada que ver
con la religión —aclara— sino con la trascendencia del ser humano. “Si
todo esto se hace, se logra una obra de arte”.
Tres pisos albergan las oficinas del BID y otros tres, bajo tierra, están dispuestos para los parqueos.
El edificio está construido sobre 5.165 m2. Cumple con la demanda
funcional de impacto urbano positivo y respetuoso con el medio ambiente,
destaca el representante del BID en Bolivia, Baudoin Duquesne. Además,
posee un gran generador de electricidad. En la obra se emplearon
materiales nobles y naturales, con revestimientos y piedras de granito
Comanche, hormigón visto y madera, combinados con revocados y colores
apropiados.
“Quiero
agradecer esta genialidad del arquitecto Calderón y a todos los
trabajadores que participaron en la edificación”, agrega Duquesne, y
recuerda que el inmueble cumple las normas en beneficio de las personas
con capacidades diferentes.
Respecto a la funcionalidad, el arquitecto sugiere trasladar la
pregunta a los dueños y ocupantes. En todo caso destaca la buena
inclinación de los clientes a aceptar diseños de la tendencia actual.
“En entidades privadas o públicas no hay gran conflicto, porque la gente
está dispuesta a aceptar un concepto contemporáneo. El problema es con
las residencias, porque las familias se han quedado trancadas en el
siglo XIX, son afrancesadas o españolas (chalet californiano); talvez
por falta de seguridad no se lanzan a una arquitectura moderna en sus
casas, con algunas excepciones en La Paz”, opina.
Para dar la bienvenida a las nuevas instalaciones, el presidente del
BID, Luis Alberto Moreno, quien estuvo presente en la inauguración del
edificio, en agosto, dijo: “Ésta es una casa de puertas abiertas”.
Galardón para el arquitecto
Ordenanza
El Concejo Municipal de La Paz aprobó el proyecto y con una ordenanza
reconoció al proyectista Juan Carlos Calderón por su meritoria carrera, y
al BID por la construcción del nuevo edificio de arquitectura moderna.
Trabajos
Entre las obras arquitectónicas diseñadas por Calderón en La Paz están
los edificios del Banco Central de Bolivia, de Entel, Hansa, Hotel
Plaza, Illimani, Santa Teresa y Pinilla, Coban. En Cochabamba está el
edificio Los Álamos y en Santa Cruz el de Correos, según detalla el
Diccionario Cultural Boliviano.
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