El sistema puede analizar y determinar in situ —sin necesidad de
llevar a un laboratorio— y en corto tiempo la composición de cada uno de
los metales o minerales mezclados que componen alguna roca extraída de
un potencial campo minero, explicó el director del CIO, de la
Universidad Privada Boliviana (UPB) en Cochabamba, Omar Ormachea.
Recordó que esta tecnología empezó a ser desarrollada en la universidad
desde 2007 y concluida a finales del año pasado, incluyendo diferentes
pruebas como la que se hizo en una moneda de cobre de 10 centavos de
boliviano, cuyos resultados fueron similares a los que se obtuvieron en
otros análisis realizados en otros países con otras tecnologías, señala
un boletín de prensa.
“Se dispara el láser sobre la materia o la sustancia, elevando su
temperatura hasta unos 10.000 grados centígrados, evaporizándola y
permitiendo que el espectrómetro identifique gracias a la luz emitida,
los diferentes componentes atómicos de la materia analizada”, describió.
El trabajo, que está publicado en la última edición de la revista
Investigación & Desarrollo de la UPB, es una alternativa para el
sector minero, debido a que el equipo, al pesar cinco kilos, puede ser
transportado en una pequeña maleta y utilizado en el mismo lugar donde
se toma la muestra y obtener resultados inmediatos, en pocos minutos.
Ormachea explicó que las ventajas competitivas son múltiples porque
tiene un costo menor comparado con otras tecnologías convencionales que
son utilizadas actualmente, y que por su mayor peso no pueden ser
transportadas y requieren que se lleven las muestras a los laboratorios
para esperar resultados, 48 horas como mínimo.
El espectrómetro permitiría identificar la “ley”, el grado de
concentración de cada uno de los recursos mineralógicos, y ayudar a
determinar si la explotación es rentable o no. También puede ser
utilizado en el proceso de fundición de metales para hacer un muestreo
en tiempo real y determinar si la concentración mineralógica es la
adecuada para entrar al horno.
“El costo de este sistema puede llegar a 15.000 dólares, mucho menos de
lo que costaría importar un equipo parecido. Estamos en la etapa previa
a la transferencia tecnológica, la misma que tendrá lugar una vez
desarrollado un prototipo semiindustrial”, detalló el investigador.
Este proceso requerirá un año adicional de desarrollo, sostuvo Ormachea.
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