La quinua real se ha convertido en la última década en una importante fuente de ingresos para familias campesinas de comunidades alejadas de Potosí y Oruro, pero el boom de su demanda internacional y el cambio climático están afectando su sostenibilidad futura.
Frente a ello, el PIEB, con apoyo financiero de la Embajada de Dinamarca, convocó a la formulación de propuestas para la producción sostenible de quinua. Seis proyectos fueron seleccionados. Se ejecutaron desde octubre del 2009 a julio de este año. Los resultados fueron presentados a los sectores público y privado. Esperan ser implementados.
El estudio dirigido por Carla Quiroga Ledezma se concentró en desarrollar un proceso de beneficiado en seco para variedades amargas de quinua, mediante la aplicación de un “lecho fluidizado de tipo surtidor”.
Los experimentos con el prototipo construido lograron una reducción sustancial del consumo de agua, de energía eléctrica y de gas licuado. Obtuvieron una saponina (membrana que recubre el grano de quinua y es amarga), que servirá para la fabricación de derivados de múltiple uso industrial. La quinua mantiene su calidad alimenticia, aseguran.
En el estudio coordinado por Isabel Morales, “Producción in situ de biofertilizantes para el cultivo de quinua”, las investigadoras aislaron microorganismos fijadores de nitrógeno y los cultivaron en distintos medios para conocer su respuesta. Esto ante la falta de cantidades suficientes de estiércol de camélido para la fertilización del suelo agrícola y obtener rendimientos óptimos.
El equipo, coordinado por Édgar Ticona, trabajó en la región de Lípez (Potosí) con el propósito de conocer “el potencial disponible de recursos hídricos y abonos orgánicos” para el cultivo intensivo de la quinua real en el municipio de Colcha K, donde hay pocas fuentes de agua y ésta es insuficiente. Concluyen que es necesario que los productores comiencen a pensar en los abonos orgánicos, para minimizar el riesgo de las futuras campañas agrícolas.
Un estudio revelador sobre el impacto del cambio climático en las regiones productoras de quinua de la provincia Ladislao Cabrera, dirigido por Pedro Vallejos, muestra que unos 200 kilómetros cuadrados más de superficie están expuestos a altas temperaturas en los últimos 10 años. Además, entre 2000 y 2004 la frontera agrícola se expandió de 546 hectáreas a 2.292, más del 450%, en coincidencia con el incremento de la demanda y la subida del precio. Los investigadores consideran que deben desarrollar sistemas de manejo sostenible de suelos, en los que el “descanso” signifique la reposición de cobertura vegetal.
El grupo dirigido por Vladimir Orsag Céspedes, ante la poca disponibilidad de agua en el suelo, encontró que el único nutriente disponible es el nitrógeno y lo mejor es depositarlo específicamente en el espacio donde se colocará también la semilla. Enfatizan que el monocultivo conduce al empobrecimiento de los suelos.
La fase de la comercialización de la quinua fue estudiada desde el aspecto de la construcción de una empresa comunitaria por el grupo dirigido por Javier Hurtado.
Los experimentos con el prototipo construido lograron una reducción sustancial del consumo de agua, de energía eléctrica y de gas licuado. Obtuvieron una saponina (membrana que recubre el grano de quinua y es amarga), que servirá para la fabricación de derivados de múltiple uso industrial. La quinua mantiene su calidad alimenticia, aseguran.
En el estudio coordinado por Isabel Morales, “Producción in situ de biofertilizantes para el cultivo de quinua”, las investigadoras aislaron microorganismos fijadores de nitrógeno y los cultivaron en distintos medios para conocer su respuesta. Esto ante la falta de cantidades suficientes de estiércol de camélido para la fertilización del suelo agrícola y obtener rendimientos óptimos.
El equipo, coordinado por Édgar Ticona, trabajó en la región de Lípez (Potosí) con el propósito de conocer “el potencial disponible de recursos hídricos y abonos orgánicos” para el cultivo intensivo de la quinua real en el municipio de Colcha K, donde hay pocas fuentes de agua y ésta es insuficiente. Concluyen que es necesario que los productores comiencen a pensar en los abonos orgánicos, para minimizar el riesgo de las futuras campañas agrícolas.
Un estudio revelador sobre el impacto del cambio climático en las regiones productoras de quinua de la provincia Ladislao Cabrera, dirigido por Pedro Vallejos, muestra que unos 200 kilómetros cuadrados más de superficie están expuestos a altas temperaturas en los últimos 10 años. Además, entre 2000 y 2004 la frontera agrícola se expandió de 546 hectáreas a 2.292, más del 450%, en coincidencia con el incremento de la demanda y la subida del precio. Los investigadores consideran que deben desarrollar sistemas de manejo sostenible de suelos, en los que el “descanso” signifique la reposición de cobertura vegetal.
El grupo dirigido por Vladimir Orsag Céspedes, ante la poca disponibilidad de agua en el suelo, encontró que el único nutriente disponible es el nitrógeno y lo mejor es depositarlo específicamente en el espacio donde se colocará también la semilla. Enfatizan que el monocultivo conduce al empobrecimiento de los suelos.
La fase de la comercialización de la quinua fue estudiada desde el aspecto de la construcción de una empresa comunitaria por el grupo dirigido por Javier Hurtado.
El ayllu y el negocio occidental se unen en la empresa comunitaria
Uno de los estudios para dar sostenibilidad a la producción de la quinua corresponde a la construcción de un modelo de empresa comunitaria, combinando los conceptos de la corporativa occidental y la original del ayllu, subrayó Rosmary Jaldín Quintanilla, del Programa de Investigación Ambiental del PIEB.El trabajo se realizó con la Asociación de Productores del ayllu Quillacas (Aproquillacas). Los investigadores caracterizaron la racionalidad de la empresa capitalista moderna y la racionalidad del hombre andino, con el propósito de abrir la posibilidad de crear una empresa comunitaria en beneficio del conjunto de agricultores, con identidad cultural y construida de abajo-arriba, detalla.
En este caso, los investigadores proponen trasladar la filosofía o enfoques de vida del pensamiento andino a la construcción de una unidad económica de comercialización de la quinua.
La idea es buscar el beneficio colectivo de los socios, que por extensión llegará al ayllu; promover la propiedad colectiva e igualitaria del capital sobre el trabajo; contar con una administración profesional; imprimir una racionalidad entre la producción y la tierra; obtener beneficios a partir de los esfuerzos y recursos que se invierten; y trabajar sobre la base del saber de los campesinos combinando el conocimiento científico.
Los investigadores han identificado que pueden potenciarse, en la idea de una empresa comunitaria, los paradigmas: pacha industrial, pacha estructural, pacha informático, pacha transnacional y pacha económico.
Socialización. Hace dos semanas, en La Paz, diversos actores estratégicos de la cadena productiva de la quinua conocieron esta propuesta y los otros cinco estudios para la producción sostenible del grano en la región del altiplano intersalar de Oruro y Potosí. Se abrió la posibilidad de iniciar contactos formales con distintas instituciones financiadoras y entidades públicas impulsoras, informó Jaldín.
El Viceministerio de Ciencia y Tecnología propuso una reunión entre los coordinadores de las investigaciones y centros de estudios, con el propósito de reactivar la Plataforma de Innovación en Quinua. Similar invitación planteó la Cámara Nacional de Productores de Quinua y la Cámara de Exportadores de Quinua para avanzar en implementar estos proyectos.
Producción tendrá un seguro
Una de las medidas presentadas por el MAS el 2006 fue la creación de un seguro agrícola para beneficiar a productores y habitantes de áreas rurales. Así también propuso más financiamiento para proyectos de riego. Según anunció el presidente Evo Morales, en el 2011 serán realidad.
El seguro será financiado por un Fondo Agrícola que contará con un capital inicial de 20 millones de dólares. “Los productores agrícolas trabajan cada año y a veces son afectados por sequías e inundaciones en las que pierden toda su producción y capital sin contar con un seguro que les permita resarcir las pérdidas”, dijo.
Hasta marzo espera realizar desembolsos por $us 300 mil a municipios rurales que entreguen proyectos para riego.
El pieb promueve conocimiento
El Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) nació en 1994 y se desarrolla en el marco institucional de la Fundación PIEB.
El PIEB es un proyecto de carácter científico, cultural y social, creado con el propósito de contribuir al desarrollo de Bolivia a través de la promoción de la investigación científica sobre temas relevantes y estratégicos, y de la formación de profesionales en investigación en el campo de las Ciencias Sociales y Humanas.
Actualmente, el PIEB cuenta con el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos.
Entidades que apoyan los estudios
Entre las instituciones coauspiciadoras están el Viceministerio de Ciencia y Tecnología, el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), la Prefectura de Oruro, la Prefectura de Potosí, la Asociación de Municipios de Oruro, la Asociación de Municipios de Potosí, la Universidad Técnica de Oruro (UTO), la Universidad Autónoma Tomás Frías, la Fundación Autapo y el Programa de Fortalecimiento del Complejo Quinua en el Altiplano Sur.
SS
Publicado en La Razón 2 enero 2011
En este caso, los investigadores proponen trasladar la filosofía o enfoques de vida del pensamiento andino a la construcción de una unidad económica de comercialización de la quinua.
La idea es buscar el beneficio colectivo de los socios, que por extensión llegará al ayllu; promover la propiedad colectiva e igualitaria del capital sobre el trabajo; contar con una administración profesional; imprimir una racionalidad entre la producción y la tierra; obtener beneficios a partir de los esfuerzos y recursos que se invierten; y trabajar sobre la base del saber de los campesinos combinando el conocimiento científico.
Los investigadores han identificado que pueden potenciarse, en la idea de una empresa comunitaria, los paradigmas: pacha industrial, pacha estructural, pacha informático, pacha transnacional y pacha económico.
Socialización. Hace dos semanas, en La Paz, diversos actores estratégicos de la cadena productiva de la quinua conocieron esta propuesta y los otros cinco estudios para la producción sostenible del grano en la región del altiplano intersalar de Oruro y Potosí. Se abrió la posibilidad de iniciar contactos formales con distintas instituciones financiadoras y entidades públicas impulsoras, informó Jaldín.
El Viceministerio de Ciencia y Tecnología propuso una reunión entre los coordinadores de las investigaciones y centros de estudios, con el propósito de reactivar la Plataforma de Innovación en Quinua. Similar invitación planteó la Cámara Nacional de Productores de Quinua y la Cámara de Exportadores de Quinua para avanzar en implementar estos proyectos.
Producción tendrá un seguro
Una de las medidas presentadas por el MAS el 2006 fue la creación de un seguro agrícola para beneficiar a productores y habitantes de áreas rurales. Así también propuso más financiamiento para proyectos de riego. Según anunció el presidente Evo Morales, en el 2011 serán realidad.
El seguro será financiado por un Fondo Agrícola que contará con un capital inicial de 20 millones de dólares. “Los productores agrícolas trabajan cada año y a veces son afectados por sequías e inundaciones en las que pierden toda su producción y capital sin contar con un seguro que les permita resarcir las pérdidas”, dijo.
Hasta marzo espera realizar desembolsos por $us 300 mil a municipios rurales que entreguen proyectos para riego.
El pieb promueve conocimiento
El Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) nació en 1994 y se desarrolla en el marco institucional de la Fundación PIEB.
El PIEB es un proyecto de carácter científico, cultural y social, creado con el propósito de contribuir al desarrollo de Bolivia a través de la promoción de la investigación científica sobre temas relevantes y estratégicos, y de la formación de profesionales en investigación en el campo de las Ciencias Sociales y Humanas.
Actualmente, el PIEB cuenta con el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos.
Entidades que apoyan los estudios
Entre las instituciones coauspiciadoras están el Viceministerio de Ciencia y Tecnología, el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), la Prefectura de Oruro, la Prefectura de Potosí, la Asociación de Municipios de Oruro, la Asociación de Municipios de Potosí, la Universidad Técnica de Oruro (UTO), la Universidad Autónoma Tomás Frías, la Fundación Autapo y el Programa de Fortalecimiento del Complejo Quinua en el Altiplano Sur.
SS
Publicado en La Razón 2 enero 2011
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