Coloquialmente se dice que la economía de la
ciudad de Potosí depende a tal grado del Cerro Rico, que un cierre
pondría en riesgo su subsistencia como centro urbano. Tres
investigadores hallan que el problema económico es aún más profundo.
En Potosí. El cerro nuestro de cada día. Relevancia económica en la
región y la ciudad capital, sus autores Rubén Ferrufino Goitia, Rodolfo
Eróstegui Torres y Marco Gavincha Lima parten de un hipotético escenario
de limitación de operaciones en el cerro y el dilema coloquial tiene
cifras claras y actores enfrentados, sobre el futuro de la actividad
minera en ese lugar histórico nacional.
Identificaron
seis áreas que serían afectadas de manera adversa: empleo directo e
indirecto, menor producción, menor demanda de insumos o consumo
intermedio y menor valor agregado, a lo que suman la perdida de ingresos
en salarios porque no todos son asalariados y la pérdida de aportes
(regalías) al municipio de la capital y a la Gobernación.
“Es claro e indiscutible que el Cerro es el principal generador de
actividad de la ciudad capital. Es el proveedor del flujo de ingresos
que luego, mediante la demanda, induce a la producción de bienes y
servicios. En suma, se convierte en el generador diario de ingresos de
la ciudad de Potosí”, concluyen en la última página del libro, los
investigadores.
Según estimaciones del Instituto
Nacional de Estadística, en 2010 la población en ese departamento era de
788 mil habitantes, de los cuales 166 mil viven en la capital.
Qué tipo de organización productiva predomina en Potosí y cuál su capacidad de soportar ese impacto?
Según reportes de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de las
Empresas, en septiembre de 2010 habían 1.979 organizaciones
empresariales.
Representan el 4% del total de empresas en Bolivia.
El 67% de las empresas potosinas son unipersonales (1.326 empresas); sólo tienen 20 Sociedades Anónimas (empresas grandes).
Por actividad económica, la mayor cantidad están en el rubro de la
Construcción (670), luego en Transporte (321) y Comercio (292). “En el
caso de la Minería se reportan 190 empresas con registro activo.
Desafortunadamente, las decenas de cooperativas que son una plataforma
fuerte de organización productiva, muchas veces informal, no están
contempladas”.
Explican que con la recuperación de
los precios de los minerales, la actividad minera tuvo un “efecto
locomotora” en los otros sectores económicos.
Los
investigadores comparan el Producto Interno Bruto (PIB) Minero de 1990
con el de 2010. La participación en porcentaje sube de 10,2% a 14%. En
valor sube de Bs 1.581.913 a Bs 19.332.401.
Sin
embargo, con información oficial también muestran que el crecimiento
anual de la producción minera es negativo. En 2008 creció en 50,08 y en
2010 ese crecimiento fue de -7,37%. Si la tendencia de los precios
internacionales cambia, “una gran parte de los trabajadores del cerro
serían los primeros afectados”, señalan.
“En este
tiempo el sector debería aprovechar incrementando en volumen y mercados.
Desde el punto de vista de la flexibilidad, quienes mejor pueden tomar
ventaja en este tipo de contextos son los trabajadores a pequeña escala,
como los cooperativistas del cerro”, plantean en el estudio.
Lamentablemente no se cuenta con una cifra concreta de cuántos trabajan
en el cerro porque los acuerdos de contratación son verbales. Se estima
que trabajan alrededor de 15 mil trabajadores.
Por
el momento, se espera un entendimiento entre los actores económicos y
políticos, para una explotación racional capaz de preservar el Cerro
Rico, que la ONU calificó como Patrimonio Cultural de la Humanidad. En
alerta de riesgo por la Unesco que exige un estudio geotécnico desde
2009.
Datos de Potosí
Pobreza
Potosí
es uno de los departamentos con elevados indicadores de pobreza y
rezago en desarrollo humano. La información censal de 2001 señala que la
pobreza es del 79,7% en todo el departamento.
Pobres
Según
el censo 2001, el último realizado en Bolivia, en la capital potosina
se registró a 79.500 pobres, 61 mil no pobres, 61 mil pobres con
moderación, 18 mil indigentes y 384 en la marginalidad. En 2010 habría
93.500 pobres.
Si Manquiri y los ingenios cierran se afectaría a 4 de 10 trabajadores
En el escenario hipotético que presentan Rubén
Ferrufino, Rodolfo Eróstegui y Marco Gavincha, en su estudio sobre la
importancia del Cerro Rico en la vida económica de Potosí, cuatro de
cada diez trabajadores serían afectados si se cierran las operaciones
mineras.
“La suma de cooperativistas, trabajadores de
la empresa minera Manquiri, así como los trabajadores de ingenios en
las cercanías de la ciudad sumaría un total de 20.191 personas que
perderían su fuente de ingresos”, precisan los investigadores.
“Esto implicaría que el 37% de la población económicamente activa (PEA)
de la ciudad, o cuatro de cada diez trabajadores, estarían afectados
adversamente”. Éste es un efecto directo.
El efecto
indirecto corresponde a la vinculación con un extenso sector de micro y
pequeñas empresas y proveedores directos de Manquiri. “Son 4.599 puestos
adicionales que podrían enfrentar problemas ante la caída de la
actividad económica que dinamiza el cerro”, sostienen.
“En el total se tiene un estimado de 24.790 personas en la suma de
afectados directa e indirectamente. Esto representa el 45% de la PEA de
la ciudad y el 48% de la que está ocupada. Es decir, de 4,5 a 5 empleos
de cada 10 serían afectados”, precisan.
El impacto en
la producción también es medido en este estudio. “Usando datos de 2010
se ha estimado que la contracción en la producción del cerro sumaría $us
332 millones, cifra que engloba a la producción anual de las
cooperativas y también Manquiri”.
Más el impacto
en la relación con sus proveedores, el efecto de la contracción de la
producción sumaría más de $us 414 millones al año.
La
disminución en el consumo de los que quedarían desempleados ($us 140
millones) y la disminución en las regalías mineras ($us 49 millones) se
suman a este análisis hipotético.
“Con el panorama
completo, se tiene un impacto global de $us 623 millones que representa
un tercio de la producción de sólo la ciudad capital, el impacto podría
subir a 49,8%”, señalan. Por tanto, el efecto final afectaría a la
“mitad de la economía de la ciudad de Potosí”.
El dilema planteado
En el corto plazo es posible llegar a entendimientos para impulsar la
explotación racional; pero en el largo plazo, las circunstancias pueden
presionar para que finalmente se declare al cerro como yacimiento o
monumento.
Las mypes están más expuestas al impacto
“Cuando se evalúa la rama de actividad económica
de la micro y pequeñas empresas (mypes) potosinas la concentración está
en el comercio minorista, industrias y servicios (hotles y
restaurantes)”, precisan en el estudio sobre la relevancia del Cerro
Rico.
Se contabiliza a 1.094 pequeños negocios con
hasta cuatro empleados. En Potosí, se registran a 293 medianas empresas y
29 grandes. “Sin duda que las primeras son mayoría y por lo tanto
serían las más expuestas a una cadena de contracción del consumo por un
efecto contractivo del cerro”, plantean Rubén Ferrufino, Rodolfo
Eróstegui y Marco Gavincha.
Es relevante que 394
mypes se dediquen a la fabricación de productos textiles. Pero se trata
de manufacturas artesanales de prendas que tienen como mercado objetivo
al turista; en segundo lugar está la fabricación de prendas en pequeños
talleres.
“Cabe señalar que el grueso del consumo de
los trabajadores mineros (cooperativistas y empleados) es también el
mercado local. En consecuencia, una caída en el consumo de parte de los
mineros afectaría con particular fuerza a estos pequeños negocios”,
concluyen en su análisis económico.
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