— ¿Cómo está el movimiento en la Bolsa Boliviana de Valores?
— Hasta el primer día hábil de septiembre, en la Bolsa se han negociado
5.238 millones de dólares, un promedio de 655 millones de dólares por
mes. Si proyectamos este promedio hasta fin de año, probablemente
podríamos llegar a 7.860 millones de dólares. Si esta cifra se
negociaría en el año, significaría un nuevo récord de operaciones con
relación al año pasado cuando se negociaron 6.089 millones dólares. En
ese rumbo, el crecimiento porcentual sería del 29%.
— ¿Cuál es la tendencia actual?
— Mensualmente en el mercado primario (aquel que se relaciona con la
colocación inicial de valores, que se realiza a un precio determinado
por medio de una oferta pública) hay empresas que emiten valores
conforme a las autorizaciones que les otorga la Autoridad de Supervisión
del Sistema Financiero (Asfi). NdR: A julio de este año, los montos
operados en el mercado primario llegaron a 8.203 millones de dólares.
Sin embargo, el mercado más importante es el mercado secundario (donde
se realizan las tran-sacciones con valores ya emitidos, es decir, se
negocian luego de la primera colocación). Es lo que se conoce como la
liquidez de los valores. En el mercado secundario se negocian un
promedio de 655 millones de dólares por mes (en 2011 fueron 507 millones
de dólares); esto quiere decir que hay una mayor rotación. El único mes
que hubo una disminución fue en junio comparado con 2011.
Esta situación cambiará en función del movimiento en los mercados primario y secundario.
— ¿Qué operaciones y resultados se esperan en el mercado primario?
— El año pasado tuvimos emisiones nuevas por un total de 530 millones
de dólares. A la fecha, tenemos 300 millones de dólares, esperamos
sobrepasar esa cifra hasta fin de año. Hay varias operaciones que están
en trámite ante la Bolsa y la Asfi. Esperan autorización las emisiones
de nuevos Fondos de Inversión Cerrados (FIC), bonos de empresas y
programas de pagarés bursátiles. El mercado primario es el del
financiamiento para las empresas.
— ¿Y en el mercado secundario?
— Es la alternativa para dar liquidez (cualidad de los activos para ser
convertidos en dinero efectivo de forma inmediata sin pérdida
significativa de su valor). Respecto a los montos operados por
instrumento, definitivamente los títulos más negociados son los DPF
(Depósitos a Plazo Fijo). Aproximadamente el 50% de lo que se negocia
son DPF; luego están los títulos públicos (bonos y letras del Tesoro y
cupones), bonos bursátiles. Los valores emitidos por los FIC han tomado
importancia desde 2010. Sin embargo, en 2012 se nota que nuevamente hay
una supremacía de los DPF. Los títulos públicos ya no son los
instrumentos negociados más importantes.
— ¿Cómo funciona el movimiento de los DPF?
— El mercado secundario es el lugar y la ocasión en el que se puede
vender un DPF que has comprado previamente (en un banco) porque
necesitas liquidez. Las personas naturales, las AFP, los fondos de
inversión, agencias de bolsa y todos los inversionistas institucionales
adquieren DPF en los bancos. Cuando llega el momento en el que quieren
negociarlos, vienen a la Bolsa. Los motivos de los inversionistas pueden
ser la necesidad de dinero en efectivo, la rotación, etc. Por eso lo
que más se negocia son los DPF bancarios (que generalmente son de corto
plazo, de un año). En segunda instancia están las letras y bonos del
Tesoro, que son emitidas por el Banco Central de Bolivia. Los otros
instrumentos (bonos bancarios bursátiles, bonos de largo plazo, bonos
municipales y otros) son menos líquidos y no se negocian tanto porque la
gente los atesora. Por ejemplo, los bonos de largo plazo que emiten
Soboce, Gravetal, Inti y otras empresas nacionales tienen una tasa de
interés un poco más alta. Por eso no hay tanto movimiento de esos bonos
en la Bolsa.
— ¿Cuánto implica en valor?
— En la gestión 2011, de los 6.089 millones de dólares negociados los
DPF eran 3.348 millones de dólares, es decir el 55% del total negociado.
Este año, de los 4.587 millones que hemos negociado hasta agosto
también es el 55% que corresponde a los DPF (2.522 millones de dólares).
Los títulos públicos corresponden al 33,5% de las operaciones en Bolsa.
— ¿Qué otro movimiento relevante se observa?
— Las cuotas de los Fondos Financieros Cerrados (FIC) están ganando
espacio (la titularización son los ingresos futuros que se ceden a un
patrimonio autónomo y recibe el dinero por adelantado, pero devuelve el
dinero con la venta de bonos en la bolsa).
— ¿Por qué crecen los FIC?
— Los Fondos de Inversión Cerrados se constituyen y emiten cuotas que
son compradas por un grupo de inversionistas. El dinero obtenido tiene
un objetivo único; por ejemplo un FIC destinará el monto a las
microfinancieras. Esto está un poco más de moda porque es más flexible y
no lo ata a un activo específico; se recibe el dinero y se puede dar a
muchos más clientes. Esto es lo que hace que haya más interés en los
FIC.
— ¿Cuántos FIC hay?
— Son ocho. Ésta es una forma de impulsar al sector productivo, a la
pequeña empresa y aportar al desarrollo del país. A junio de este año,
el financiamiento a través de los FIC llegó a más de 270 millones de
dólares. Hay una gama en el destino de los recursos de acuerdo con la
orientación que organiza el FIC. Tenemos a Fortaleza PYME, Impulsor,
Microfic, Microfinanzas, Proquinua Unión (dirigida a financiar a la
cadena productiva de la quinua), Renta Activa PYME y Sembrar
Microcapital.
— ¿Y la pequeña y mediana empresa (pyme) utiliza esta opción de financiamiento?
— Poco. Estamos implementando un proyecto que nos permitirá incorporar a
las pymes al mercado. Por ejemplo, en la Mesa de Negociación Pyme,
ellas se acercan y emiten pagarés a través de un mecanismo especial que
les sirve para levantar recursos de capital de trabajo. En 2011 se
financiaron cuatro millones y este año dos millones y medio de dólares.
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