Se calcula que en
Bolivia hay 70 mil productores quinueros, la mayoría en Oruro y Potosí,
dedicados a cultivar la quinua real, única en su especie. Y este 2013,
Año Internacional de la Quinua (AIQ), apuntan a hacer realidad su sueño:
conquistar los mercados del mundo. Para ello y para que el grano de oro
se constituya en un regalo para la seguridad alimentaria del planeta,
Bolivia debe atender al menos diez desafíos.
El gran reto es, como manifiesta el presidente Evo Morales, promocionar la quinua en el mercado interno y externo.
El Comité Nacional para el AIQ —organismo conformado por el Gobierno,
quinueros, transformadores (procesan el producto), comercializadores e
instituciones académicas— se enfoca en tres de los diez retos: lograr la
denominación de origen, la industrialización y la creación del centro
internacional de la quinua, explicó el viceministro de Desarrollo Rural,
Víctor Hugo Vásquez.
La
denominación de origen es una calificación para proteger legalmente
ciertos alimentos que se producen en determinada zona geográfica contra
productores de otras áreas que quisieran aprovechar el buen nombre
creado por los originales en un largo tiempo de fabricación o cultivo.
Es el caso de la quinua real. Cuidar la genética, es el primer desafío.
El segundo es impulsar el desarrollo de la industria alimenticia con
base en el cultivo de variedades de la quinua. En La Paz y otros
departamentos se producen granos similares a la “real” con valor
nutritivo. La diferencia es el tamaño del grano. “Así vamos a evitar que
se vaya de contrabando”.
En estudio está construir una planta de industrialización para producir
harina, fideos y energizantes de quinua. El Ministerio de Desarrollo
Rural garantizará los recursos, aseguró Vásquez.
Bolivia tiene un banco de germoplasma con 2.949 variedades de semillas
de quinua. “Se busca recuperar nuestras semillas, que las cuiden y
mejoren para ponerlas a disposición de los productores”, agregó. Éste,
el tercer gran desafío en un mundo en competencia por alimentos.
El principal mercado de exportación es Estados Unidos (56%), le siguen
países de Europa, América Latina, África. En Oriente Medio y Australia
avanza la promoción con el trabajo de la estatal Promueve Bolivia. A la
par del mercado extranjero, el interno crece también. Hace tres años el
consumo interno era de tres toneladas, 0,35 kilos por persona y para
2010 subió a 1,11 kilos per cápita, o sea 12 mil toneladas.
El cuarto reto es llegar a 20 mil toneladas de consumo interno, unos
dos kilos por persona. Implica duplicar la superficie cultivada. Según
el Atlas Productivo de la Quinua, en diez municipios de Oruro y Potosí
hay 134.010 hectáreas cultivadas. Unas 53 mil están en descanso. En La
Paz se incentiva la producción de variedades adaptables a geografía.
Por otro lado, las políticas públicas instruirán que el cereal andino
se incluya en el desayuno escolar. Este quinto reto es “fundamental para
asegurar la producción de los agricultores. Podemos llegar a 500 mil
hectáreas”.
Una
prioridad es incentivar la producción orgánica sostenible, un desafío
del Gobierno, los productores de Anapqui y otras asociaciones, así como
de empresarios exportadores del grano y alimentos procesados. “La buena
noticia es que hay más buenos que malos productores, vamos a trabajar
con quien no esté arruinando la tierra”, dijo Vásquez.
El siguiente reto (6) está vinculado al precio. En una década, el
quintal subió de Bs 250 a Bs 800 en Bolivia. Las quinuas de colores
valen hasta Bs 1.500. En Francia, por ejemplo, una caja de 500 gramos se
vende en 4 euros (Bs 37).
Los productores orgánicos rescatan el cultivo milenario para ofrecer un
grano de calidad. Los químicos están fuera. Ese esfuerzo tiene un
valor, subrayó el representante del IICA, Juan Risi. “Por eso hablamos
de un precio justo”, manifestó a su vez Vásquez.
El 90% de la producción es quinua real y se buscará desarrollar
cultivos en otros departamentos. Otro gran reto (7). Le siguen la
investigación e innovación tecnológica (8) y el diseño (9) y
construcción de plantas y maquinaria boliviana para limpiar el grano,
quitarle la saponina y otros (10).
Estos retos desafían a crear servicios financieros. BDP, SAFI Unión,
FAAS de Anapqui ya dieron el paso. Pruebe la quinua y opine.
La fuerza histórica de la quinua real
En el documento La Quinua Real en el Altiplano Sur de Bolivia Documento
Técnico para la denominación de origen se destaca la relevancia de los
procesos históricos de la civilización prehispánica que cultivaba la
quinua real, y la revalorización en épocas actuales, con el fin de
ampliar esta calificación al Altiplano Sur de Bolivia.
Hoy, la titularidad la tiene Anapqui, una asociación pionera en la
exportación de quinua real y defensora de la propiedad boliviana y de
esa región de Bolivia de este grano. Se busca ampliarla a la zona
geográfica denominada Altiplano Sur para el beneficio de “los pequeños
productores individuales y organizados, como también empresas
beneficiadoras, transformadoras y comercializadoras que podrán
beneficiarse al poder acopiar la quinua real de los productores de esta
región, además servirá para poder contar con un mecanismo más de
diferenciación de la quinua real, frente a la quinua que se está
produciendo en otros lugares de Bolivia y del exterior, aprovechando las
características diferentes de la quinua real”.
Es una protección para un producto milenario y único en el mundo,
aseguró el presidente de Anapqui, Juan Crispín. Esta asociación reúne a
2.000 afiliados. El beneficio se puede expandir al resto de los
productores de quinua real de esta zona, que destaca por los salares de
Coipasa y Uyuni, ubicados respectivamente en Oruro y Potosí.
Éste es uno de los principales retos del Comité Nacional para el Año
Internacional de la Quinua. De esta forma, empresas extranjeras no
podrán utilizar en su marca el denominativo de Quinua Real pero no les
impide comercializar el grano o elaborar un producto.
Al respecto, Anapqui tiene la marca registrada en Estados Unidos, que
le da un respaldo legal a su actividad. Resta que otros países cuiden de
no dar registros de marca con este nombre.
La investigación consultó y estudió documentos de fuentes primarias y
secundarias del Archivo y Biblioteca Nacional de Bolivia, la Casa de la
Moneda de Potosí y del Archivo Franciscano de Cochabamba. El dato más
antiguo se remonta a las culturas prehispánicas Wankarani y Tiwanaku. En
la época incaica y de la conquista española nace un sencillo
razonamiento: “la quinua es alimento del Inca y por tanto es Real”.
El investigador Mario Montaño considera que “se debe presumir que
alguna migración humana, tipo Wankarani, hábil en el manejo de
vegetales, hubiese llegado a dicho territorio (altiplano sur actual)
iniciando el cultivo de la quinua de manera sistemática y productiva
mejorando la especie hasta la hoy conocida Quinua Real”. Un expediente
de 1834 menciona que en la zona Lipeña (Potosí) se cultivaba una quinua
“rica” y por producirse en Llica y Tahua, sería la “Real”.
Svetlana Salvatierra
Publicado en La Razón, 20 de febrero 2013
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